son submileuristas y parados están cobrando por encima de sus posibilidades.. disfruten lo votado..
El empleo se abaratará más
Sin créditos y sin estímulos fiscales, otra reforma laboral para abaratar el empleo se hace inevitable.
El Banco de España recomendó ayer para salir de la crisis trabajar por
menos del salario mínimo de manera excepcional. Esa es la fórmula que
utilizó Alemania a comienzos de la década, devaluó los salarios para
ganar competitividad y a partir de ahí impulsó las exportaciones y el
crecimiento. Es una práctica utilizada ya por las empresas españolas,
que está detrás del equilibrio de la balanza comercial obtenido en el
primer trimestre. El enorme esfuerzo en reducción de plantilla y el
recorte de salarios explica el progreso de las exportaciones (5,5 por
ciento). El otro factor culpable del equilibrio de las cuentas
exteriores es el hundimiento del consumo interno, que deprime las
importaciones (-5,3 por ciento). Pero, ¿se puede ajustar en sueldo y en
consumo sin un deterioro económico importante? Es evidente que no,
porque entraríamos en un círculo vicioso: cuanto más cae la capacidad
adquisitiva, se consume menos y ello retroalimenta la recesión.
¿Por qué la fórmula tuvo, entonces, éxito en Alemania? Porque se daban
circunstancias muy diferentes a las actuales. Los germanos, a la par que
se bajaban el sueldo, invertían en mejoras de la producción, gracias a
que tenían acceso ilimitado al dinero barato. Las empresas mejoraban su
competitividad tanto por la vía de los costes como de la calidad de sus
productos.
En España, esto no es posible, porque con la excepción de las
administraciones públicas y alguna firma como Pescanova, que verbigracia
de Alberto Núñez Feijoo recibirá cuatro millones de la Xunta de
Galicia, las pymes tienen cerrado el grifo de los préstamos. Cuando lo
consiguen, además, es en condiciones muy onerosas, cinco o seis puntos
por encima de sus competidores germanos o franceses. Este es el talón de
Aquiles de la economía española. La reforma financiera emprendida por
el titular de Economía, Luis de Guindos, no logra desatascar el crédito,
según el informe que hoy publicamos del Banco de España.
Al contrario, la banca nacionalizada lo restringe. Su saneamiento a
medias la obliga a permanentes reestructuraciones, que cercenan su
escaso margen para prestar. Hasta el ministro de Economía germano,
Wolfgang Schäuble, consciente del problema, ofreció alrededor de mil
millones para las pymes españolas. Calderilla, dicho sea de paso, en
comparación con sus necesidades financieras.
El panorama se puede complicar para la banca nacionalizada si los jueces
dan la razón de forma masiva a las reclamaciones de los titulares de
preferentes. Ello obligaría a estas entidades a correr con el gasto de
las indemnizaciones en su totalidad. En contrapartida, la quita que
soportan las preferentes es cada vez mayor. Por término medio ya pierden
el 40 por ciento, aunque algunas como las de Banco de Valencia se
dejaron el 90 por ciento de su dinero. Son peores las de Novagalicia o
Catalunya Bank, donde no se saben cuándo podrán recuperar el capital que
les corresponde y para ello tendrán que abonar una comisión. Parece que
el Fondo de Reestructuración Bancaria (Frob) no está interesado en que
retiren la inversión, porque mermaría el capital de las entidades
nacionalizadas de su propiedad.
Me decepcionó la intervención esta semana en el Congreso de la
presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, porque no tuvo agallas de
reconocer la culpabilidad de su institución. La CNMV, bajo el mandato de
su predecesor, Julio Segura, ni advirtió a los usuarios de los riesgos
de estos productos ni sancionó a entidad alguna por su venta. Rodríguez
tomó posesión de su cargo con la sana intención de poner las cosas en su
sitio. Pero hasta la fecha solo conocemos la apertura de expedientes a
nueve bancos, sin saber siquiera el motivo. Quizá la falta de personal,
como denuncia ella misma, le impida resolver estos expedientes con
diligencia, o quizá sufra presiones oficiales como su antecesor para
mantener la boca cerrada.
Mientras que la CNMV sea un organismo dependiente del Gobierno, su
actuación dejará mucho que desear, al igual que el Banco de España.
Ambas instituciones cobijaron la emisión de preferentes por parte de las
anteriores cajas de ahorros para intentar recapitalizarse. Se echa en
falta un organismo independiente que defienda los intereses de los
particulares.
La segunda gran diferencia con el despegue alemán es que España está
sometida a un ajuste permanente por parte de Bruselas, que deprimirá a
corto plazo su crecimiento. Esta semana, Bruselas nos pidió otra vuelta
de tuerca para las reformas laboral y de pensiones, así como un alza del
IVA reducido. Rajoy hizo bien en negarse a subir más impuestos, al
igual que comienza a valorar el pacto con Rubalcaba en algunos aspectos.
El Gobierno continuará con su agenda reformista a menor ritmo para no
deteriorar más la situación. Pero sin créditos y sin estímulos fiscales,
otra reforma laboral para abaratar el empleo se hace inevitable.
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