Urdangarín a Corinna: "Como ya te ha comentado el Rey, te envío mi currículum"
El ex socio de Iñaki Urdangarín en el Instituto Nóos, Diego Torres,
entregó ayer al juez José Castro una remesa de 197 correos electrónicos
que dejan en una situación muy comprometida a la Casa del Rey. En uno
de esos emails, el duque de Palma se dirige a la aristócrata Corinna zu
Sayn-Wittgenstein, íntima amiga del monarca, en estos términos: "Como
ya te ha comentado mi suegro, te envío mi currículum".
Según se desprende de ese email, don Juan Carlos le pidió a la princesa
alemana, con la que el año pasado viajó a Botsuana para participar en la
polémica cacería de elefantes en la que resultó herido, que tratase de
colocar a su yerno en la Fundación Laureus, una organización
internacional de carácter altruista que promueve la práctica del deporte
como herramienta para combatir la pobreza infantil, y a cuya junta
consultiva pertenecía Corinna.
Tras recibir el mensaje de Urdangarín y su currículum profesional, la
amiga del Rey respondió al duque de Palma con otro correo electrónico,
en el que se comprometía a "hacer todo lo posible para conseguir que te
paguen el sueldo más alto". La pretensión del monarca era que su yerno
se hiciera cargo de lamarca española de la Fundación Laureus, en la que,
según detalló Corinna a Urdangarín en su respuesta, podría ganar más de
200.000 euros anuales.
Torres, que ayer compareció durante más de siete horas ante el juez
Castro, aseguró que Urdangarín llegó incluso a facilitar a la princesa
alemana un número de cuenta corriente que compartía con su esposa, la
infanta Cristina de Borbón. El cruce de correos entre Corinna y el yerno
del Rey llegó a ser tan intenso que, en uno de ellos, éste llega a
decir a su interlocutora: "Prefiero que hablemos por el móvil, que es
más seguro".
"Visto bueno" de Zarzuela
Durante su esperada comparecencia ante el Juzgado de Instrucción número 3
de Palma, Torres concentró gran parte de sus esfuerzos en demostrar
que, puesto que la Casa del Rey "dio el visto bueno" a todas las
actividades del Instituto Nóos, éstas no podían ser ilegales. Entre
otras razones porque la infanta Cristina tenía "tanto peso en la toma de
decisiones como cualquier otro miembro de la Junta Directiva", a la que
también pertenecía el secretario de aquélla, Carlos García Revenga.
Fue la Casa del Rey, según explicó Torres, quien movió los hilos para
situar a Urdangarin en los consejos de administración de varias empresas
privadas cobrando salarios muy elevados, tras recomendarle que "no
fuera impaciente". El marido de la Infanta llegó a ser directivo de
Telefónica Internacional, Aceros Bergara y Arcelomital, entre otras
grandes compañías. Y fue también el monarca, según refleja supuestamente
uno de los correos entregados al juez, quien hizo gestiones personales
para "conseguir patrocinadores" al Instituto Nóos.
Don Juan Carlos, según relató el ex número dos de la entidad "sin ánimo
de lucro", autorizó una reunión en el mismísimo palacio de La Zarzuela,
celebrada en la primavera de 2004, en la que participaron Urdangarín,
Torres, el entonces presidente valenciano, Francisco Camps, y la
alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá. El motivo de ese encuentro fue
negociar la puesta en marcha de los Valencia Summit, tres foros sobre
turismo y deporte que reportaron a las arcas de Nóos más de tres
millones de euros de fondos públicos.
El ex socio de Urdangarín repitió una y otra vez, primero a preguntas
del juez Castro y más tarde ante el fiscal anticorrupción de Baleares,
Pedro Horrach, que la Casa del Rey "estaba al corriente" de todas las
actividades del Instituto Nóos, desde el propio monarca a García
Revenga, pasando por el asesor jurídico de don Juan Carlos, José Manuel
Romero Moreno, conde de Fontao, y la infanta Cristina. "No se hacía nada
sin que fuera previamente supervisado y autorizado por la Casa Real",
insistió Torres.
"Cuidar las apariencias"
Éste reveló que el conde de Fontao, tras la salida de Urdangarín del
Instituto Nóos en 2006 supuestamente forzada por el Rey, le dijo al
yerno del monarca que podía seguir adelante con sus negocios, siempre y
cuando "cuidase las apariencias"; es decir, que fuese Torres, y no el
duque de Palma, quien figurase públicamente como promotor de los nuevos
proyectos.
Por si fuera poco, Torres acusó al abogado de Urdangarín, Mario Pascual
Vives -presente durante el interrogatorio-, de haberle presionado para
que asumiera toda la responsabilidad en la gestión del Instituto Nóos y,
de esta forma, exculpar a su cliente. A cambio tendría "un trabajo
asegurado en el extranjero" y "no le faltaría nada". Ante la gravedad de
esta acusación, el fiscal le pidió que fuera más explícito; y Torres
aseguró entonces que Pascual Vives le hizo esa oferta en el despacho de
su abogado, Manuel González Peeters. La proposición incluía hacerse
cargo de todos los gastos originados por su defensa.
Varios de los abogados presentes en la declaración de Torres trasladaron
a El Confidencial su impresión de que el fiscal no pedirá la imputación
de la infanta Cristina, ya que el ex socio de Urdangarín no presentó
ayer "pruebas concluyentes" de la implicación de la hija del Rey en el
entramado presuntamente delictivo. Sí dieron por hecho, sin embargo, la
próxima citación, bien como imputado o en calidad de testigo, del conde
de Fontao. El próximo sábado será el turno del duque de Palma.
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