El giro de los bancos centrales noquea a las bolsas y desata una nueva crisis de deuda
Las tensiones en el mercado de deuda siguen aumentando después de que la
semana pasada volviera la presión al secundario a raíz del anuncio del
calendario de retirada de los estímulos de la Reserva Federal. Ello,
combinado con la incapacidad de los líderes europeos de ponerse de
acuerdo en torno al rescate bancario y el miedo a un colapso del crédito
en China, se ha traducido en un fuerte repunte de las rentabilidades de
los bonos a lo largo y ancho del globo y, en consecuencia, importantes
caídas en las bolsas.
El interés del bono español volvía a saltar en la apertura por encima
del 5% en el que no se encontraba desde el pasado 1 de abril, aunque a
las 10:45 horas se moderaba al 4,92%. Esto llevaba la prima
momentáneamente hasta los 325 puntos básicos, su nivel más alto desde el
22 de abril, aunque luego caía hasta los 311 puntos básicos, en tanto
que el bund alemán ofrecía un interés del del 1,80%, su nivel más alto
desde hace más de un año.
En Europa, son dos los factores que están sembrando la incertidumbre en
el mercado secundario de la Eurozona. Por un lado, la semana pasada los
ministros de finanzas de la UE fueron incapaces de alcanzar un acuerdo
sobre las reglas de los futuros rescates bancarios tras 21 horas de
debate. Los miembros del Ecofín se volverán a reunir en Bruselas para
establecer una jerarquía en el orden de pago de la factura de un rescate
bancario. Se propone que en primer lugar sean los accionistas, luego
los acreedores, los bonistas y, por último, los depositantes.
Por otro, la ruptura del Gobierno de coalición de Grecia por la crisis
provocada tras el cierre de la televisión pública el pasado martes en
una decisión unilateral del gobierno del Antonis Samaras.
El tipo del treasury, en máximos desde 2011
Pero el aumento de las rentabilidades no se está produciendo sólo en
Europa. El interés del bono estadounidense a diez años también ha
repuntado hasta el 2,6%, su nivel más alto desde agosto de 2011. No en
vano, a los mercados se les han juntado varios asuntos para encarar la
renta final del mes.
En primer lugar, las palabras el pasado miércoles del presidente de la
Fed, Ben Bernanke, continúan coleando en tanto que los inversores,
especialmente los de los mercados de deuda, han dado por hecho que el
banco central comenzará a retirar los estímulos, bajando el importe de
la compra de bonos a finales de este mismo año.
"Es cierto que el BIS recomienda a los bancos centrales que comiencen a
dar marcha atrás en sus medidas expansivas, pero también lo es que pide
que esta acción sea tomada de forma ordenada", afirma José Luis Martínez
Campuzano, estratega de Citi. "¿El riesgo? Que si no es así, provoque
una nueva crisis bancaria. Y no es una amenaza menor", concluye.
A esto hay que sumar que China se ha convertido en otro importante
factor de incertidumbre que justifica las ventas. El tipo de interés
interbancario lleva días sometido a mucha tensión, aumentando el miedo a
un posible colapso del crédito, como consecuencia de la acción del
banco central del país, decidido a terminar con los desequilibrios del
sistema financiero y, en especial, el llamado shadow bancking, es decir,
los activos que no constan en el balance de los bancos.
El miedo se traslada a la renta variable
Y esta presión se traduce en dudas para los inversores de renta
variable, que no están dispuestos a comprar en la última semana del mes y
del semestre. De esta manera, los principales índices europeos se
mueven en negativo, con el Ibex 35 y el MIB italiano a la cabeza del
castigo. El selectivo español, que aguantaba el tirón en los primeros
compases gracias a las subidas de Telefónica, se ha dado la vuelta
cuando la operadora se ha puesto a caer y pierde más de un 2% para
perder los 7.600 puntos. Telefónica se deja un 0,7% tras la venta de su
filial irlandesa a el grupo Hutchison Whampoa por 850 millones de euros.
El selectivo acumula una caída superior al 7% en lo que va de mes.
Entre el resto de índices, el Eurostoxx 50 cae un 0,7%, el Cac 40 un
0,5% y el Dax un 0,3%.
Los mercados enfrentan así una complicada semana, en la que se espera
que la volatilidad sea una constante. Y es que "los inversores tardarán
todavía tiempo en asumir el nuevo escenario al que deberán enfrentarse
los mercados en el medio plazo, y que estará caracterizado por tipos de
interés algo más elevados de los de los últimos años", aseguran desde
Link Securities.
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