20130131

Los papeles de Bárcenas sentencian a Rajoy

Qué ingenuidad con los sobrecitos, recordemos:

http://www.publico.es/espana/369915/...arco-de-narcos
El presidente del PP, Mariano Rajoy, se ha negado este miércoles a dar explicaciones sobre su presencia el 19 de mayo de 2009, dos días antes del arranque de la campaña para las elecciones europeas, en el atunero Moropa, propiedad de uno de los clanes históricos del narcotráfico. 


Los papeles de Bárcenas sentencian a Rajoy

La publicación de lo que en principio parecía ser la 'contabilidad B' del Partido Popular durante un largo período de tiempo, escrita a mano y supuestamente con letra del extesorero Bárcenas, es en sí misma, y a falta de que obtenga o no validación, un hecho político de extrema gravedad ya que sugiere que el partido del gobierno se habría financiado irregularmente, que su tesorero hizo y deshizo a su antojo y que sus dirigentes habrían cobrado pluses opacos.

El Partido Popular, por su parte, lo niega todo. "Ante las informaciones publicadas en el día de hoy por el diario El País, el Partido Popular insiste en que las retribuciones a los cargos y personal del partido se ha realizado siempre conforme a la legalidad y cumpliendo las obligaciones tributarias correspondientes", dice el comunicado emitido por Génova poco después de conocida la información periodística. El partido "niega, por tanto, el pago sistemático a personas concretas de retribuciones distintas de las incluidas en las nóminas mensuales con sus correspondientes retenciones fiscales y a la Seguridad Social", añade la nota.

A continuación, el propio Bárcenas emitía un peculiar desmentido, al igual que el predecesor de éste al frente de las finanzas del PP, Álvaro Lapuerta. Pero la reacción más potente la generaba la secretaria general, Dolores de Cospedal, quien a última hroa de la mañana efectuaba un desmentido general -no reconocía los documentos-, lamentaba la maniobra con el PP, expresaba su indignación y anunciaba acciones jurídicas del partido y de todos y cada uno de los altos cargos señalados por la referida documentación.

Todo es vidrioso en este asunto pero en el 'caso Bárcenas', hay ya un hecho objetivo que nadie niega: el hombre fuerte de las finanzas del partido llegó a acopiar una desproporcionada fortuna personal, de más de 22 millones de euros, en un paraíso fiscal y al margen del control de la Hacienda española, gran parte de la cual acaba de ser regularizada en la amnistía fiscal del pasado año. El descubrimiento de esta sorprendente noticia ha corrido a cargo de la Audiencia Nacional, que investiga el 'caso Gürtel', en el que también está involucrado Bárcenas.

A partir de esta evidencia y de las informaciones publicadas, el juez instructor, con aquiescencia de la fiscalía anticorrupción -hecho insólito señalado por Cospedal en su comparecencia-, ha decidido investigar los supuestos sobresueldos. Y a ello deberemos atenernos todos. La única fuente de certeza será la que emane de la Justicia en este caso, con la particularidad de que los ritmos judiciales se corresponden poco con los tiempos políticos. Y la situación política actual, muy alterada, no resistirá sin romperse meses de incertidumbre, de acusaciones cruzadas, de descalificaciones sin cuento.

Alarmante resulta la inhibición en este caso del presidente del Gobierno, quien no parece percatarse de la gravedad de la situación, en que los nervios de la sociedad civil están a flor de piel. Porque tan grave como lo que se ha dicho del PP es que, a estas alturas, cualquier episodio de corrupción resulte verosímil, una vez que los partidos han perdido el tino y el sentido de la orientación. Rajoy es, en razón del cargo que ostenta, el encargado de rebajar la tensión, de dar veracidad a su alegato de inocencia, de convencer a todos de que es incierta la ligereza que se le imputa. Es difícil imaginar cómo podrá conseguirse tal cosa pero él es -se supone- el estadista, el que tiene en su mano las riendas del país, el que ha de devolver la confianza perdida al cuerpo social. Y si prevalece su natural indolencia, todo puede ocurrir. Incluso que la democracia se debilite hasta la consunción.

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