Un profesor desaira públicamente a la consejera Serrat en un acto en Binéfar
Le
critica por su "desfachatez" por aplicar recortes en la escuela rural y
acudir allí a "ponerse una medalla". El maestro le reprocha que sea
aconsejable no estudiar y aspirar a "ser asesores de algo o nombrados a
dedo
La consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat, sufrió
ayer el enésimo vergonzante episodio de desprecio público vivido en sus
carnes desde que está en el cargo por las decisiones que, en el
ejercicio de sus responsabilidades, ha ejecutado en esta legislatura. El
de ayer, en Binéfar, en su visita al instituto Sierra de San Quilez,
uno de los catorce centros que han participado en un proyecto de
investigación de tratamientos contra el cáncer. Acudió en representación
del Ejecutivo autonómico y un profesor le brindó, públicamente, un
desaire que ella ni sospechaba. Sobre todo cuando, en el momento de las
presentaciones, el docente aprovechó para agradecer la presencia de
todos los invitados menos la de ella.
Y no fue un descuido ni un olvido, se lo dijo a la cara. "A quien no
pienso agradecer su presencia es a la consejera, porque ha demostrado
tener mucha desfachatez para que después del destrozo que se está
haciendo en la escuela pública y, especialmente, en la escuela rural, se
presente aquí para ponerse una medalla a nuestra costa", le recriminó, según recogieron los micrófonos de Radio Zaragoza.
SEGUNDO ATAQUE
Son palabras de Manuel Buil, profesor del instituto
público de la localidad de Binéfar. Clara y contundente bienvenida la
que le brindó, aunque tenía reservada más artillería contra Serrat, a la
que no quiso ocultarle su enfado. Y por razones de peso como las
consecuencias que tienen para los estudiantes las dificultades que pone
la Administración para prosperar en una carrera como la científica, a la
que tantos nuevos valores da Aragón que, en los últimos años, se ven
abocados a buscar oportunidades fuera de España.
"A veces tengo mis dudas sobre si lo que estoy haciendo está bien o mal,
porque estoy preparando gente, tratando de que se formen y de que estén
lo mejor formados posible, y sé que lo que les espera es la
emigración", lamentó Buil, quien prosiguió su ataque a Serrat diciéndole
que "a lo mejor el mejor consejo sería que se quedaran aquí y,
aunque no saquen ningún título, ni el de Primaria, pueden ser asesores
de algo, o pueden ser nombrados a dedo. Y a lo mejor también ganan
bastante más que con la carrera científica", espetó.
Serrat acudía a visitar a los estudiantes de uno de los catorce
institutos que forman parte de este proyecto europeo, en el que su
departamento colabora con el Instituto de Biocomputación y Física de
Sistemas Complejos (BIFI). Cerca de 400 estudiantes han participado en
él.
Pero el medio rural y la comunidad científica están claramente
soliviantados. El problema para ella es que después del episodio vivido
con padres de alumnos a las puertas del colegio público Joaquín Costa de
Zaragoza, junto a José Manuel Blecua en su visita a la Feria del Libro
en Zaragoza, y el escrache de los tupperwares a las puertas de su
domicilio, Serrat suma y sigue con los desaires vergonzantes.
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