debe ser obra de algún consejero de varios miles de Euros al mes..
'Iglesias debe acabar en una fosa con un tiro'
«Pablo Iglesias y demás tienen que ser metidos en una fosa con un tiro
en la frente». Hartos de salvajadas como ésta y de amenazas e incitación
al odio, Podemos denunció hace unos días en los juzgados de Madrid al
menos tres cuentas de la red social Twitter por escribir numerosos
mensajes ofensivos contra los portavoces del partido.
Uno de ellos, por ejemplo, se acompaña de un fotomontaje del cuadro de
los Fusilamientos del 3 de mayo de Goya en el que destacados miembros de
Podemos -Iglesias, Juan Carlos Monedero y Teresa Rodríguez- son
fusilados por varios legionarios mientras Luis Alegre yace muerto en el
suelo.
«Dedicado sobre todo a #Podemos25M y a @Pablo_Iglesias_ y a toda la
escoria nacional», dice el tuit. Y en el fotomontaje, una amenaza como
leyenda: «Los rojos bananeros nos quieren llevar al 1936, los patriotas
españoles llevaremos a ellos al 1939 [sic]».
La denuncia fue presentada en los juzgados de guardia de Madrid en
nombre de Podemos y rubricada por Iglesias y otro miembro del partido.
En ella, según fuentes de la investigación, se acusa a los tres tuiteros
de un delito de incitación al «odio», «violencia» y «discriminación»
contra su partido por razón de «ideología».
En concreto, Podemos aduce el artículo 510 del Código Penal, un tipo
genérico y amplio, donde tienen cabida varios delitos como las injurias o
las amenazas. Está castigado con penas de uno a tres años de prisión y
multas de seis a 12 meses. Dentro de este tipo penal, el articulado
especifica que también «serán castigados con la misma pena los que, con
conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad,
difundieren informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones en
relación a su ideología, religión o creencias».
Tras la admisión, el asunto está ahora en manos del Juzgado de
Instrucción número 3 de Madrid. La juez María Isabel Durántez empezó la
investigación pidiendo a la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía
Judicial la identificación de los usuarios denunciados. El problema es
que en estos temas no resulta fácil dar con los nombres de los
responsables. Este tipo de personas a menudo se aprovechan de perfiles
anónimos que dificultan su identificación.
El caso de Isabel Carrasco
Así, bajo un seudónimo, se parapetan para insultar, amenazar, calumniar y
atacar gravemente a otras personas. Especialmente sonado, por lo
repugnante de los comentarios, fue el caso de Isabel Carrasco, la
dirigente del PP asesinada en León, que generó un intenso debate
político sobre los atropellos verbales en las redes sociales. El
Gobierno planteó la posibilidad de crear una tipificación específica
para atajar estas situaciones, pero tanto los grupos de la oposición
como los expertos replicaron que los delitos ya están recogidos en el
Código Penal; sólo hay que aplicarlos a los diferentes casos concretos,
como por ejemplo éste.
«En España, la casta es un cáncer pero Pablo Iglesias y todos sus
votantes tienen que ser como mínimo enterrados en cal viva», escribió
uno de los usuarios investigados el pasado 5 de julio, en un mensaje ya
eliminado de su cuenta. Esta misma persona tiene otros tuits que aún
permanecen visibles, como éste: «Pablo Iglesias, su equipo y sus
votantes son la escoria que ensucia un país y, por tanto, merecen ser
exterminados» o -escribe en un mensaje formulado igual- deben «ir a una
cuneta como muchos de sus familiares».
«A los de Podemos les doy poco tiempo para marchar de España. Si no, van
a empezar los sustos y lloros». «Cargarse a Pablo Iglesias, Jonqueras,
Artur Mas, [...] debería ser motivo de medalla al mérito». Y así,
barbaridad tras barbaridad, como las de otro perfil: «El represenante
del chavismo en España, el panoli llamado @monederojc merecería probar
su propia medicina. No pido más»; «si a @ierrejon le pegaran un tiro en
la nuca, ¿creéis que alguien debería preocuparse?».
Citación para el juzgado
Fuentes de la investigación informan de que está previsto que en estos
días Iglesias reciba una citación para acudir al juzgado a reafirmarse
en los hechos. Un procedimiento habitual en estos casos.
Situaciones como la que ahora denuncia Podemos son, por desgracia, más
habituales de lo que parecen. Ya en su día la socialista Elena
Valenciano llegó a cerrar su cuenta por ataques a sus hijos. Fue la gota
que colmó el vaso de su paciencia.
Pero aunque el problema es grave y creciente, las Fuerzas de Seguridad
no tienen en Twitter precisamente un aliado para desenmascarar a estas
personas. La red social sigue sin demostrar una verdadera colaboración
ante este tipo de amenazas y comentarios ofensivos, y a menudo ignora
las peticiones de información de la Policía o la Guardia Civil.
Al tratarse de una empresa extranjera, con sede fuera de España, suele
dejar sin respuesta las comisiones rogatorias que le llegan de los
juzgados. La consecuencia es doble: por un lado, el trabajo de
identificación de los investigadores resulta mucho más complicado; por
otro, aumenta la sensación ya generalizada de impunidad.
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