Sin duda ahí hay los efectos de las mejoras y ajustes del partido populista..
La recesión aprieta: más de 40.700 empresas han echado el cierre desde el verano
Cambio de tendencia en la demografía empresarial. Si hasta la primera
mitad de este año el número sociedades dadas de alta en los registros de
la Seguridad Social era creciente -sin duda debido a una mejora de las
expectativas-, en la segunda parte de 2012 se ha invertido la tendencia.
Hasta el extremo de que, desde el verano, 40.713 empresas han echado el cierre. O lo que es lo mismo, han dejado de estar inscritas en la Tesorería General de la Seguridad Social.
No se trata de empresas meramente instrumentales creadas por razones
fiscales, sino que, por el contrario, son sociedades con al menos un
trabajador. Y lo que reflejan las estadísticas del Ministerio de Empleo
es dramático. Desde el 31 de diciembre de 2007 -al comienzo de la
crisis- han desparecido nada menos que 227.599 empresas. Un cifra
verdaderamente espectacular que supone el cierre de 16 de cada 100
empresas españolas en apenas cinco años.
Un auténtico tsunami que se ha cebado en todo tipo de empresas,
independientemente de su tamaño, si bien la mayor mortandad se ha dado
en el segmento de las microempresas, las que tienen una plantilla
situada entre tres y cinco trabajadores. En este caso, la quiebra afecta
a 43.364 sociedades desde el comienzo de la crisis.
Y lo que es todavía peor, con una tendencia claramente negativa: desde
junio de este año, casi 13.000 empresas con más de tres empleados y
menos de cinco han cerrado. Otras 12.000 sociedades con 1 o 2
trabajadores han dejado de estar operativas, y casi 7.000 han dejado de
estar inscritas en la Seguridad Social con una plantilla situada entre
seis y nueve empleados.
Los cierres afectan a todo tipo de sociedades al margen de su forma
jurídica. Y lo que dicen las estadísticas del Ministerio de Empleo es
que desde el mes de junio han claudicado 2.194 sociedades anónimas,
normalmente de mayor tamaño. Igualmente han echado el cierre 13.823
sociedades limitadas, y otras 21.797 son personas físicas.
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Para hacerse una idea del momento que atraviesa la economía española hay
que tener en cuenta una cifra enormemente representativa, y que refleja
la naturaleza de los problemas de aquella. Hoy hay en España el mismo número de empresas inscritas en la Seguridad Social que las que había hace una década.
En concreto, y hasta el pasado mes de noviembre, 1,17 millones de
sociedades (con al menos un trabajador) están inscritas en el sistema
público de protección social.
El increíble caso de la construcción
El retroceso en el número de empresas afecta a todo tipo de sectores, pero continúa siendo especialmente intenso en la construcción, lo que sugiere que el ajuste no ha concluido.
Desde el verano, la industria –normalmente de mayor tamaño- ha cerrado
3.367 empresas; la construcción, nada menos que 10.535, y el sector
servicios, 26.323. El resto corresponde a la agricultura.
El caso más espectacular es, sin duda, el de la construcción. El
‘ladrillo’ tenía inscritas al comienzo de la crisis a 246.270 empresas
en la Seguridad Social, y hoy son solamente 119.928, lo que significa
que la demografía empresarial en este sector se ha reducido a menos de
la mitad. La agricultura es, por el contrario, la única actividad económica que ha visto aumentar el número de empresas.
La legislación actual obliga a los empresarios, “como requisito previo e
indispensable al inicio de sus actividades”, a solicitar su inscripción
en el Sistema de la Seguridad Social a nombre del titular de la
empresa. Esto hace que se trate de una estadística extremadamente
representativa sobre la coyuntura económica, mucho más fiable que la
constitución de sociedades ante notario o a través de otros registros,
toda vez que en muchas ocasiones se trata de meros vehículos legales
para canalizar inversiones o pagar menos impuestos a Hacienda.
Este deterioro empresarial, de hecho, coincide con el agravamiento de la
recesión. Y ayer los expertos que forman parte del panel de Funcas
estimaban que en el cuarto trimestre de este año -respecto del trimestre
precedente- la economía se contraerá ocho décimas, lo que significa que
el ritmo de caída del PIB (anualizando esa tasa) es del -3,2%.
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