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'Nicolás me exigió 200.000 euros por una gestión con Ana Botella'

un relato de cómo funciona el "libremercado".. sobre-cogedor.. y no hay ni uno detenido (preventivamente, claro), ni uno en prisión, ni nadie ha dimitido..

disfruten lo votado..


'Nicolás me exigió 200.000 euros por una gestión con Ana Botella'


  • Un empresario cuenta cómo le llevó al despacho del secretario de Estado García-Legaz


  • Su objetivo, según esta versión, era que Legaz intercediera ante la alcaldesa de Madrid
  • 'Parecía más el despacho del niño que el de Jaime', asegura Carlos Zapata
  • 'Nicolás me dijo que o le pagaba el dinero o me cerrarían el negocio como así ocurrió'


  • El pequeño Nicolás no sólo aprovechaba sus contactos políticos para colarse en el balcón de Génova. El presunto estafador iba predicando que él podía arreglar licencias con el Ayuntamiento de Madrid. Así lo desvela a EL MUNDO Carlos Zapata, el primer empresario que reconoce públicamente haber sido víctima de los manejos de Francisco Nicolás.

    Las presas del pequeño Nicolás solían ser empresarios en apuros. Desde amos de la noche hasta reputados hosteleros. El joven manejaba información privilegiada y se presentaba en los establecimientos como apagafuegos. Así lo hizo con Carlos Zapata, propietario del ya extinto mercado gourmet Isabela, ubicado en el madrileño Paseo de la Habana.

    Este empresario ha decidido romper su silencio, hastiado de ver cómo el presunto farsante está despertando simpatías en determinados sectores de la sociedad española. Su relato no dibuja al joven de la sonrisa pícara. Su narración es la historia de un chantaje de 200.000 euros para evitar el cierre de un negocio.

    Todo comenzó a principios de 2013. El establecimiento de Zapata, que había inaugurado en abril del año anterior, tenía una serie de denuncias vecinales y no contaba con autorización para abrir su terraza. En esa tesitura adversa apareció en su vida el pequeño Nicolás. «Un día, se presentó la Policía en el local por una denuncia de ruido. El encargado de la sala me dijo que el sobrino de Aznar quería reunirse conmigo para solucionarme mis problemas. Me cité con él y me prometió que me iba a quitar la denuncia por ruido y que me conseguiría la licencia de terraza. Me dijo que él tenía mano con Aznar, Botella y con el concejal de Chamartín, y que él se encargaba de solucionarlo. Sin embargo, lo primero que hizo fue gestionarme una reunión con el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz». El empresario no miente. Al cabo de unos días, Francisco Nicolás consiguió sentarle con la mano derecha de Luis de Guindos y amigo personal de Ana Botella en su despacho.


    'Me reuní con García-Legaz en su despacho por la noche', afirma el empresario


    «Fran me dijo que fuera al Ministerio de Economía por la noche, que allí me recibiría Jaime. El edificio ya estaba cerrado, pero me estaban esperando dos secretarias que me acompañaron al despacho del secretario. El niño venía conmigo», rememora Zapata. Éste tacha de «surrealista» la escena que vivió aquella noche de 2013. Según su versión, Fran se movía como Pedro por su casa por las dependencias de García-Legaz. «Vi que entre los dos había una confianza excesiva. Parecía más el despacho del niño que el de Jaime. Se sentó en la mesa del secretario de Estado, se puso a ver sus papeles y a jugar con su ordenador. Sólo le faltó poner los pies encima de la mesa», relata el hostelero.

    «Yo acudo a ese encuentro para arreglar mis problemas municipales. Cuando yo me siento, Jaime ya tenía mi expediente allí y me dice que había estado con Botella ese mismo día y que al día siguiente tenía una comida con ella para solucionar mi asunto», cuenta Zapata.

    El secretario de Estado, preguntado por EL MUNDO, llegó a reconocer esta cita, pero aseguró que sólo hablaron del deseo del empresario de abrir mercados gourmet fuera de España. Zapata se ríe al escuchar estas declaraciones. «Yo sólo quería que me arreglasen mis temas con el Consistorio», insiste.

    El encuentro concluyó. «García-Legaz se despidió de mí y me dijo que ya tendría noticias a través de Fran.

    Me dijo que todo lo hiciera a través de él. Ni siquiera me dio su teléfono», sostiene Zapata, asombrado con lo que estaba observando. Su mayor sorpresa llegaría al cabo de unos días. «Fran me llama y me dice de vernos. Me recoge en un coche con dos policías. Éstos tenían una sirena, la activan y dan un giro de 180 grados en mitad de La Castellana. Me lleva a un hotel cerca de Cuzco y me explica que mi tema va bien y que ya lo sabe quien tiene que saberlo. De repente, se levanta, atiende al teléfono y me dice que le ha llamado Ana Botella y que está resuelto el tema. A cambio, me pide 200.000 euros y la explotación de la terraza de mi local durante cinco años. Me pone un contrato encima de la mesa para que lo firme. Yo le dije que yo no entraba al juego de un chantaje y me amenazó con que ya vería las consecuencias. Al poco tiempo, la Policía empezó a ponerme muchos problemas y me vi obligado a cerrar el negocio. Ocurrió lo que el niño me dijo que pasaría si no le pagaba, y perdí cuatro millones de euros», comenta resignado Zapata, que puso en conocimiento de la alcaldesa la situación. «Me dijo que le pararía los pies, pero no lo hizo», concluye el empresario.

    Sánchez pide explicaciones y el PP ironiza

    Sorpresa en la oposición e ironía en el partido del Gobierno tras las palabras de Francisco Nicolás López Iglesias en EL MUNDO. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pidió ayer explicaciones al Gobierno sobre las «sorprendentes» declaraciones del pequeño Nicolás, pese a asegurar que no les da «credibilidad».

    La respuesta al líder de la oposición llegó por parte del vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, que aseguró que lo que resulta más alarmante es que Sánchez le esté dando tanta importancia. «Creo que cuando le da relevancia, muchos españoles, militantes y votantes se estarán dando cuenta de la dimensión del liderazgo de Sánchez. Es lo que más me preocupa», criticó.

    En esta misma línea, el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Merino, apuntó que si el socialista sigue ocupándose de este asunto y no de los «verdaderos problemas de los españoles», terminará «empequeñeciendo al PSOE». Añadió también que «resulta llamativo que a todo un líder de la oposición no le valgan los desmentidos de instituciones como la Casa Real, Vicepresidencia del Gobierno, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid, CNI, Ministerio de Economía, Ministerio de Defensa o la empresa Vega Sands», informa Europa Press.

    Sobre la detención del 'pequeño Nicolás', el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dejó claro que se produjo porque la Policía recibió denuncias de Moncloa y del CNI advirtiendo que el joven se estaba atribuyendo funciones «manifiestamente falsas» con esas instituciones. Asimismo, insistió en que no iba a polemizar más sobre el tema porque no está dispuesto a «dar más publicidad a una persona que es lo que quiere y desea».

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