González intentó vender a su amigo Slim su 'empresa tecnológica'

ahora falta por explicar los motivos por los que Indra (que viene haciendo "negocio" gracias a contratos públicos y concesiones varias) se llevó tan magnífica empresa (sin actividad conocida), que integra a un fotógrafo como "teórico tecnólogo" (sic)..

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González intentó vender a su amigo Slim su 'empresa tecnológica'

Felipe González también negoció con Carlos Slim la venta de su empresa tecnológica. El ex presidente del Gobierno español intentó que el magnate mexicano, considerado la segunda fortuna mundial después del norteamericano propietario de Microsoft Bill Gates, adquiriera su minúscula sociedad española Oyauri Investment, especializada oficialmente en la creación de lo que técnicamente se denomina plataformas cloud, que González adquirió por 300 euros y que carecía de facto de actividad alguna.

Esta sociedad se dedica al desarrollo de la tecnología especializada en la descarga de contenidos en la nube, que permite almacenar una cantidad ingente de información en servidores que no requieren de infraestructura técnica alguna.

En este sentido, González intentó seguir el mismo esquema que llevó a cabo con la multinacional tecnológica española Indra, que acabó inyectando 1,5 millones de euros en esta sociedad gracias a la intermediación del ex político, tal y como reveló EL MUNDO.

El histórico líder socialista se encargó personalmente de propiciar una serie de reuniones entre representantes de Oyauri Investment, entre los que se encontraba su hijo Pablo González Romero, fotógrafo de profesión pero que fue integrado en esta sociedad como teórico tecnólogo, y los ejecutivos de la operadora América Móvil propiedad del mexicano Slim.

Según aseguran a EL MUNDO fuentes próximas a las negociaciones, fue González quien puso encima de la mesa en una reunión a la que asistió el nombre de su íntimo amigo mexicano de ascendencia libanesa como mecanismo para disparar el valor de la nueva empresa, en la que aterrizó en junio de 2011 adquiriendo un 10% a cambio de un precio simbólico.

Inversión de 376 euros

Al mismo tiempo que González, entró con la misma inversión de 376 euros y la misma participación su también íntimo amigo Joaquín Moya, presidente de la Corporación Tecnológica Andaluza, fundación dependiente de la Junta.

La posible entrada de Slim fue además empleada por los González como reclamo ante Indra para lograr su desembarco definitivo. Así, fuentes próximas a la multinacional española aseguran a este periódico que la presencia de Slim en el negocio «se daba por segura».

Tras establecer los primeros contactos, Pablo González Romero, que dispone al igual que su padre de un paquete de acciones de Oyauri Investment, se desplazó a México D.F. a reunirse con los ejecutivos de Slim.

Estos, a su vez, se trasladaron a la capital de España en varias ocasiones para mantener encuentros. Tal y como apuntan las mismas fuentes, la propuesta formal del grupo de González consistía en que Oyauri Investment proporcionase apoyo tecnológico a América Móvil, cuarto operador mundial de telefonía móvil.

Concretamente, ofertaban la venta de un sistema que, presumían los González, iba a propiciar una mejora de la red telefónica de Slim con la incorporación de datos en su red, ya que la consideraban tecnológicamente «muy simple y arcaica».

Tras examinar la propuesta de los González, los ejecutivos de Slim desecharon la oferta y fue la tecnológica española la que acabó entrando en el negocio. De esta manera la participación del ex presidente del Ejecutivo se disparó de golpe pasando de 376 euros a 310.000.

Al mismo tiempo, y tal y como informó este diario, se acordó blindar al hijo fotógrafo de González con 375.000 euros al considerarlo como un «valor clave» para el desarrollo de la compañía.

Pese a que en los contratos se presentaba a González Romero como un reputado tecnólogo, aseguran algunos de los que trabajan con él que su verdadera pasión y su única especialidad es la fotografía. «Del resto de cuestiones no tiene ni idea y lo reconoce».

Entre los acuerdos suscritos se estableció también el pago a los González y a su socio Moya de un variable de hasta 7,3 millones en el caso de que esta empresa tenga éxito en el futuro.