20130428

“Con lo que cuesta una tarde de toros damos trabajo a dos personas”

los ineptos echan la culpa a "la crisis", mientras que los que administran con responsabilidad duermen con la consciencia tranquila.. disfruten lo votado..



“Con lo que cuesta una tarde de toros damos trabajo a dos personas”

Son un milagro en medio del desierto presupuestario de las administraciones públicas españolas. En España existen municipios donde sus representantes no han vivido por encima de sus posibilidades. Políticos que han hecho de la necesidad virtud, han capeado como han podido la crisis y, contra todo pronóstico, cerraron las cuentas de 2012 sin deber ni un solo euro. En la Comunidad de Madrid, 36 de los 176 municipios no tienen deuda. Cuatro de ellos, Gascones, Lozoya, Horcajuelo de la Sierra y San Agustín de Guadalix, han desvelado a El Confidencial el único secreto de su éxito: administrar las cuentas de todos como cada uno haría con su libreta de ahorros.

En la Sierra Norte de Madrid viven los 180 vecinos de Gascones. La secretaria interventora municipal, Encarnación Sanz, se comparte con otros municipios colindantes. “Los ingresos propios del ayuntamiento se utilizan para los gastos comunes: alumbrado público, calefacción de los edificios, el médico, las reparaciones que van surgiendo…”. El secreto para que los vecinos no hayan tenido que sufrir subidas en los impuestos municipales en esta época de crisis es muy sencilla: “No hemos gastado nunca más de lo que ingresamos, ni siquiera en la época en la que recibíamos más dinero de la Comunidad de Madrid”, resume Sanz. Para gestionar el dinero público municipal, en el consistorio únicamente trabajan dos auxiliares. Nada de personal eventual. “Y no hemos tenido nunca ningún problema”.

Lozoya vive con un presupuesto anual que se aproxima al millón de euros. Sus 600 vecinos pueden presumir de que el consistorio no tiene ni un solo crédito bancario, “y eso que la Comunidad de Madrid ha reducido bastante la subvención que nos da anualmente”, cuenta Alicia Sánchez, la secretaria del consistorio. Incluso con las cuentas saneadas, los responsables municipales no tiraron nunca la casa por la ventana y miraban siempre al milímetro todos los gastos corrientes que se tenían. Para gastos extraordinarios, como las fiestas del pueblo, los responsables municipales preguntan a sus vecinos antes de invertir dinero de todos en organizar una fiesta. Sin ir más lejos, el año pasado hicieron un referéndum para votar si estaban dispuestos a que el ayuntamiento se gastase 25.000 euros en una corrida de toros. “Votamos que no. Con ese trabajo dimos trabajo a dos personas”. Los afortunados son dos vecinos del municipio que se han convertido en “chicos para todo”. Uno, ha sido bautizado como el “peón municipal”, y se encarga de “hacer de todo, hasta de segar”. La otra afortunada es otra paisana, que desde entonces es la bibliotecaria “y da las comidas en el comedor del colegio”.



De las 95 personas que viven en Horcajuelo de la Sierra, solo dos están en paro. La alcaldesa, Lucía Fernández, también tiene a su disposición trabajadores multiusos. “El propio secretario lo comparto con tres ayuntamientos más”. Las fiestas patronales que se celebran en agosto se costean entre el consistorio y los vecinos. “Solemos recoger unos 6.000 euros entre todos”. Durante tres días están garantizadas las sardinas asadas, la sangría y la caldereta que se comen todos juntos en la plaza. “Somos como una gran familia”. El consejo de Fernández a otros alcaldes que están ahogados por las deudas es gobernar con sentido de la responsabilidad: “Hay que mirar el dinero más que el propio, porque es de todos, y hay que administrarlo con respeto”. Por eso en Horcajuelo de la Sierra no hay piscina pública ni pabellón, “porque no nos lo podemos permitir”. Su alcaldesa tampoco aceptó los “juegos para mayores” que la Comunidad de Madrid ofreció. “No los íbamos a utilizar porque no cuadraba con los gustos de nuestros vecinos. Así que les dijimos que lo llevasen a otros municipios donde sí les darían uso”.

Los municipios más grandes, los peor administrados

A Joaquín Aspiroz, concejal de Hacienda de San Agustín de Guadalix, le tocó la tarea más complicada cuando el PP ganó las elecciones del municipio en 2011: “cuadrar un presupuesto desbocado: teníamos un déficit de 2,5 millones de euros”. El factor determinante fue el crecimiento en la recaudación de impuestos. “Pese a esa subida, seguimos estando por debajo de la media de lo que pagan los demás madrileños”. Con estabilidad presupuestaria “y mucho esfuerzo por parte de todos”, el equipo de gobierno consiguió cerrar 2012 con un superávit de 1,4 millones de euros. “Somos autosuficientes y podemos mirar al futuro con optimismo”.

No pueden decir lo mismo hermanos mayores con muchos más recursos como Móstoles (el más grande de la región tras la capital, con más de 200.000 vecinos), que tiene una deuda de 126 millones de euros; Alcorcón (168.000 habitantes) que cerró 2012 debiendo 265 millones; Alcalá de Henares con una deuda de 182 millones y Torrejón de Ardoz, que debe 152, sin hablar del Ayuntamiento de Madrid, el municipio más endeudado de toda España. Mientras los más grandes sobreviven 2013 como pueden y echan la culpa de su situación económica a la crisis que asola a todo el país, en Gascones, Lozoya, Horcajuelo de la Sierra y San Agustín de Guadalix sus responsables municipales pagan “en tiempo y forma” a los proveedores y todos, políticos y vecinos, duermen con la conciencia muy tranquila.

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