El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apoyó el miércoles la toma en consideración del proyecto de reforma del Estatuto de autonomía, pero dijo que eso no suponía que se fuera a debatir una reforma constitucional.
Zapatero comenzó su intervención, sin límite de tiempo, a las 4 de la tarde, después de que por la mañana los representantes de la delegación del Parlamento catalán defendieran el concepto de "nación" para Cataluña en la Cámara Baja.
La sesión se inició a la una de la tarde con la intervención del líder de CiU, Artur Mas, que pidió a los diputados "un auténtico sentido de Estado" para abordar el texto.
"Les hablo en nombre de la Cataluña de los 7 millones de habitantes, la Cataluña real, la de carne y hueso, tan alejada de los estereotipos que sobre ella se propagan con tanta irresponsabilidad como aprovechamiento partidista, una Cataluña que se sabe y se siente nación porque lo es (..) esta es la Cataluña que reclama más autogobierno", dijo Mas.
El dirigente de CiU instó a los partidos a que no reacciones con miedo ante el Estatuto porque el texto hace posible que se reconozca a España como un Estado "plurinacional, pluricultural y plurilingüístico".
En esa misma línea se expresó la diputada socialista catalana Manuela de Madre De Madre, que dijo no ver problema en que Cataluña sea una "nación" dentro de un "Estado, el Estado español".
Además, dijo que "Cataluña" acudía al Parlamento a negociar y si es preciso "cambiar" su propuesta.
"Venimos, pues, con las manos abiertas a pedirles que se impliquen y nos ayuden a conseguir un buen Estatut que resuelva las necesidades de los catalanes", añadió.
El más tajante fue el presidente del grupo parlamentario de Esquerra Republicana, Josep-Lluis Carod-Rovira, quien recalcó la "voluntad irrenunciable" de Cataluña a "autogobernarse".
"Cataluña es una nación. Hemos mantenido esta conciencia en la época más dura de la democracia y no vamos a renunciar a ello en plena democracia, porque no hay ley que pueda reprimir los sentimientos", afirmó.
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, dijo poco después que se sentía orgulloso de que España se estuviera convirtiendo en un país en el que se pueda dialogar.
"Esta es la España democrática en la que Cataluña se siente a gusto y en casa".
Tras Zapatero intervendrán el resto de portavoces de los grupos políticos, empezando por el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.
Está previsto que el Congreso dé luz verde a la admisión a trámite del texto ya que sólo el PP ha anunciado su oposición.
El Estatuto, aprobado el pasado septiembre en el Parlamento catalán con un respaldo del 90 por ciento de la Cámara, recoge puntos considerados anticonstitucionales por PSOE y PP, los dos principales grupos de la Cámara.
Mientras que el PP ha presentado hoy mismo un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, el PSOE prefiere proponer enmiendas relativas a temas como la financiación, la relación con el Estado, las competencias, los derechos históricos, el poder judicial y la lengua.
Para el PP, la reforma estatutaria planteada que daría lugar al tercer Estatuto para Cataluña, supondría una modificación de la Constitución española de 1978, por lo que considera que el trámite parlamentario debe ser diferente.
Si se aprueba la toma en consideración del texto, se abriría una larga tramitación que concluiría con una consulta final al pueblo catalán en referéndum.
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