La burbuja inmobiliaria estallará otra vez
El informe está desde hace días en la mesa de los directivos de las
inmobiliarias del país. Lo ha elaborado la consultora
PriceWaterhouseCoopers (PWC) y se titula Temas candentes del sector
inmobiliario español. Reactivar el mercado. Pese al optimismo del
título, sus conclusiones no podrían ser más demoledoras. Según PWC, en
los próximos meses asistiremos a otra avalancha de concursos de
acreedores en las inmobiliarias españolas, similar a la desencadenada
por el estallido de la burbuja entre 2007 y 2008, cuyo hito fue la
declaración de insolvencia de Martinsa Fadesa, la mayor suspensión de
pagos de la historia de España.
Declarando un preconcurso,
otra grande del boom inmobiliario, Reyal Urbis, parece haber dado el
banderazo de salida a la segunda oleada, que, en opinión de PWC se
agravará en 2013. Será, según la consultora, sobre todo por la nueva regulación del sistema financiero.
Hasta la nueva regulación financiera impulsada en tres fases por el
ministro de Economía, Luis de Guindos, los bancos habían sistematizado
el hábito de refinanciar sus préstamos a las inmobiliarias. Lo hacían
con un solo objetivo: evitar que una eventual quiebra de las promotoras
les obligara a asumir en sus balances un importantísimo volumen de
activos (suelos, promociones inacabadas, bolsas de segunda vivienda) que
habían sido financiados a precios de burbuja y cuyo valor actual les
obligaría a anotar fuertes pérdidas. Los bancos evitaban reflejar en sus
balances esa pérdida potencial, y a la vez mantenían localizado el daño
en los balances de las promotoras. Eso les permitió crear la ficción de
que sus cuentas estaban saneadas... pero también originó la corriente
de desconfianza de los mercados internacionales en los balances de la
banca española.
Las sucesivas reformas financieras (hasta
tres) del Gobierno este año han obligado a los bancos a cubrir en sus
balances hasta el 80 por ciento del valor de sus préstamos problemáticos
–sobre todo los concedidos para suelo y promociones inmobiliarias– y
han acabado con esas evasivas.
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