20130210

147 compañías controlan el 40% de la riqueza: La red capitalista que gobierna el mundo

147 compañías controlan el 40% de la riqueza: La red capitalista que gobierna el mundo


Las 1318 corporaciones que forman el núcleo de la economía mundial

Mientras las protestas contra el poder financiero han barrido el mundo en los últimos años (15-M, Ocupa Wall Street) , la ciencia puede haber confirmado los peores temores de los manifestantes. Un análisis de las relaciones entre 43.000 empresas transnacionales ha identificado un grupo relativamente pequeño de empresas, principalmente bancos, con un poder desproporcionado sobre la economía global.

Los supuestos del estudio han atraído algunas críticas, pero según analistas de sistemas complejos contactados por New Scientist, es un esfuerzo clave para desentrañar el control de la economía mundial.

La idea de que unos pocos banqueros controlan una gran parte de la economía mundial, no parece ser nada nuevo para el movimiento Occupy Wall Street y los manifestantes de otros lugares. Pero el estudio, de un trío de teóricos de sistemas complejos del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich, es el primero en ir más allá de la ideología para identificar empíricamente tal red de poder. Combina el utilizado desde hace tiempo modelo matemático de sistemas naturales con amplia información corporativa para mapear las propiedades entre las corporaciones transnacionales del mundo.

“La realidad es tan compleja, que debe alejarse del dogma ya sea en teorías de conspiración o de libre mercado”, dice James Glattfelder. “Nuestro análisis está basado en la realidad.”

Estudios previos han encontrado que unas pocas compañías transnacionales son dueñas de grandes porciones de la economía mundial, pero incluían solamente un número limitado de empresas y omitían las participaciones indirectas, por lo que no podían decir cómo esto afectaba a la economía mundial – si la hacía más o menos estable, por ejemplo -.

El equipo de Zurich puede. A partir de Orbis 2007, una base de datos con 37 millones de empresas e inversores en todo el mundo, se sacaron todas las 43.060 empresas transnacionales y las participaciones compartidas que las unen. Luego se construyó un modelo con qué empresas son controladas a través de redes de otros accionistas, junto con los ingresos de explotación de cada empresa, para cartografiar la estructura del poder económico.

La obra reveló un núcleo de 1318 empresas con participaciones entrelazadas. Cada una de las 1318 tenía vínculos con dos o más empresas, y en promedio estaban conectadas a 20. Es más, a pesar de que representan el 20 por ciento de los ingresos de explotación global, las 1318 parece que son dueñas colectivamente a través de su participación en la mayoría de los más grandes ‘blue chips’ del mundo y las empresas de fabricación -la economía “real”- que representa un 60 por ciento de los ingresos mundiales.

Cuando el equipo además desenredó la telaraña de las propiedades, se encontró que gran parte de ellas se podían rastrear hasta una “super-entidad” de 147 empresas aún más estrechamente tejidas – todas sus propiedadades estaban en manos de otros miembros de la super-entidad – que controlaban el 40 por ciento de la riqueza total en la red. “En efecto, menos del 1 por ciento de las empresas pueden controlar el 40 por ciento de toda la red“, dice Glattfelder. La mayoría eran entidades financieras. Entre las top 20 se incluyen Barclays Bank, JPMorgan Chase & Co, y The Goldman Sachs Group.

John Driffill de la Universidad de Londres, un experto en macroeconomía, dice que el valor de la investigación no es sólo para ver si un pequeño número de personas controla la economía global, sino más bien para analizar la estabilidad económica.

La concentración del poder no es buena ni mala en sí misma, señala el equipo de Zurich, pero las fuertes interconexiones del núcleo podrían serlo. Tal y como el mundo aprendió en 2008, este tipo de redes son inestables. “Si [la empresa] sufre dificultades”, dice Glattfelder, “éstas se propagan”.
“Es desconcertante ver cómo las cosas están realmente conectadas”, coincide George Sugihara, del Instituto Scripps de Oceanografía en La Jolla, California, un experto en sistemas complejos que ha asesorado a Deutsche Bank.

Yaneer Bar-Yam, jefe del Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra (NECSI), advierte que el análisis asume que la titularidad equivale al control, que no siempre es cierto. La mayoría de acciones de las compañías están en manos de gestores de fondos que pueden o no pueden controlar en realidad lo que hacen las empresas de las que son dueñas en parte. El impacto de esto en el comportamiento del sistema, dice, requiere más análisis.

Fundamentalmente, mediante la identificación de la arquitectura del poder económico global, el análisis podría ayudar a que éste sea más estable. Al descubrir los aspectos vulnerables del sistema, los economistas pueden sugerir medidas para evitar colapsos futuros extendiéndose a través de toda la economía. Glattfelder dice que podemos necesitar una normativa global de defensa anti-trust, que ahora sólo existe a nivel nacional, para limitar el exceso de conexión entre las empresas transnacionales. Bar-Yam, dice que el análisis sugiere una posible solución: Las empresas deben pagar impuestos por la interconectividad para desalentar el exceso de este riesgo.

Los recién llegados a cualquier red se conectan preferentemente a los miembros con alta conectividad. Las empresas transnacionales compran acciones entre sí por razones de negocios, no para dominar el mundo. Si lo hacen los grupos de conexión, también lo hace la riqueza, dice Dan Braha de NECSI: En modelos similares, el dinero fluye hacia los miembros más conectados. El estudio de Zurich, según Sugihara, “es una fuerte evidencia de que las reglas simples que rigen las empresas transnacionales dan lugar espontáneamente a grupos muy conectados”. O como Braha dice: “La denuncia del movimiento Occupy Wall Street de que el 1 por ciento de las personas tienen la mayoría de la riqueza refleja una fase lógica de la economía auto-regulada.”

Por lo tanto, la super-entidad no puede ser consecuencia de una conspiración. La verdadera pregunta, señala el equipo de Zurich, es si se puede ejercer el poder político concertado. Driffill considera que 147 es demasiado para sostener la confabulación. Braha sospecha que serán competencia en el mercado, pero actúan juntos en intereses comunes. Resistirse a los cambios en la estructura de la red puede ser de interés común como tal.

El top 50 de las 147 empresas superconectadas:

  1. Barclays plc
  2. Capital Group Companies Inc
  3. FMR Corporation
  4. AXA
  5. State Street Corporation
  6. JP Morgan Chase & Co
  7. Legal & General Group plc
  8. Vanguard Group Inc
  9. UBS AG
  10. Merrill Lynch & Co Inc
  11. Wellington Management Co LLP
  12. Deutsche Bank AG
  13. Franklin Resources Inc
  14. Credit Suisse Group
  15. Walton Enterprises LLC
  16. Bank of New York Mellon Corp
  17. Natixis
  18. Goldman Sachs Group Inc
  19. T Rowe Price Group Inc
  20. Legg Mason Inc
  21. Morgan Stanley
  22. Mitsubishi UFJ Financial Group Inc
  23. Northern Trust Corporation
  24. Société Générale
  25. Bank of America Corporation
  26. Lloyds TSB Group plc
  27. Invesco plc
  28. Allianz SE 29. TIAA
  29. Old Mutual Public Limited Company
  30. Aviva plc
  31. Schroders plc
  32. Dodge & Cox
  33. Lehman Brothers Holdings Inc*
  34. Sun Life Financial Inc
  35. Standard Life plc
  36. CNCE
  37. Nomura Holdings Inc
  38. The Depository Trust Company
  39. Massachusetts Mutual Life Insurance
  40. ING Groep NV
  41. Brandes Investment Partners LP
  42. Unicredito Italiano SPA
  43. Deposit Insurance Corporation of Japan
  44. Vereniging Aegon
  45. BNP Paribas
  46. Affiliated Managers Group Inc
  47. Resona Holdings Inc
  48. Capital Group International Inc
  49. China Petrochemical Group Company


* Lehman aún existía en el conjunto de datos utilizados de 2007


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