debe haber sobres de todos los colores, supongo..
Las sonrojantes cuentas del 20-N: 65 millones
El
informe del Tribunal de Cuentas sobre lo que costaron las últimas
elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 saca seriamente los
colores a los partidos políticos. Las más caras pese a la crisis y con
descontrol de proveedores.
El gasto oficial subvencionado por el Estado ascendió a 65 millones de
euros y se puede ver en detalle en la edición de EL MUNDO de hoy el
dispendio de cada uno de los 19 partidos políticos que obtuvieron
representación parlamentaria en los comicios, ganados por mayoría
absoluta por el PP. La cifra es similar a los ya de por sí históricos
67,7 millones gastados en 2008, pero que no haya habido apenas variación
en esta partida mientras que la economía española se deterioraba
profundamente en esos cuatro años y se encarecía su financiación
convierte los comicios en los más caros.
Por si fuera poco, el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Alvarez
de Miranda ha tenido que llamar la atención a todos los partidos
políticos en tres puntos increíbles en pleno siglo XXI y en una etapa en
que se exigen sacrificios y austeridad a los ciudadanos.
1. Conténganse.: "Se considera necesario que en el actual contexto
político y social, las formaciones políticas limiten los gastos
realizados a los imprescindibles para acometer la campaña electoral,
ajustándose a una interpretación estricta de los conceptos
subvencionables", se ve obligado a recomendar el siempre moderado órgano
fiscalizador del Estado. Sí, porque los partidos intentan colar como
gastos electorales otros que son ordinarios, según sus conclusiones. En
aquel año 2011, el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero
había subido el IVA, recortado el sueldo a los funcionarios y congelado
las pensiones. Su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, entraba en liza
con esa política. Mariano Rajoy, sin desvelar lo que iba a hacer
después, sí defendía la austeridad en su programa electoral. En torno a
20 millones de euros se gastó cada uno de los dos grandes partidos para
intentar ganar aquel 20-N.
2. Los más baratos, por favor. "Asímismo, las formaciones políticas
deberán prever un sistema de control interno que garantice la selección
de la oferta económicamente más ventajosa en relación con aquellas
operaciones que representen una importancia relativa sobre el volumen de
gastos declarados bien por su cuantía individual o bien por su
concentración en un mismo proveedor" pide el Tribunal. Parece mentira
que haya que hacer tal llamamiento a estas alturas de escoger a los
proveedores más baratos a partidos que se nutren en más de un 90% de
dinero público.
3. Proveedores, cooperen. El Tribunal de Cuentas reclama que se cambie
la Ley para fijar "las debidas sanciones a los terceros (entidades
financieras y proveedores) que obligados a remitir información al
Tribunal de Cuentas en relación con las campañas electorales no cumplan
con dicha obligación, dada su importancia a efectos de completar el
procedimiento fiscalizador". Resulta, según el informe, que hay 27
empresas proveedoras en la campaña electoral del 20-N que no han
colaborado con el órgano fiscalizador y no han informado sobre 1,2
millones de euros que facturaron a los partidos. Destaca de todos ellos
el PP, en que 16 proveedores por valor de 800.000 euros no han
colaborado. También siete proveedores de CiU por más de 371.000 euros.
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