Se “suicida” un investigador que culpó a la administración Bush y a la inteligencia saudí de estar detrás de los atentados del 11-S
Phillip Marshall,
escritor, investigador y expiloto de la CIA, fue encontrado muerto el 2
de febrero del 2013, junto a su mujer e hijos. También el perro de la familia fue asesinado.
Para
las autoridades se trató de un suicidio, pero los que conocían a
Phillip coinciden en que éste vivía atemorizado desde que publicó su
libro sobre el 11-S, en el que culpó al Gobierno de los Estados Unidos
de los atentados.
Phillip escribió que la administración Bush, con la cooperación de la
inteligencia saudí, fueron los responsables de los ataques terroristas
“de falsa bandera” a las Torres Gemelas.
Concretamente acusó al presidente George W. Bush de estar en connivencia
con los servicios de inteligencia de Arabia Saudita en la formación de
los secuestradores que murieron en los aviones usados en los ataques.
“Piense en esto”, dijo Marshall el año pasado en una declaración
escrita, “la versión oficial sobre un fantasma (Osama bin Laden) en una
cueva en el otro lado del mundo derrotando a todo nuestro ejército en
territorio de EE.UU. es absolutamente absurdo”.
Marshall también llegó a decir: “La verdadera razón de que el ataque
fuera un éxito se debió a una operación coordinada que preparó a los
secuestradores para volar grandes aviones comerciales. Tenemos docenas
de documentos del FBI para probar que este entrenamiento de vuelo se
llevó a cabo en California, Florida y Arizona en los 18 meses previos al
ataque”.
Fragmentos de su Libro:
“Después de un exhaustivo estudio de 10 años, estoy al 100 por ciento
convencido de que un equipo encubierto de agentes de la inteligencia
saudita proporcionó los recursos logísticos, financieros y tácticos para
los secuestradores”, escribió Marshall. “Todas las pruebas posteriores
no han hecho más que confirmar esta conclusión”, añadió.
El 1 de marzo de 2012, dos ex senadores estadounidenses, Bob Graham y
Bob Kerrey, también plantearon la posibilidad de la participación de la
administración Bush en los atentados, en los que murieron 3.000
personas, para así estimular la guerra mundial contra el terrorismo.
Grahan y Kerrey aseguraron incluso que el gobierno saudí desempeñó un
papel directo en los atentados terroristas.
Graham encabezó una investigación conjunta del Congreso sobre los
ataques y denunció el silencio en torno a los hallazgos de su comisión
en 2002 tanto por el ex vicepresidente Dick Cheney como por otros altos
miembros de los servicios de inteligencia a las órdenes de Bush.
¿Es este asesinato despiadado de toda la familia de Phillip Marshall,
incluído el perro, una advertencia para aquellos que estén pensando en
investigar o publicar sobre el tema? Juzguen ustedes.
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