20140927

El gasto en pensiones superará los 130.000 millones en los Presupuestos de 2015, un 32% más que al comienzo de la crisis

en teoría el sistema de pensiones es "de reparto": lo que se ingresa (que está en función del número de trabajadores, y de sus sueldos) se reparte entre todos los que tienen derecho a pensión (y cada pensión varía en función de los mucho o poco que se haya cotizado).. y ahí acaba la teoría,

a la práctica las pensiones salen de las cotizaciones (de los trabajadores) y de una deuda que crece y crece.. más de 32.000 millones de Euros es el desfase en el sistema "de reparto": la diferencia entre lo que ingresa el Estado (de las cotizaciones de los trabajadores) y lo que se gasta en pagar pensiones..

cuando hay más de un 50% de paro juvenil, cuando el sueldo medio es submileurista, y cuando es imposible levantar una familia en éstas condiciones.. se mantienen las pensiones de 1500-2000 Euros (o más) a toda una generación que se pagó la vivienda en 3-4 años y muchos de los cuales han ido acumulando pisitos y patrimonio..

es el vivo retrato de "Júpiter devorando a los hijos"..


habrá, pues, que seguir "importando" analfabetos indocumentados (a los que se obsequia con subsidios, paguitas, subvenciones, ayudas.. todo eso que está negado y vetado a un español..) para "pagar las pensiones"..

y evidentemente, no hay responsables ni responsabilidades..

disfruten lo votado..



El gasto en pensiones superará los 130.000 millones en los Presupuestos de 2015, un 32% más que al comienzo de la crisis


El desembolso en pensiones, la principal partida de gasto del conjunto de las Administraciones, se dispara un 32 por ciento durante la crisis. Al tiempo que los ingresos encogen, la rúbrica crece en más de 32.000 millones, una cantidad superior a lo que se gasta en prestaciones de desempleo o intereses de la deuda. Y está por ver que la recuperación cobre el impulso necesario como para corregir esta tendencia...

El desembolso en pensiones, la principal partida de gasto del conjunto de las Administraciones, superará los 130.000 millones de euros en los Presupuestos Generales de 2015 que prepara el Ministerio de Hacienda. Al tiempo que los ingresos encogen, la rúbrica se dispara durante la crisis un 32 por ciento y crece en más de 32.000 millones, una cantidad superior a lo que se destina a las prestaciones de desempleo o los intereses de la deuda. Y aún está por ver que la recuperación tenga la suficiente fuerza como para frenar esta preocupante tendencia…

El año que viene será el primero en el que se aplique la fórmula de actualización de las pensiones, el llamado factor de sostenibilidad que desliga las revalorizaciones de la inflación y en su lugar las vincula a los ingresos y gastos de la Seguridad Social en ciclos de diez años. En concreto, para calcular la evolución de la caja de las pensiones se tomarán las cuentas de los últimos cinco años y las previsiones de los cinco próximos.

¿Y cómo han ido las cifras en los últimos cinco ejercicios ya cerrados? Pues durante el último lustro los gastos en pensiones contributivas engordaron en unos 19.000 millones, a la vez que los ingresos por cotizaciones retrocedían unos 8.000 millones. El desfase entre las prestaciones que se brindan y los empleos que las sustentan se ha catapultado desde un superávit presupuestario de unos 16.000 millones en2009 aun déficit superior a los 10.000 millones en 2013.

Aunque la fórmula de las pensiones precisa tener en cuenta muchos otros cálculos como las previsiones o qué partidas exactas se toman, semejantes números hablan por sí solos y no dejan otra opción al Gobierno: las prestaciones en 2015 sólo se podrán elevar el mínimo legal establecido, un 0,25 por ciento, máxime cuando además la inflación está situada en terreno negativo.

Pero incluso así, el desembolso en prestaciones seguirá escalando debido a que la proporción de jubilados aumenta, éstos cada vez han cotizado más y por lo tanto cobran pensiones más altas. Valga un dato: hace treinta años sólo un tres por ciento cotizaba por la base máxima. Ahora lo hace un 20 por ciento y como es lógico cobra una prestación más alta.

Hasta el punto que en los Presupuestos de 2015 el capítulo de las pensiones superará por primera vez en la historia los 130.000 millones de euros, lo que constituye la principal partida de gasto del conjunto de las Administraciones, por encima del sueldo de todos los empleados públicos, cuyo montante ronda los 115.000 millones al año.

Los 130.000 millones representan alrededor de un 35 por ciento de todo el gasto desembolsado por el Estado central y se corresponden con unos 115.000 millones de prestaciones contributivas, unos 12.500 millones de clases pasivas o funcionarios, y unos 2.000 de pensiones no contributivas.

Eso sí, la nueva contabilización de las drogas, la prostitución y las inversiones inflará el cálculo del Producto Interior Bruto y echará una mano a la hora de aliviar la magnitud de las cifras: el gasto en pensiones se situará casi en el 12 por ciento del PIB y por consiguiente no alcanzará cotas mayores.

Incluso con la mejora del empleo, en 2014 el Gobierno sólo conseguirá ceñirse a los 10.000 millones de déficit presupuestado para la Seguridad Social gracias a que este año empezarán a contribuir los salarios en especie como los cheques restaurante, las guarderías, las ayudas al transporte, los seguros médicos o el pago en acciones. De acuerdo con los cálculos del Ministerio de Empleo, este incremento de cotizaciones reportará unos 900 millones adicionales a la caja de las pensiones.

Por más que la afiliación a la Seguridad Social haya aumentado un 2,3 por ciento hasta julio, los ingresos por cotizaciones sólo han repuntado un exiguo 0,57 por ciento en los siete primeros meses del año, es decir, unos 1.300 millones de euros más. Y ello se debe a que los desempleados están perdiendo la cobertura y por lo tanto ya no cotizan a la Seguridad Social. Así, las cuotas sociales de los parados caen un 13,45 por ciento, mientras que las de los empleados crecen un 2,03 por ciento, unas ratios más acordes con la evolución de las afiliaciones.

Sin embargo, al mismo tiempo, las obligaciones reconocidas de la Seguridad Social suben un 3,92 por ciento, unos 2.700 millones de euros. Si bien se trata de un ritmo de incremento sustancialmente menor, comparado con la tasas medias de aumentos del seis por ciento registradas durante la última década, un hecho que en gran medida obedece a la actualización que se hizo este año también del 0,25 por ciento.

Ahora bien, la brecha entre los ingresos por cotizaciones y los gastos en pensiones continúa ensanchándose. El Gobierno espera que la recuperación del ciclo corrija poco a poco este agujero. Sin embargo, está por ver que la recuperación del empleo en una economía estancada adquiera la fuerza suficiente como para evitar la cuasicongelación permanente de las pensiones… Eso sí, en un contexto de inflaciones bajas.

No hay comentarios: