Gobernados por truhanes: el desastre presupuestario
Mientras los ingresos fiscales se hunden por enésima vez consecutiva,
como consecuencia de que la actividad económica -el PIB de España- es en
realidad un 21% inferior al que refleja la cifra oficial (830.000
millones y no 1,05 billones) que llevan manipulando desde 2008;
mientras, además, se baten todos los récords de déficit justo por lo
mismo, el PIB estimado por sus componentes se ha desplomado el 5%
interanual a abril, frente a la cifra grotesca dada por estos tramposos;
mientras la renta de las familias se desploma en otro 4,2%, resulta
absolutamente escandaloso el espectáculo de unos barones disputándose
como alimañas un dinero que España no tiene, escenificando sin tapujo
alguno la fragmentación política y económica de una nación que Rajoy es
ya incapaz de controlar. Estamos en manos de truhanes, es decir, de
sinvergüenzas (como quería Unamuno designar a los que carecen de ella)
que viven del engaño y del expolio.
Pero es que además Rajoy, el nuevo Judas de la política española, digno
sucesor de Fernando VII, ha traicionado a sus votantes, ha traicionado a
su partido, ha traicionado a los medios afines ayudando a Prisa a
refinanciar su deuda de más de 3.000 millones, y ahora traiciona a sus
barones y traiciona a España pactando con los separatistas la entrega de
más de 10.000 millones, a la vez que inician el montaje de un Ejército
propio -supongo que de mercenarios, ya que los de ERC y los de CiU lo de
quemar banderas españolas impunemente sí, pero lo de subirse a los
tanques, como que no- con el dinero que les da Rajoy. Y su última
traición: pactar con Bruselas ampliar el límite de déficit en 20.000
millones para mantener el despilfarro político, a cambio de subir el
IVA, impuestos verdes, recortar en sanidad y farmacia y, sobre todo,
reducir drásticamente las pensiones. Rajoy, aparte de un cobarde
patológico, es un auténtico sociópata.
Sin embargo, la gente no entiende la gravedad de las traiciones de este
nuevo Judas, y muchos creen que se lo han impuesto, aunque lo ha pactado
libremente. Sin embargo, muy pronto las van a sentir cuando destrocen
sus vidas y les empujen hacia la miseria. Tampoco comprende el pueblo la
gravedad de que el partido gobernante adopte el principio de la
pluralidad oligárquica para repartirse el dinero de la nación. El
Gobierno se ha convertido en una mezcla entre la cueva de Alí Babá,
donde prosperan desigualmente los jefes de la banda (barones y
baronesas) y la ley de la mafia, donde el botín se reparte en función
del poder de cada cabecilla. ¿Qué pueden esperar los españoles de este
grupo de malhechores legales, más peligroso que los bandidos desalmados,
ya que nada les importa? Ni la patria, ni la nación, ni la Justicia, ni
siquiera su propio honor y menos que nada, el bienestar de los
ciudadanos.
Hemos entrado en un estado de descomposición que no habían conocido
hasta ahora los Estados surgidos en el Renacimiento. Se conocen
perfectamente las causas que llevaron a la desintegración a los imperios
antiguos, de los califatos en reinos de taifas, de los imperios
monárquicos en Estados nacionales, pero lo que no se conocía era la
desintegración de un Estado nacional en regiones sin Estado, una
dislocación no sólo de la realidad histórica, sino del mismísimo
concepto de nación que estos truhanes que nos gobiernan, tan faltos de
moral como de conocimientos, están fraguando delante de unos gobernados
atónitos. Ello nos está llevando a la miseria y al caos, hasta llegar a
la aniquilación definitiva de España. Este es el paisaje donde el
tancredismo del rey Juan Carlos arbitra y modera.
Factor de sostenibilidad para pensionistas, no para los mafiosos
La cuantificación de la traición de Judas Rajoy a los pensionistas
actuales y, sobre todo, futuros, la están realizando Fátima Báñez y un
'comité de sabios' que, ingenuamente o no, están poniendo sus
conocimientos y su prestigio al servicio del mal, ya que su análisis
servirá de coartada para llevar a la miseria a millones. Estas personas
han llegado a la conclusión de que para mantener unas pensiones, aunque
sean de hambre, hay que introducir un “factor de sostenibilidad”: gastar
sólo lo que se ingrese. ¿Que se ingresa un 10% menos? Se bajan las
pensiones un 10 %. ¿Que la relación entre activos y pasivos sigue
bajando, o sube la esperanza de vida? Se bajan las pensiones lo que sea
menester. Porque según esta teoría, el Estado no puede endeudarse para
la Seguridad Social, pero para la chusma separatista puede no sólo
endeudarse, sino vaciarse, y para la casta política la caja del Estado
se convierte en su fuente de riqueza privada.
Yo no sé al final la recomendación del 'comité de sabios', cuyo buen
juicio me consta en algunos casos, pero desde aquí me atrevo a hacerles
dos reflexiones. La primera, que no pueden ignorar que las cotizaciones
sociales hoy insuficientes, pero pagadas con creces por aquellos a
quienes ahora se va a negar el pan y la sal, les fueron robadas por los
Gobiernos socialistas entre 1984 y 1996 cuando no existían cajas
separadas, y utilizadas en financiar el AVE a Sevilla, los fastos del 92
y todo el gasto corriente que les dio la gana. La cifra publicada fue
que 250.000 millones -traducidos a euros- de cotizaciones sociales
fueron utilizados para financiar gasto e inversión del Estado. Sea esta u
otra diferente, simplemente no pueden ignorarla: el Estado debe
devolver a los pensionistas la cantidad robada.
La segunda, si prevalece el factor de sostenibilidad o cualquier otro
similar, tienen la obligación grave, profesional y moral de exigir que
este factor sea aplicado por igual y simultáneamente a la totalidad del
gasto público. Y si el Gobierno se niega a ello, que por supuesto lo
hará, rehusar firmar la propuesta explicando por qué. No sé si lo harán o
no, pero si no lo hacen no duden que pasarán a la historia como doce
hombres y mujeres sin piedad para satisfacer a un Gobierno de
desalmados, irresponsables y corruptos, cuyo desmoronamiento final está
cantado. Sería una cobardía incalificable y se convertirían en
colaboradores necesarios de una monstruosa felonía contra quienes no
pueden defenderse.
Y esto, señoras y señores pensionistas actuales y futuros, no es para
2025, es para ya mismo. Los pensionistas actuales perderán de media un
20% en no mucho tiempo, y los millones que se jubilarán a partir de
ahora cobrarán la mitad o menos de lo que pensaban, y todo para que a
Judas Rajoy le permitan en Bruselas despilfarrar 20.000 millones de
euros más este año para financiar a las oligarquías política y
financiera. Porque ¿qué pasa con la mafia política y sus dos millones de
enchufados? ¿Qué pasa con los miles de empresas públicas, las decenas
de miles de coches oficiales, las más de 200 embajadas? ¿Qué pasa con
los bancos inviables, que se llevan nuestro dinero a carretadas? ¿A
estos truhanes, malhechores y corruptos no se les aplicará también el
factor de sostenibilidad? Pues no, como le dijo Judas Rajoy a Rosa Díez:
“Eso ni se plantea”. Para ellos, Judas Rajoy y sus secuaces endeudan a
España en 5.000 millones de euros cada semana.
El desastre presupuestario
El vuelco dado por las cuentas públicas desde 2008 en adelante no tiene
precedentes ni a nivel internacional ni en nuestra propia historia: en
cinco años la recaudación ha caído en un 30%, pero la tendencia al alza
del gasto de las Administraciones Públicas, fundamentalmente comunidades
autónomas y ayuntamientos, no ha cesado y se ha incrementado en un 10%
(un 13% los gastos de personal), y para financiar esta orgía de
despilfarro público, ZP y Rajoy han multiplicado la deuda 2,3 veces, de
forma que los intereses superan ya de largo a los gastos de personal: es
algo que no está en los anales de ninguna Hacienda Pública, estamos
haciendo historia.
Lo primero que deben tener muy claro si quieren entender este desastre y
lo que nos espera en el futuro es que se trata de un hecho estructural,
el más estructural de todos: la riqueza nacional no es la que nos dicen
que es, sino mucho menos, y ese es el factor principal que explica el
hundimiento de las bases imponibles. Luego hay otros factores: los ricos
no pagan, el fraude es muy alto y varios más, pero que no son una
novedad, sino endémicos en el sistema fiscal español. “Hay que rediseñar
el sistema fiscal”, dicen estos cretinos que nos gobiernan con la
esperanza de seguir chupando del bote. ¡Que no, que ese no es el
problema, el problema es que no hay, porque la riqueza que produce la
nación no es la que se supone que es! Han venido sobrevalorando el PIB
desde 2008 y Rajoy, en vez de ponerlo al descubierto, no sólo lo ha
aceptado como válido, sino que sigue haciendo lo mismo.
Si el PIB es de 830.000 millones, como es, en lugar de 1,05 billones,
¿de dónde narices van a sacar una recaudación por mucho que nos suban
los impuestos o se inventen 80 nuevas figuras tributarias como en las
comunidades autónomas si las bases imponibles son las correspondientes a
un PIB un 21% más reducido? Es como si a un enfermo de anemia trataran
de curarlo con sangrías cada vez mayores. Esto no tiene solución, la
respuesta de estos descerebrados que no saben lo que tienen entre manos
es subir más los impuestos -más sangrías- lo que sólo hunde más deprisa
la actividad económica y aporta menos ingresos. Luego sale Montoro y
montones de seudoanalistas y nos cuentan sin saber lo que dicen, que lo
que pasa es que la presión fiscal en España es muy baja.
Hay que ser un mentiroso compulsivo para afirmar o un ignorante cum
laude para creerse que partiendo de una presión fiscal del 41,3% en
2007, y habiéndose realizado las mayores subidas de impuestos de la
historia de España, en 2012 la presión fiscal ha bajado al 35,1% ¿Pero
cómo puede nadie en su sano juicio afirmar tamaña sandez? Según los
datos de la OCDE, la presión fiscal soportada por la familia media
española con dos hijos es la más alta de largo de los 30 países que
forman esta organización a día de hoy. Después de las brutales subidas
de estos irresponsables tenemos los tipos impositivos marginales -si
añadimos Patrimonio- no sólo de Europa, sino de toda la OCDE, y resulta
que la presión fiscal es baja. Cambien ustedes el PIB por su valor real y
la presión fiscal es España es del 44,3%, esa es la cifra; pero como
además los ricos no pagan, el resultado es que esta en España es la más
alta del mundo desarrollado sobre los que cobran una nómina y, además,
con gran diferencia.
¿Y cuál es la solución a esta espiral hacia el desastre? Aplicar el
factor de sostenibilidad que les van a imponer a los pensionistas
bajando el gasto de las Administraciones Públicas un 40% para gastar lo
mismo que se ingresa, porque de donde no hay no se puede sacar. Entrando
en los datos concretos, las cifras de realización de ingresos incluida
la participación de las comunidades autónomas y Administraciones
locales, a pesar de las subidas hasta los niveles más altos del mundo,
el IRPF ha caído un 5,3%, sociedades un 36,9% y el IVA un 4,4%, un
auténtico desastre que se verá superado por las nuevas subidas de
impuestos, ya que nos encontramos en la parte descendente de la curva de
Laffer con una pendiente negativa creciente, con lo que el desastre que
ocasionará la nueva presión fiscal añadida será multiplicadamente
mayor.
Y si la realización presupuestaria del Estado está siendo un desastre,
calculen ustedes las de las CCAA y ayuntamientos, que siguen gastando a
chorro libre y han perdido un 6,9% de ingresos por impuestos que el
Estado ha tenido que compensar entregándoles 2.000 millones de más para
falsear su déficit. La parte de impuestos del Estado ha caído un 12,2%
en abril, y a las CCAA les han dado de más, de forma que ¡sus ingresos
por impuestos han crecido un 1,7%! De todas maneras, señores de
Eurostat, señores del BCE, lo primero antes de seguir dando un euro a
estos mafiosos es que calculen de una santa vez el PIB real de este
desgraciado país, porque todo se ha instalado sobre una gigantesca
mentira. Con un PIB de 830.000 millones que no se puede recaudar, ni
podemos endeudarnos en 5.000 millones a la semana ni podremos devolver
jamás nuestra gigantesca deuda, en la que si dividimos los pasivos en
circulación (deuda total a devolver) por el PIB real estamos en el 144%.
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