20121031

Fabra destituye a la gerente que manipuló el accidente de Metro

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Fabra destituye a la gerente que manipuló el accidente de Metro


Seis años y cuatro meses después del accidente ferroviario más grave de Europa, que se cobró 43 víctimas en la Línea 1 del Metro de Valencia, ha caído la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Marisa Gracia, que seguía en el puesto pese a la contundencia de las revelaciones de EL MUNDO sobre la manipulación del testimonio de los técnicos en la comisión parlamentaria de las Cortes Valencianas y la ocultación de documentos esenciales para la investigación política y judicial.

El consejo de administración de FGV, reunido la tarde de este martes, ha aceptado la renuncia de Gracia al puesto, después de que durante la jornada de este martes se intensificara la presión del entorno del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para que así lo hiciera.

Gracia participó al mediodía en una reunión de la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, con los sindicatos, que han elevado el tono de su protesta ante la inminente aprobación de un expediente de regulación de empleo que afectará a centenares de trabajadores. Finalmente Fabra ha decidido precipitar la salida de Gracia antes del ERE.

La manipulación del siniestro

El pasado mes de febrero, este periódico reveló que desde Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana se aleccionó y coaccionó a los técnicos que comparecieron en la comisión de investigación de las Cortes en el año 2006 para que dijeran que la tragedia de Metro fue un "accidente inevitable". Varios documentos destapados por EL MUNDO y que maneja la Fiscalía probaban diversas reuniones para fijar la verdad "oficial".

Esta empresa pública de la Generalitat empleó los servicios de una consultora experta en comunicación e imagen para aleccionar a los técnicos que debían comparecer. También se publicaron listados de respuestas tipo que los comparecientes debían memorizar para responder a las hipotéticas preguntas que se les podrían formular. Todo, para construir la verdad oficial que pretendía el Gobierno presidido entonces por Francisco Camps.

El primer párrafo de uno de los documentos elaborados por la consultora HM Sanchis, pagada con dinero público por FGV, aconsejaba a los comparecientes: "Su objetivo en esta comparecencia tiene que ser, pregunten lo que le pregunten y se desarrolle como se desarrolle, transmitir a los miembros de la comisión que lo ocurrido el día 3 entre las estaciones de plaza de España y Jesús en la Línea 1, sobre las 13 horas, fue un accidente, cuya causa fue el exceso de velocidad y que este exceso de velocidad no puede ser atribuido a ninguna deficiencia técnica ni a ninguna dejación de responsabilidades, ni a ningún incumplimiento de acuerdos, pues la línea 1 es segura y sobre la misma se lleva en los últimos cinco años y en los próximos cinco un plan de mejoras que se está cumpliendo escrupulosamente".

'Se hizo lo que se tenía que hacer'

En marzo, tras destaparse el escándalo, el Partido Popular rechazó en las Cortes Valencianas la Proposición no de ley presentada por el grupo socialista para abrir una nueva comisión de investigación sobre el accidente de metro. "Se hizo lo que se tenía que hacer", aseguraron.

La semana pasada, EL MUNDO desveló también que Ferrocarrils había ocultado que la misma unidad de tren articulada que provocó el accidente en 2006 ya había sufrido un descarrilamiento con las mismas características tres años antes. Metrovalencia ocultó el descarrilamiento en su explicación a trabajadores, víctimas y vecinos.

El accidente, el más grave de Europa, se produjo el 3 de julio de 2006 y coincidió con la visita del Papa Benedicto XVI a la ciudad. Adquirió una dimensión internacional que se esfumó en cuestión de días. En sólo cinco se resolvió una comisión de investigación que las víctimas consideraron una "farsa".

A finales de 2007 la Justicia archivó el caso en los tribunales. Daba por extinguida la responsabilidad penal tras la muerte del conductor del tren. Oficialmente fue un accidente "imprevisible" e "inexplicable".

Desde entonces el día 3 de cada mes, la asociación de víctimas ha salido a la calle para recordar la tragedia y reclamar una reunión con el presidente de la Generalitat que Francisco Camps siempre negó como si nada pasara. Ni una palabra al respecto.

Hace justo un año, Alberto Fabra, ya presidente de la Generalitat, recibió a los familiares de las víctimas del accidente, cosa que nunca hizo Camps, pero sus reclamaciones no encontraron mucho más recorrido.

El pasado 3 de octubre, el PP volvió a rechazar en las Cortes la reapertura de la comisión de investigación. 'Las cosas son como son', soltó David Serra, portavoz de los 'populares'.

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