si así la Charo (nombre ficticio) se ahorra la media hora de "chapa y pintura", los 45 minutos de rigor para el desayuno, los 30 minutos del café a media mañana, y las 2 horas de leer el periódico y comentar la jugada.. a lo mejor aumenta la productividad..
¿cuántos "técnicos" hay para ocuparse de los jardines, desde el ordenador y la oficina? porque por el breve relato, ya cuento dos.. y éstos "técnicos" no van a tocar ni una hoja..
disfruten lo votado..
Funcionarios desde casa
«Al principio, si alguien llamaba preguntando por nosotras, le
decían que no estábamos. ¿Cómo que no estamos? Claro que estamos.
Estamos en casa. Teletrabajando». Charo Vallano ha conseguido que
esa respuesta cambie. Esta técnica del servicio municipal de Jardines
trabaja un día a la semana desde su ordenador personal. Desde su casa.
Es una pionera en una plantilla de unas 1.500 personas. Unas pocas
trabajadoras del Ayuntamiento de Gijón han abierto el camino del
teletrabajo en el seno de la administración local. Con ellas arranca una
experiencia piloto que de aquí a finales de año contará con un equipo
de 15 personas. Trabajadores, siempre, que se sumarán de forma
voluntaria. Los responsables del proyecto están dispuestos a atender en
estos meses situaciones con una necesidad especial de conciliación. Con
su experiencia se elaborará un protocolo y un plan anual de teletrabajo
para que esta nueva forma de organización se pueda ir extendiendo.
Por el momento, Charo Vallano se sabe 'conejillo de indias'. Pero está
encantada con la idea. Da un listado de ventajas con esta situación que
vive desde el mes de mayo y que ella misma solicitó junto a otra
compañera del mismo servicio, de forma oficial, hace ya un tiempo. Había
vivido de cerca el ejemplo de su hermano, funcionario en la
Administración de otra comunidad, y le convencía. El acuerdo regulador
del Ayuntamiento lo recoge y lo permite, pero hasta ahora no se estaba
aplicando. Y piensa en inconvenientes... Pero no encuentra.
Una experiencia basada en el Libro Blanco del Teletrabajo El
teletrabajo se asocia casi siempre a la conciliación. También en este
caso, ya que ella es madre de una niña de año y medio. Pero no es ni
mucho menos la única ventaja que señala, quizás ni siquiera la más
importante. Porque, de hecho, estar en casa no significa que la pequeña
se 'libre' ese día de la guardería, pero sí ayuda, por ejemplo, si hay
que llevarla alpediatra. En la lista de cosas positivas, por encima de
la conciliación podría situar, en su caso, el ahorro. Porque Charo vive
en Luanco. Quedarse allí al menos un día supone ahorro de tiempo y de
dinero: menos viajes, menos uso del coche, menos gasto en combustible...
Y, para quien dude de la eficacia de un trabajador que no ocupa su silla
en la oficina, dos argumentos. En primer lugar, esta empleada lo tiene
claro: «En cuanto a rendimiento laboral, es una 'pasada'».
No hay visitas que interrumpan. No hay constantes cambios de tarea.
Ni siquiera hay pausa para el café, dice. Son las denominadas
'micropausas', que el teletrabajo elimina, según señalan todos los
estudios sobre la materia. Esto y el hecho de que el trabajador tenga
una mayor flexibilidad para organizarse ayudan a mejorar la
productividad. En cualquier caso, Charo ficha al empezar y terminar su
jornada, también desde casa. Y de 9 a 14 tiene que estar disponible,
como lo estaría en la oficina.
P
ero por si la teoría sola no funciona, «existen herramientas eficaces
para medir la productividad», reconoce esta ingeniera. Existen y el
Ayuntamiento de Gijón las está aplicando. Los empleados municipales que
se sumen a la experiencia del teletrabajo se comprometen a algunas
cosas. Entre ellas, a que se instale en su ordenador una herramienta
informática que 'controla' su trabajo, que mide el tiempo que está en
cada programa o tarea y que analiza, de esta forma, su productividad.
Se
comprueba, básicamente, que durante el tiempo de teletrabajo se están
usando las aplicaciones de gestión municipal y no realizando otro tipo
de trabajos personales o de ocio. Esa herramienta va acompañada de
una consultoría especializada, que 'ayuda' a reorganizar el trabajo, a
identificar en qué tareas el empleado está perdiendo más tiempo del
necesario y cómo evitarlo. Se trata, al fin, de aplicar una serie de
indicadores que midan el tiempo real de trabajo y sus resultados. A
Charo Vallano no le molesta en absoluto que haya un 'espía' en su
ordenador. «Si estás trabajando no puede molestarte. Estoy haciendo lo
mismo que haría en la oficina». Y añade: «Estar sentado en tu silla, en
la oficina, no significa tampoco que estés trabajando».
Sin papel
Charo Vallano y las otras pioneras trabajan en un escritorio virtual, es
decir, pueden acceder desde cualquiera de sus terminales exactamente a
los mismos programas, documentos y herramientas que desde el ordenador
de su mesa en el Ayuntamiento. Otro de sus compromisos para acceder al
teletrabajo es que no pueden llevarse a casa expedientes ni
documentación municipal. Todo está en ese escritorio virtual. Y aquí
llega otra de las ventajas del sistema: ahorro de papel.
Por el momento, ellas teletrabajan un día a la semana, día que eligen en
función de las necesidades del servicio. Pero el convenio municipal
recoge la posibilidad de extender el sistema al 50% de la jornada. Es
decir, la idea en el futuro es que los empleados que se acojan al
programa puedan trabajar desde casa dos o tres días a la semana. A eso
se llegará cuando esté listo el protocolo de teletrabajo en el
Ayuntamiento de Gijón, que se basará en tres indicadores. En primer
lugar, que permite una mejora del servicio público. En segundo, que
mejore las condiciones de trabajo del personal. y, finalmente, que
suponga ventajas generales, lo que se denomina 'externalidades positivas
para la sociedad'. Un ejemplo: reducir el uso del vehículo privado es
beneficioso para todos.
Mientras todo eso vaya llegando, Charo seguirá redactando proyectos,
atendiendo el teléfono y contestando a los correos electrónicos desde
casa, un día a la semana. Ella lo tiene claro: «Se está abriendo una
brecha. Hay que ver los beneficios que tiene para la Administración en
gestión, ahorro de recursos, rendimiento. Facilita la vida al empleado y
un empleado feliz es más eficaz».
El día que se queda en
casa, ella deja un cartel encima de su ordenador, en la oficina, que
anuncia: 'Teletrabajando'. Para que a nadie se le olvide que sí está. Y
no se le olvida, asegura, porque desde el principio han contado con la
colaboración de sus compañeros y su jefe de servicio.
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