El alcalde de Pajares de los Oteros
ha superado las marcas de los Diputados en Madrid, pero a la inversa.
Si bien sus señorías no acuden regularmente al hemiciclo -como ya denunció UPyD-, el socialista Julio César Fernández Santos no acude con la debida asiduidad a su puesto de trabajo en la cárcel de Villabona (Asturias).
Sin embargo, el edil sí que cobra puntualmente su nómina a pesar de que
sus labores como alcalde no le 'permiten' ir a trabajar. Y así lleva dos legislaturas.
Lejos de reestructurar su agenda, Fernández ha decidido enviar regularmente por fax justificantes de sus ausencias por sus responsabilidades como regidor, documentos siempre firmados por la secretaria municipal del Ayuntamiento de Pajares, para curarse en salud y evitar nuevos desencuentros judiciales.
Dado que su labor en el Centro Penitenciario apenas le quita trabajo, el alcalde de Pajares de los Oteros se ha volcado en la construcción de un aeródromo con una inversión de 3,5 millones de euros. Una infraestructura con la que dar cobertura a la práctica de los deportes aéreos, además de convertirse en centro de referencia de aviación general (la que no es comercial ni militar) en el noroeste peninsular. Su pista estará preparada para que aparatos de menos de 3.500 kilos puedan despegar y tomar tierra.
Lo que no se sabe es si la puesta en marcha del aeródromo impedirá, aún con más razón, a Fernández acudir a su puesto de trabajo o, al contrario, le liberará de las trabas que, como dicen sus faxes, "le impiden acudir a Villabona".
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