20140919

Un hombre mata a seis de sus nietos y a su hija en Florida y después se suicida


Un hombre mata a seis de sus nietos y a su hija en Florida y después se suicida
  • El presunto autor, Don Charles Spirit, de 51 años, se habría suicidado tras confesar
  • El suceso ha ocurrido en la ciudad de Bell, de tan solo 450 residentes
  • Según medios locales, los niños tenían entre 3 meses y 10 años de edad
  • En el año 2001 mató a un hijo de ocho años en un accidente de caza
Un abuelo de Florida ha asesinado en la madrugada del viernes a sus seis nietos y la madre de ellos, en lo que parecer ser el final de una espiral de violencia familiar. "Los niños y su madre han sido asesinados por su abuelo tras una violenta discusión. El abuelo tiene un conocido historial de violencia y, tras varias horas fuera de la residencia donde reside, acabó con sus nietos y su madre, antes de suicidarse", ha explicado a EL MUNDO, la portavoz de la policía del estado de Florida (FDLE, por sus siglas en inglés), Samantha Andrews.

El hombre ha sido identificado como Don Charles Spirit, de 51 años, y momentos antes de culminar la masacre colectiva llamó al número de emergencia de la policía del condado Gilchrist e informó de lo acometido. Al llegar los primeros patrulleros se personaron en la residencia en la ciudad de Bell, se escuchó un disparo y los policías constataron que Spirit se suicidó.

Spirit tenía antecedentes penales ya que cumplió 3 años en prisión después de matar a uno de sus hijos, llamado Kyle, en un accidente de caza en 2001. El pequeño tenía 8 años. En el año 2006 salió de la cárcel tras cumplir su pena.

La filial local de la cadena ABC informó que varios vecinos del complejo residencial han sido testigos de peleas dentro de la familia y que llamaron a los autoridades tras escuchar los disparos.

La versión ha sido confirmada por la oficina del alguacil del condado Gilchrist, al noroeste de Florida. En un comunicado, el alguacil Robert D. Schultz, informó que las autoridades fueron avisadas a las 8:30 de la noche locales (2 de la mañana hora peninsular española) por varios vecinos que escucharon los disparos en la ciudad de Bell.

"Hemos acudido a una llamada de emergencia y nuestros oficiales al llegar a una residencia en la ciudad de Bell, encontraron ocho cadáveres, seis niños y dos adultos, en lo que parece ser un caso de homicidio-suidicio", indica el alguacil en el comunicado, que no precisa que tipo de arma fue usado en la tragedia. Es el primer incidente sangriento de esta naturaleza en lo que va de año en Florida y, posiblemente, uno de los peores de su historia.

En un comunicado la oficina del sheriff pidió "paciencia" a los medios de comunicación hasta que concluya la investigación y añadió que "estamos pidiendo oraciones por esta comunidad y las familias involucradas".

El sheriff del condado comentó a los medios de comunicación su incredulidad ante la escena del múltiple crimen: "nunca he visto nada como esto en el condado, esta comunidad va a quedar devastada". Bell es una ciudad rural, aislada, de tan solo 350 residentes, según el censo del año 2010.

Un problema con las armas

El pasado julio se aprobó precisamente en Florida la 'Privacy of Firearm Owners Act', que impide a los médicos del estado preguntar a sus pacientes si disponen de armas en sus casas, bajo multa de 10.000 dólares o incluso la retirada de la licencia médica.

Cada año más de 7.000 niños son hospitalizados en Estados Unidos por lesiones de armas, de las cuales un tercio son accidentales, causando cerca de 500 muertes anuales en menores de 20 años. Según un estudio de la Asociación Nacional de Médicos (NPA, siglas en inglés), los accidentes con armas de fuego son la tercera causa de muertes y de incapacidad permanente por lesiones graves, después de los envenamientos y los accidentes de tráfico.

Según el FBI, en Estados Unidos hay más de 200 millones de armas en manos de la población, en un país que cuenta con una población total de 310 millones de habitantes.

Esta nueva matanza se produce apenas dos días después de que el presidente Barack Obama insistiera en la necesidad de aprobar "reformas de sentido común" que aumenten el control de armas en el país, justo un año después de que un tiroteo en un centro administrativo de la Marina en Washington dejara 12 muertos.

Un año antes, en diciembre de 2012, se vivió otra tragedia aún mayor en una escuela de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados 20 niños y 6 mujeres.

A pesar de que -según las encuestas- el 90% de los estadounidenses respaldan un mayor control de las armas de fuego, todos los esfuerzos legislativos puestos en marcha en los últimos tiempos han fracasado en el Congreso, donde ejerce una notable influencia la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).

En el 2013 una enmienda bipartidista sobre la verificación de antecedentes de los compradores de armas ni siquiera obtuvo en el pleno del Senado el mínimo de 60 votos necesario para continuar su tramitación.

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