El 97% de los abortos que se practican en Málaga no seran posibles con la ley de Gallardón
parece que en el PPartido PPodrido la descomposición ha alcanzado ya el cerebro.. unos tiran para aquí, otros para allá.. un gran ejemplo de coherencia..
Monago: “Nadie puede obligar a una mujer a ser madre”
La grieta en el PP por la futura ley del aborto
se agranda poco a poco, a pesar de los esfuerzos de la dirección del
partido y el Gobierno por frenar las críticas remitiéndose al futuro
trámite de la norma en el Congreso y el Senado. Ayer se sumó a las voces
críticas José Antonio Monago, presidente de Extremadura, mientras que
otros dirigentes y parlamentarios que no comparten la reforma impulsada
por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se preparan para
plantear el asunto en el comité ejecutivo del PP que tendrá lugar el 8
de enero.
Monago, que gobierna en Extremadura gracias a los votos de IU, es
hasta el momento la voz más clara y de mayor relevancia en el partido
que se pronuncia contra la ley. “Nadie puede negar a nadie su derecho a
ser madre. Ni tampoco nadie puede obligar a nadie a serlo”, aseguró
anoche en el discurso institucional de fin de año. Antes de él, solo
otro barón regional del PP, el gallego Alberto Núñez Feijóo, había
sugerido cambios durante la tramitación parlamentaria, pero sin expresar
críticas al texto.
Sí lo hicieron en días pasados la delegada del Gobierno en Madrid,
Cristina Cifuentes, y el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Borja
Sémper, que pidió expresamente a los diputados populares que voten la
ley “en conciencia”, no por disciplina de partido. Dos alcaldes del PP
—la de Zamora y el de Valladolid— se mostraron contrarios a la eliminación del supuesto de aborto
por malformación fetal; y el portavoz de la Junta de Castilla y León
confió en que la ley se “matice” y se “mejore” a su paso por el
Congreso.
Críticos al proyecto quieren plantear su posición el día 8 en el Comité Ejecutivo
Ninguno de los que ha expresado la crítica en público debe votar la futura ley en las Cortes.
Monago ha sido el más claro, poniendo el énfasis en la capacidad de
decisión de la mujer al subrayar que “nadie” puede “obligar” a una mujer
a ser madre. En su discurso apostó por “desideologizar” este asunto:
“Creo sinceramente que la ideología no tiene que introducirse en asuntos
de Estado [...] y tampoco en materias tan sensibles como la
reproducción asistida o la interrupción voluntaria del embarazo”,
afirmó. “Necesitamos una ley del aborto que conecte con la sociedad, que
sea reflejo de la España actual, la que inicia 2014. Y para ello, las
posiciones se tienen que acercar”. El presidente extremeño abogó por
“aprender las lecciones del pasado”. “La ley del aborto de Felipe
González nos unió durante 25 años y la de Zapatero solo ha necesitado
tres años para dividirnos. Debemos trabajar entre todos por una ley del
aborto que dure al menos otros 20 años”, dijo.
La dirección del PP intenta frenar las críticas públicas remitiéndose
al trámite parlamentario en el que pueden incluirse cambios, y también a
la posibilidad de que se retoque cuando el texto vuelva al Consejo de
Ministros, una vez que el Gobierno reciba los informes pertinentes. No
obstante, el ministro de Justicia ya ha dicho que esa tramitación no
afectará a la esencia de su anteproyecto.
La dirección del PP insiste en remitirse a la tramitación parlamentaria
Varios diputados del PP, que rechazan la reforma, han expresado a este
periódico su voluntad de plantear su discrepancia en el comité
ejecutivo nacional que presidirá Mariano Rajoy el 8 de enero, aunque
ninguno ha manifestado públicamente su discrepancia. Ya el pasado 5 de
mayo, la diputada y vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos,
planteó su rechazo a la reforma cuando el debate surgió en una reunión
similar. Villalobos, que ha roto la disciplina de voto en otras
ocasiones cuando se han tramitado asuntos relacionados con el aborto, se
dirigió ese día a Gallardón para exponer su rechazo a que se derogase
la actual ley de plazos y se limitara el supuesto de malformación del
feto. Ese día la diputada no recibió ninguna contestación.
Fuentes de la dirección del Grupo Popular mantienen la tesis de que el
programa del PP recogía este cambio de la ley y, por tanto, mantendrán
la disciplina, que implica multas de unos 500 euros a quien vote en
contra de la posición oficial. El programa, no obstante, se limitaba a
decir: “Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto
para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las
menores”. No especificaba más.
Uno de los diputados críticos lamenta la estrategia del PSOE estos
días al situar la presión sobre ellos. Recuerda que en la última etapa
del Gobierno de José María Aznar los socialistas hicieron lo mismo para
combatir la actitud del Gobierno ante la guerra de Irak, forzando
votaciones secretas para mostrar las discrepancias internas del PP. Con
esa presión, dice este diputado, el PSOE logró el efecto contrario, es
decir, que pesara más en los parlamentarios populares la necesidad de
proteger al Gobierno que la expresión de la discrepancia. Ahora, este
crítico con la ley del aborto asegura que su intención es también
minimizar el daño a su partido.
El PSOE ha anunciado que va a presentar una proposición no de ley
pidiendo la retirada del proyecto, y en ese trámite pedirá el voto
secreto. El citado parlamentario del PP explica que él es contrario al
anteproyecto de ley, pero que eso no le impedirá rechazar la proposición
socialista.
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