El honor de ser condenado por el Gobierno
La calamidad del Gobierno de Rajoy se manifiesta en su desastrosa
gestión económica –que lleva al empobrecimiento de la mayoría y a la
desaparición de las expectativas de empleo y sueldos dignos para varias
generaciones–; en su cobardía ante el separatismo, rayana en la
traición, y en la persecución implacable de toda voz disidente,
especialmente en materia económica. El pasado jueves en
elsemanaldigital.com –una especie de hoja parroquial extraoficial de
Génova donde filtran lo que interesa al partido y al Gobierno– apareció
un artículo con los nombres de cinco economistas de los que el Ejecutivo
está harto, entre los que tengo el honor de encontrarme, y a los que
“ha tomado la matrícula”.
Es la versión moderna del Ostrakom (ostracismo), la concha de ostra
donde los tiranos de las ciudades-estado griegas apuntaban los nombres
de aquellos críticos a los que se silenciaba obligándolos, por celos o
envidia, a vivir lejos de la ciudad. Ahora se limitan a llamar a los
medios donde estos exiliados en el interior se expresan pidiéndoles que
los expulsen. En radio y televisión, la efectividad es del 100%. Claro
que no pueden impedir que la Asociación de Prensa Extranjera te otorgue
el premio Economía 2013, por los “mejores análisis económicos” en dicho
año, o que medios libres e incorruptibles como El Confidencial te
acojan. En lo que a mí se refiere, “los de Rajoy –afirma el diario–
están tan hartos de que extienda constantemente un manto de sospechas
sobre los datos oficiales, que el Instituto Nacional de Estadística
(INE) ha decidido apercibirlo, porque después de denunciar las continuas
mentiras de este Gobierno corrupto de incompetentes y embusteros, pidió
una auditoría externa de la Contabilidad Nacional”.
“Después del apercibimiento –que consistió en resumir las reglas
europeas a cumplir, inútiles como se demostró con Grecia y Portugal, y
como son vigilados por Eurostat, que jamás ha controlado nada–, Centeno
escribió otro artículo en el que denunciaba cómo el INE, un organismo
modélico hasta la Transición, había quedado reducido hoy a mero portavoz
de las cifras que el Gobierno oligárquico desea hacer llegar a los
ciudadanos y a los mercados”. Y concluía: “Vista y leída la trayectoria,
en la Moncloa tienen asumido que nada de lo que hagan o digan ablandará
el corazón de estos cinco economistas”.
¿Y qué tal si comenzasen a decir la verdad?
¿Y qué tal si, para ablandar nuestro duro corazón, los de Rajoy
empezaran por decir la verdad para variar? Por ejemplo, ¿cómo es posible
que el déficit PDE(1) de las Administraciones Públicas de 2013 sea del
7,1% (o del 6,6% sin ayudas bancarias), es decir, de 72.577 millones de
euros, cuando sólo el incremento de la deuda neta del Estado –aunque hay
ajustes a realizar para compararlos– fue ya de 86.700 millones (o el
8,4%)? Y los pasivos en circulación o deuda total, la que no vigila
Bruselas, se situaron en 1,35 billones a fin 2013, o el 132,1% del PIB,
con un incremento de ¡271.000 millones de euros!
Pero es que hay algo infinitamente peor: España es el único país del
Eurogrupo que todavía mantiene un fuerte déficit primario, es decir, el
déficit sin incluir los desembolsos por pagos de los intereses de la
deuda. Grecia, Portugal, Chipre, etc., ya no tienen déficit primario y
el que España lo tenga es fuente de creciente preocupación en Europa. Se
espera que después de las europeas Bruselas comience a tomar duras
decisiones sobre España, porque esto significa que el gasto se encuentra
fuera de control. De hecho, una de las mentiras más escandalosas del
déficit 2013 es que las comunidades autónomas han reducido su déficit en
1,5 puntos de PIB. ¿Y qué dicen de esto “los de Rajoy” que están hartos
de que cinco personas expongamos la verdad? Porque si los enchufados de
lujo, parte de los dos millones de enchufados públicos de la casta
política y causa esencial del déficit primario, están hartos, ¿calculan
lo hartos que estamos de ellos el resto de los españoles que tenemos que
pagar los sueldos a esta legión de inútiles?
La nula credibilidad del ministro Guindos
Pero, vamos a ver, señores enchufados de Rajoy que tienen la
desvergüenza de afirmar “que hagan lo que hagan no podrán ablandar
nuestro duro corazón”. Cojamos la última soflama sobre la recuperación
económica del ministro Guindos, donde es imposible decir tantas mentiras
en tan poco espacio. Pero antes de analizar su última gran mentira, es
necesario saber quién es el ciudadano Guindos. ¿Un excelente profesional
o un mentiroso por sistema? ¿Ha sido certero en sus previsiones del
pasado o se ha equivocado estrepitosamente en todas y cada una? ¿Ha
engañado conscientemente a la opinión y a las personas para ocultar
fracasos de su gestión ministerial?
El Sr. Guindos era el presidente ejecutivo del banco de inversiones
Lehman Brothers en España y Portugal cuando esta empresa quebró por las
hipotecas basura, precipitando así la crisis financiera mundial. Mérito
llamativo para Rajoy, que lo eligió. Su nombramiento asombró a todos los
medios económicos internacionales. “¡Un ex alto ejecutivo de Lehman
Broters al mando de la economía española!”. ¿Saben acaso los enchufados
de Rajoy que dicen que tenemos el corazón duro el daño de imagen que
este nombramiento disparatado nos ha hecho? Guindos comercializó en
España unos 2.500 millones de euros de productos estructurados, que eran
una pura estafa, y donde los incautos compradores, cerca de 100.000,
han perdido hasta la camisa.
Además, ha sido parte integrante de las prácticas perversas causantes
del hundimiento español, por cuya razón, si tuviera vergüenza y honor,
que no es el caso, jamás echaría la culpa de nada a la “herencia del
pasado”, porque él es parte esencial de esa herencia. Siendo secretario
de Estado de Economía en 2013, amplió las desgravaciones fiscales a las
emisiones de preferentes, una estafa masiva de la que ha sido
corresponsable ya que ayudó a extenderlas exponencialmente por las
ventajas fiscales que les ofreció, en contra totalmente de la opinión
del Banco de España. Luego, en Lehman, mintió a los inversores, no avisó
a los bancos comercializadores del riesgo máximo de sus productos ni de
que Lehman iba a quebrar. Guindos habría sido procesado en cualquier
otro país.
Pero desde que se hace cargo de la conducción de la economía española,
su dedicación prioritaria ha sido la de mentir en todo y a todos, con el
hilo conductor de proteger siempre los intereses la oligarquía
financiera y de Alemania (Merkel quiere ahora premiar los servicios de
Guindos, que han arruinado a España para varias generaciones, con la
gran poltrona de la presidencia de la Eurocámara). Si existiera un
premio a la mentira para los ministros de Economía de todo el mundo
desarrollado, lo ganaría el Sr. Guindos por goleada. El personaje nos
empieza diciendo: “Lo peor que se puede hacer con la población de un
país es crear falsas expectativas”. Y desde el primer momento lo único
que ha hecho, como en Lehman, ha sido crear falsas expectativas. En 2012
anuncia: “2013 será el año de la recuperación”, y ahora dice que será
entre 2014 y 2015.
Pero hay algo mucho peor. Nada más ser nombrado ministro de Economía,
afirmó sin sonrojarse que “la reestructuración del sector financiero se
va a hacer sin recurrir a la ayuda pública”. “El nuevo mapa bancario se
hará mediante el sacrificio de los beneficios de las entidades, porque a
los ciudadanos ya se les ha pedido demasiado”. De entonces acá, a los
españoles se les ha esquilmado como nunca antes en la historia europea,
subiendo o creando más de 80 figuras impositivas. Un expolio que sólo ha
servido para devolver a las cajas alemanas el dinero que tan
irresponsablemente prestaron a otras dirigidas por políticos
incompetentes y corruptos, algo que no ha sucedido en ningún otro lugar
del planeta. Aquí quien lo ha perdido es el pueblo. No es de extrañar
que una Merkel agradecida le apoye para presidir la Eurocámara.
Guindos, una auténtica mentira con patas, repitió hace un año la misma
pepla: “La reestructuración bancaria no costará un solo euro a los
españoles”. ¿Y qué tenemos hoy? Unas escalofriantes pérdidas para los
ciudadanos, ya materializadas a partir de las cifras publicadas a 26 de
marzo, de 53.081 millones de euros. Pero esto es sólo el principio, y no
incluye los avales, que superan los 100.000 millones de euros, y que
más bien, antes que después, empezarán a ejecutarse en cadena. Para el
FMI, la cifra que al final pagaremos los ciudadanos para rescatar a una
auténtica banda de incompetentes, corruptos y ladrones que se han ido no
ya de rositas, sino con indemnizaciones de escándalo, superará los
150.000 millones de euros. Si esto no es para coger a los responsables,
con el ministro Guindos a la cabeza, y meterlos a todos en la cárcel y
después tirar la llave, nada lo es.
A Guindos sólo le importa su poltrona europea, España le resbala
Guindos está utilizando descaradamente sus viajes a Bruselas, pagados
con nuestro dinero, para ocuparse no tanto de los intereses de España
como de los suyos propios, manteniendo conversaciones y pagando cenas a
sus “colegas” más influyentes para ganar apoyos a su candidatura de
presidente del Eurogrupo. En España, justifica su activismo exterior con
las mentiras de su autobombo. “El PIB español crecerá el 1,5% de media
en 2014 y 2015, y por primera vez desde que comenzó la crisis habrá una
recuperación sostenida y una creación neta de empleo en un periodo de
dos años”.
No se pueden decir más mentiras en tan poco espacio, pero como ya le
deben reñir hasta en su casa de que sus afirmaciones queden desmentidas
por los hechos a los pocos meses, aquí se ha cubierto en salud. En vez
de dar una cifra de crecimiento para cada año, que es lo que hace una
persona seria, lo da en global para los dos, y así cuando se vea que en
2014 no vamos a pasar ni del 1% oficial, siempre dirá que es lo que el
había dicho porque en 2015 vamos a crecer el 2%. Y el empleo neto ya es
de risa: ni siquiera se ha atrevido a cuantificarlo.
Las cifras de crecimiento no se tienen en pie. Según el último
cuadro-resumen de indicadores correspondientes al 25 de este mes, el
consumo privado que representa los dos tercios del PIB está empeorando.
Así, las ventas en grandes empresas han experimentado crecimiento cero
en febrero frente +0,1% en el cuarto trimestre de 2013; y el índice de
comercio al por menor deflactado ha caído en un -0,3% en febrero frente
al +0,3% en el último trimestre del año pasado. Y la razón es clara, a
pesar de lo que dicen los enchufados de Moncloa: la renta disponible de
las familias se redujo en 2013 por cuarto año consecutivo y las rentas
salariales cayeron otro -3,5 %. Y como el ahorro bruto de los hogares
está en mínimos históricos, 10,4% de la renta disponible, el gasto en
consumo de los hogares disminuyó y sigue disminuyendo en la misma
proporción que la renta.
Y la comparación con la Eurozona es brutal. Los costes laborales
unitarios bajaron un -2,5% en 2013, mientras que en la Eurozona subieron
un 1,4% (Boletín del Banco de España). Por publicar cosas así, Guindos
ha pedido la cabeza de Malo de Molina, el director de estudios del
banco. El consumo de electricidad corregido de estacionalidad –un índice
fuertemente correlacionado con la actividad económica– ha caído un
-0,9% en marzo o el -0,6% en el primer trimestre de 2014, lo que se
compara con una subida del +0,2% en el último trimestre del año pasado. Es decir, la actividad económica está yendo a peor y no a mejor como pretenden Guindos y los enchufados de Moncloa.
Y en cuanto al sistema financiero, donde la financiación al sector
privado sigue desplomándose, otro -6% en el primer trimestre, el FMI
piensa, en contra del gran mentiroso Guindos, que ni está saneado ni
está recapitalizado.
En lo referente a las exportaciones, la guinda del pastel de la gran
mentira, su crecimiento se está produciendo por las reducciones
salariales y de márgenes, no como consecuencia de un crecimiento real de
la productividad. El sector exterior acabará desinflándose; esperen y
verán. Así que ya saben, voten al PP o PSOE en las próximas europeas y
serán responsables de su propia ruina y de la de sus hijos y nietos.
(1) Protocolo de déficit excesivo. Es lo que controla Bruselas pero sólo mide parte de la deuda, alrededor del 70%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario