20121205

'El Mundo' lamenta que Wert recule y se rinda

Hispanistán: lo que ocurre cuando analfabetos funcionales se ponen a opinar, más por sectarismo que por conocimientos.. lo mismo que ha pasado con la construcción: se ha acabado alicatando toda la costa..


'El Mundo' lamenta que Wert recule y se rinda

XAVIER CAMPRECIÓS / Barcelona La guerra que abandera el ministro Wert para reespañolizar la escuela catalana dinamitando el sistema de inmersión lingüística que ha facilitado durante 30 años en Catalunya la cohesión social y la normalización del idioma propio que el dictador Franco prohibió manda en las portadas de los diarios de Madrid y Barcelona. Era de esperar. Y tanto porque la mayoría social y política catalana respalda un sistema reconocido que permite que los alumnos dejen la educación básica sabiendo catalán y castellano como porque en el fondo Wert se limita a poner la guinda a la campaña que contra la escuela catalana y el catalán promueve desde hace años la caverna mediática madrileña, que aboga por liquidar la España plural, autonómica o federal para, reinterpretando la Constitución, reinstaurar a la España unitaria que cultivaron la dictadura y la jerarquía de la Iglesia católica en el franquismo.

La guerra está servida, y más en plena resaca de las elecciones del 25-N y del reto soberanista de Mas. Las tomas de posición --ahí está la portada de EL PERIODICO-- son contundentes, lo que no empece que la de 'El Mundo' sorprenda al respetable llamando a Wert cobarde y traidor por maquillar el proyecto que debía arrasar con la inmersión lingüística y relegar el catalán a cuarto idioma. Ahí van los titulares de las nueve primeras páginas (solo 'Abc' y 'La Razón' no abren con Wert) en la materia. Casi todo se centra en Catalunya, el catalán y las imágenes del plante de la consellera Rigau a Wert. Solo 'El País' destaca también el tono confesional y contrarreformista de la norma que impulsa el ministro de Educación de Rajoy. Y de propina, tienen íntegros algunos de los editoriales más significativos.


Los titulares de las portadas

  • El Mundo: "Wert recula ante la amenaza de Mas de no aplicar su ley. Sustituye 'la proporción equilibrada de las dos lenguas en las distintas asignaturas' por el criterio de 'procurar el dominio de ambas lenguas'. Los colectivos en pro del español denuncian que la ley no garantiza elegir elegir la lengua. Y Rigau se fue sin escuchar".
  • Abc: "Wert asegura que la reforma no 'minusvalora' el catalán. Catalunya planta al ministro por considerar que los cambios son un ataque al catalán".
  • La Razón: "Educación VS sectarismo. La consejera catalana plantó al ministro al grito de 'la lengua es innegociable' y se negó a hacer declaraciones ante el escudo de España".
  • La Gaceta: "El Gobierno acierta. Colectivos de padres y en defensa del español expresan su satisfacción por la nueva ley de Wert. Mas llama a la rebelión y su consejera planta al minsitro".
  • El País: "Mas se rebela contra la 'ley Wert' por su 'ofensiva contra el catalán'. CiU convoca a partidos afines a la inmersión para un frente común. Andalucía achaca la reforma educativa a un 'pacto ultraconservador'. La consejera catalana planta a Wert en la Conferencia de Educación".
  • EL PERIÓDICO: "Ni un paso atrás. Clamor en el sector educativo contra el ataque a la integración escolar".
  • La Vanguardia: "Amplio rechazo en Catalunya a ala refrma educativa de Wert. Mas convoca a los partidos para defender la lengua propio y Rigau planta al ministro. La exigencia de más castellano invalida de hecho la inmersión".
  • Ara: "El català no és negociable. Rigau: planta el ministre i avisa que la llei és inaplicable. Wert: s'escuda en la sentencia del TC contra l'Estatut".
  • El Punt-Avui: "No ens fa por. Rigau planta el ministre i avisa que el model educatiu no es toca. Mas convoca tots els partits contra la involució lingüística"; 

La opinión editorial


El editorial de 'El País' se titula: "Incendios educativos. La reforma de Wert es una ofensiva innecesaria y una grave regresión ideológica". Ahí va el texto:
"SI una materia con la que los políticos no deberían jugar es la educación. No por repetido es menos cierto que de ella depende el futuro de un país. La reforma anunciada por el ministro José Ignacio Wert no contiene elementos que permitan albergar la esperanza de una mejora sustancial de la calidad de la enseñanza, y sí en cambio el germen de una conflictividad innecesaria cuya única motivación es la defensa de intereses partidistas. El texto incluye un ataque sin precedentes al sistema de inmersión lingüística vigente en Cataluña desde que recuperó el autogobierno, e importantes concesiones a planteamientos retrógrados de la Iglesia católica en materia educativa.
Con la premisa de que hay que garantizar el cumplimiento ¿y hay que hacerlo¿ de la sentencia del Tribunal Supremo del pasado mes de junio que establece que el castellano es también lengua vehicular, el proyecto estipula que “en todas las etapas educativas obligatorias, las lenguas cooficiales sean ofrecidas en las distintas asignaturas en proporciones equilibradas”.
Esto vulnera competencias autonómicas y supone un torpedo para el sistema de inmersión lingüística, en el que la lengua vehicular es el catalán. Diferentes sistemas de evaluación indican que al término de los estudios obligatorios, los escolares catalanes saben tanto catalán como castellano y que, en cualquier caso, su dominio del castellano no es inferior al de otros alumnos escolarizados en esa lengua. Resulta difícil pensar que el ministro que un día habló de “españolizar a los escolares catalanes” se mueva en esta reforma por otra motivación, lo que es grave, porque puede crear problemas donde no los hay y alimentar el sentimiento de agravio en Cataluña para obtener réditos en el resto de España. Así lo hace pensar el hecho de que la formulación no figurara en los borradores que se había enviado a la consejera de Educación y que solo se haya conocido después de las elecciones autonómicas. Visto el incendio que ha provocado, hay que sospechar del efecto que hubiera tenido para el resultado electoral del PP en Cataluña el que se hubiera conocido antes.
Igualmente graves son las concesiones religiosas. La reforma conlleva una regresión ideológica destinada a satisfacer una de las demandas más vehementes de la cúpula eclesial: que desaparezca la asignatura de Educación para la Ciudadanía y que la materia de Religión, ahora optativa, tenga una alternativa evaluable. En el sistema ahora vigente se entiende que las materias impartidas en Educación para la Ciudadanía conciernen por igual a todos los alumnos, independientemente de su opción religiosa. El nuevo sistema ¿regreso a un oscuro pasado¿ no solo concede a una confesión determinada el privilegio de ofrecer formación moral y cívica bajo su particular prisma ideológico, sino que obliga a optar entre Religión y una nueva materia evaluable sobre valores culturales y éticos, que ya solo recibirá una parte del alumnado".

El de 'El Mundo' lleva por título "Wert, a punto de rendirse ante la amenaza talibán". Texto:
"La modificación del anteproyecto de ley educativa en lo relativo a garantizar la elección del español como lengua vehicular en la enseñanza es tan sorprendente como inadmisible. El Ministerio modificó en 24 horas el borrador inicial. Si el lunes, el documento obligaba a las comunidades autónomas a asegurar la escolarización en español, pagando si fuera necesario un colegio privado para ello a quien lo reclamara, ayer martes desaparecían las garantías para exigir ese derecho. De la redacción final se han caído partes claves del texto, como el precepto de que el castellano se utilice en las clases «en proporciones equilibradas en el número de horas lectivas».
"En el nuevo borrador, esas «proporciones» y el propio derecho de la elección de lengua se restringen a que el sistema «procure el dominio de ambas lenguas oficiales». Ése ha sido precisamente el argumento de la Generalitat de Cataluña para incumplir incluso las sentencias del Supremo que le instan a garantizar la escolarización en castellano".
"Dado que entre el lunes y el martes por la tarde lo único reseñable en torno al anteproyecto fueron las amenazas de la Generalitat de Cataluña, todo lleva a pensar que el Gobierno se ha rendido ante ese pulso. Homs, portavoz del Govern, fue rotundo al advertir que incumpliría la futura ley. Aseguró que era «inaplicable» y que la comunidad educativa no la aceptaría.
"El cambio de posición de Wert, reculando y dejando en la práctica las cosas como estaban, ni siquiera sirvió para apaciguar a la consejera Rigau, que ayer abandonó abruptamente la reunión convocada por el ministro con los consejeros autonómicos de Educación sin tan siquiera escucharle".
"Está claro que Mas pretende usar esta polémica para recuperarse del varapalo del 25-N. Por lo pronto, ha convocado para hoy una reunión de urgencia de los partidos catalanes que respaldan la inmersión lingüística. Lo sorprendente es que en ese grupo liberticida aún esté el PSC. Así jamás levantará cabeza. La política de inmersión, que conculca el derecho a elegir la lengua vehicular, que impide estudiar a muchos españoles en español, ha sido enmendada por el Supremo, sin que la Generalitat haya acatado sus resoluciones".
"Resulta desconcertante y descorazonador que el impulso del Gobierno para garantizar que los españoles puedan educarse en español, independientemente del lugar del país en que residan, sólo haya durado unas horas. Lo que parecía un paso decidido en defensa del bilingüismo real se ha esfumado. A expensas ahora de su trámite parlamentario, el documento que ha acabado proponiendo el Ministerio queda redactado de forma torpe, confusa y caótica. Eso demuestra que Wert está a punto de rendirse ante la amenaza de unos talibán que usan la lengua como arma y herramienta para la construcción nacional en lugar de como instrumento para la convivencia".
"Los colectivos en defensa del bilingüismo y de la elección de lengua critican con razón el anteproyecto de ley, que obligará a los padres a tener que seguir recurriendo a los tribunales. Es frustrante que la mayoría absoluta del PP ni siquiera sirva para arreglar eso".

El editorial de 'Abc' se titula "Una reforma educativa imprescindible". Ahí va:
"En España no ha habido otro modelo educativo que el del PSOE y los resultados están reflejados en la posición de cola que ocupa España entre los países desarrollados, cuando son medidos por la calidad de su sistema de enseñanza. El Gobierno de Mariano Rajoy ha presentado una reforma sustancial de este modelo fracasado y el nacionalismo, principal beneficiario del sectarismo educativo de la izquierda, ya ha protestado.
En efecto, la polémica más agria se ha suscitado nuevamente con el nacionalismo catalán, empeñado en cambiar unilateralmente el Estado constitucional de todos los españoles, pero intolerante ante la potestad legislativa del Estado sobre materias tan relevantes para la cohesión social como la educación. El proyecto del Ejecutivo sólo pretende algo tan elemental como garantizar que en España se pueda estudiar en castellano. Para lograr este objetivo, el Gobierno va a establecer unas normas básicas, con amparo constitucional, para asegurar el principio de igualdad de trato ante la ley, y el respeto al derecho de todo español a aprender y expresarse en castellano. Esto implicará que la Generalitat de Cataluña deba facilitar la enseñanza bilingüe, algo que ya le exige el Tribunal Supremo. La consejera de Educación catalana, Irene Rigau, ya ha anunciado la insumisión de la Generalitat a la futura ley. Es seguro que la implantación de esta reforma generará conflictos de competencia y desarrollo reglamentario, pero no deben disuadir al Gobierno de llevarla a cabo, por mucho que ayer se acordara volver a convocar a las comunidades autónomas el próximo 19 de diciembre. Quizá, el principal problema que plantea esta reforma es que pone al descubierto la necesidad de revisar, con leyes básicas y leyes armonizadoras, toda la estructura de reparto del competencias entre el Estado central y las comunidades".

Y 'La Vanguardia' titula el suyo "Una reforma centralista". Texto:
"El Gobierno ha emprendido la enésima reforma de la enseñanza con un proyecto de ley orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que puede acabar con la política de inmersión lingüística en Catalunya, una experiencia que lleva aplicándose desde hace 30 años y cuyo éxito casi nadie ha puesto en duda hasta ahora: está demostrado que el conocimiento por parte de los alumnos catalanes de la lengua castellana está incluso por encima de la media del conjunto de las comunidades. Y hace tiempo que el doctor Miquel Siguan demostró la bondad del bilingüismo, como el que se practica en Catalunya, para el mejor conocimiento de los idiomas.
Las tesis recentralizadoras y uniformadoras que sostienen esta reforma, lejos de huir de “los debates ideológicos que han dificultado el avance en los últimos años”, como reza textualmente el prólogo del proyecto, se basan en el prejuicio ideológico y la ignorancia ¿real o buscada¿ de la realidad educacional y social en Catalunya. El propio ministro José Ignacio Wert ya mostró de forma clara en el Congreso cuál era su intención en la reforma ¿“españolizar a los niños catalanes”¿, en la creencia alimentada desde los sectores más jacobinos y conservadores de la sociedad española de que el incremento del fenómeno del independentismo en Catalunya proviene de la escuela por el simple hecho de que los alumnos estudien en catalán. Un apriorismo incompatible con el crédito de Wert como sociólogo y científico, que se contradice con la voluntad del redactado del prólogo, cuando dice que “los cambios propuestos en nuestro sistema educativo por la Lomce están basados en evidencias” y cuya realidad, añeja por otra parte, retroalimenta las ansias de secesión en algunos sectores de la sociedad catalana, como se ha venido alertando de forma insistente desde diversos ámbitos y desde hace años.
El proyecto de reforma educativa presentado por Wert, de aplicarse en los términos en los que está redactado, puede acabar minando los cimientos de la inmersión lingüística. Es cierto que se concede a las comunidades la potestad de establecer un equilibrio “razonable” entre el castellano y la lengua cooficial (el catalán, en este caso), pero también lo es que de las palabras del ministro se desprende que no se tolerará que el catalán tenga una presencia muy superior al castellano, por lo que, en la práctica, dejaría de ejercer la función de lengua vehicular.
En este contexto, el anteproyecto de reforma educativa podría formar parte de una ofensiva que ha sido ya denunciada desde diversos sectores de la sociedad catalana, que no parece dispuesta a renunciar a la enseñanza en catalán y a asumir un trágala de estas dimensiones. Por su parte, el Govern ya ha anunciado que, de no enmendarse la ley durante el trayecto  parlamentario, acudirá al Tribunal Constitucional en defensa de un modelo que funciona, que cohesiona socialmente y que mejora la capacidad cognoscitiva y su uso como herramienta por la inmensa mayoría de los alumnos.
El proyecto del ministro Wert, además de confundir sus deseos (ideológicos) con la realidad, pretende una uniformización que nada tiene que ver con la España plurilingüe y plurinacional, compleja y rica, moderna y global. Un modelo que se entronca en las ansias de un unitarismo trasnochado que pretende imponerse por la vía de la mayoría absoluta y que ignora cualquier derecho de las minorías".

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