ya sabemos la solución: hay que subir el precio, subir los impuestos, y mermar aún más los salarios submileuristas (del que lo tiene, claro; porque 7 millones de parados poco van a gastar).. es lo que tiene tratar al cliente como imbécil (8 Euros o más el ticket); luego habrá que despotricar de "la piratería" y intentar ponerle puertas al campo..
Batacazo histórico de los cines españoles
Que la taquilla española tenga su peor fin de semana de todos los
tiempos empieza a no ser noticia. Desde que salieron los primeros rayos
de sol primaverales (finales de abril) los cines han vivido varios
mínimos históricos, pero nada comparado con el hundimiento de este fin
de semana: 2,1 millones de euros de recaudación. Las cinco películas más
vistas han sido Resacón 3, Trance, Fast & Furious 5, Un invierno en
la playa y El gran Gatsby. La mejor media por copia ha sido para Un invierno en la playa con unos tibios 1.580 euros (equivalente a 210 espectadores por local).
Para que se hagan una idea de lo desastroso de una cifra total que
apenas supera los 2 millones de euros: hasta este año, los tres peores
datos (siempre coincidiendo con finales y semifinales de mundiales y
eurocopas) habían basculado entre los 3,65 millones y los 3,85 millones
de euros. El fin de semana más negro de 2012 se recaudaron 3,83 millones
de euros. La comparación ni siquiera tiene en cuenta la fuerte subida
del precio de las entradas en los últimos meses.
Tomemos en cuenta el número de espectadores: el dato más bajo hasta
ahora eran los 560.000 que fueron al cine mientras la televisión
retransmitía el momento álgido del Mundial de Sudáfrica. Cifra que ahora
parece estratosférica en contraste con los 300.000 espectadores de este
fin de semana.
Resumiendo, se recauda la mitad de lo que hasta ahora era considerado un
desastre. El estreno el próximo viernes de El hombre de acero,
relanzamiento del personaje de Súzperman, debería dar un respiro a las
menguadas arcas de los cines españoles. La clásica dependencia de los
blockbusters de Hollywood se ha hecho aún más evidente desde que se
agudizó la crisis de asistencia.
Marcas de pesadilla
La cifra de espectadores de cine en España lleva desplomándose desde
hace una década: 143,93 millones (2004), 127,65 (2005), 121,65 (2006),
116,93 (2007), 107,81 (2008), 109,99 (2009), 101,60 (2010), 98,34 (2011)
y 90 (2012). Es pronto para predecir qué pasará de aquí al 31 de
diciembre, pero todo apunta a una caída estrepitosa y sin precedentes
(mundiales). Durante el primer trimestre del año la venta de entradas
descendió un 7% respecto al mismo periodo del año anterior, pero eso era
antes de que la taquilla empezara a batir marcas negativas históricas…
Durante el mes de mayo se recaudaron 22,5 millones de euros y se
vendieron 3,2 millones de entradas. Un 33% menos que en el mismo periodo
de año anterior y un 50% menos que en 2011.
En una paradoja de alto significado político, el desplome de la
recaudación también está menguando los ingresos de Hacienda. Todo pese a
que el objeto de la polémica subida de IVA era precisamente aumentar la
recaudación estatal.
El IVA del cine en España es el más alto de los 17 países de la
eurozona, donde la media es del 10,1%. El IVA de Francia y Alemania es
del 7%. Los mercados cinematográficos de Letonia y Portugal se hundieron
un 20% tras subir el IVA de las entradas al 21%: “En ambos casos, los
ingresos fiscales que obtuvo el Estado de la exhibición disminuyeron
tras la subida del IVA”, afirmó la MPAA, lobby de los grandes estudios
de Hollywood, en una carta colectiva (y profética) enviada a Mariano
Rajoy el pasado mes de diciembre.
Menos espectadores, menos cines
Otra consecuencia de la bajada de espectadores: el cierre de cines. El
brutal y caótico ajuste industrial que está sufriendo el sector en los
últimos tiempos se ha cobrado una nueva víctima: el grupo valenciano
Ábaco-Cinebox inició hace unos días su proceso de liquidación, según
informó ayer la web Entrada Numerada.
A la espera de que el juzgado nombre a los administradores concursales,
los 19 complejos (250 pantallas) que aún poseía el grupo parecen
abocados al cierre si la competencia no compra alguno durante la
liquidación.
Ábaco-Cinebox ha sido víctima de la caída de espectadores y la subida
del IVA, pero también de una gestión arriesgada antes del estallido de
la crisis financiera. El clásico caso de endeudamiento excesivo. Ábaco
compró CineBox en 2006 por 60 millones de euros. Se convirtió así en la
tercera cadena cinematográfica del país con 42 cines, 450 pantallas y
1200 empleados. Pero al año siguiente, el grupo entró en concurso de
acreedores. En 2011, salió del concurso tras acordar con sus acreedores
una quita (descuento) del 70% de la deuda. El principal acreedor del
grupo cinematográfico era la banca valenciana Bancaja, que meses después
viviría su propio proceso de autodestrucción.
Consecuencias de la crisis de Ábaco-Cinebox: Pontevedra se convirtió
ayer en la primera capital de provincia española sin cine tras el cierre
de la sala Cinebox Vialia. La empresa dueña del cine debía varios meses
de alquiler. El local estaba pendiente de desahucio.
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