20140428

De lo público a lo privado y viceversa: el problema de las puertas giratorias

aquí la duda es: ¿dónde ha estado el diario El País las últimas décadas?


De lo público a lo privado y viceversa: el problema de las puertas giratorias

Las relaciones entre empresa privada y administración pública son motivo de atención en el diario El País. Estas relaciones implican un trasvase de directivos de una parte a la otra y viceversa. Esta estrecha vinculación acarrea muchos problemas de control y transparencia. Lo que no se puede evitar, según parece, es que exista esta relación. Lo que es evitable y no se practica en España es la transparencia y el control de este trasvase entre empresas privadas y administración pública.

En este país aún no hay una cultura de interrogar, preguntar y exigir responsabilidades a los mandos y entidades públicas. Es cierto que comienzan a existir mecanismos pero aún son muy débiles y permiten que la corrupción deforme nuestras estructuras públicas. El estado a veces pide responsabilidad a los ciudadanos para que cuidemos mejor nuestros servicios públicos. Y están en lo cierto. Pero lo que no puede ser es que entren y salgan directivos de nuestras administraciones sin que sean sometidos a una comisión de investigación y control de sus actividades.Los políticos y directivos públicos deberían someterse a leyes más estrictas que puedan controlar y penalizar sus actividades. ¿Quien que no robe tiene miedo a la justicia?

El miedo hay que tenerlo a los corruptos que sin piedad se apropian de lo ajeno y crean un clima oscuro y nada transparente. Eso esta ocurriendo en nuestra política y nuestras administraciones publicas. Deben cambiar las leyes y ajustarse a la realidad. Si un trabajador coge dinero de la caja para llevárselo a casa y lo atrapan seguro que lo despiden de inmediato. Si un trabajador pacta con proveedores más caros porque le dan comisión y es detectado por la empresa seguro que recibirá un escarmiento si no lo despiden directamente. Pero estas prácticas están muy extendidas en nuestra cultura de: yo te ayudo y tú me ayudas. Es como la mafia italiana pero en versión picaresco.

También en buena parte de Italia la población está despertando de su pesadilla y se manifiestan públicamente en contra de la mafia obteniendo muy buenos resultados. Necesitamos transparencia y control sobre nuestro sistema político y el funcionariado que dirige nuestras administraciones. Esa es mi reflexión de este domingo. Que exista libertad de movimiento entre lo privado y lo público creando sistemas efectivos de transparencia y control de las actuaciones. Debemos cambiar nuestra mentalidad inmadura y temerosa y pasar a otro nivel de democracia. No solo votar en las urnas y expresarse libremente. Atrás deberán quedar las reminiscencias franquistas y autoritarias para dar paso a demócratas más responsables, transparentes y serviciales con la comunidad. No es una cuestión puramente ideológica. Lo exige el sistema, la ciudadanía.

O evolucionamos en este sentido o fracasaremos continuamente repitiendo los errores hasta la saciedad. Mientras que en los años 50 Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Bélgica y los Países Bajos ya iniciaban sus procesos democráticos en España, Portugal y Grecia seguían instaladas sus dictaduras correspondientes que les impedía crecer de la misma forma. No será hasta los años 70 en que estos tres países abandonen sus respectivas dictaduras y comiencen la andadura democrática. Son pues 20 años de diferencia en este recorrido. Nos quedan muchos deberes por realizar. Y el de la transparencia y control de la corrupción es uno de los más importantes. No olvidemos que nuestra deuda bancaria viene dada por estas prácticas corruptas y esta falta de control. Y ahora tendremos que pagarlo entre todos, mientras unos pocos se han embolsado lo que no es suyo.

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