el rescate, que según el Gobierno no iba a costar nada al borrego que está pagando el pato, dispara el déficit otros 2 puntos.. felicidades..
El rescate bancario dispara el déficit otros dos puntos hasta situarlo en el 9% - elConfidencial.com
La recesión hace estragos. También, como es sabido, en el sector
público. Y prueba de ello es que el Gobierno trabaja ya con la idea de
que el año 2012 se cerrará con un déficit del conjunto de las
Administraciones Públicas muy próximo al 9%. La causa tiene que ver con
la pobre evolución de los ingresos a consecuencia de la crisis
económica, pero también con la factura de la reestructuración
financiera, que al final del año será mucho más elevada que lo previsto
inicialmente.
En concreto, y según fuentes de absoluta solvencia del propio Ejecutivo
de Mariano Rajoy, el rescate de la banca con problemas supondrá para el
sector público una cifra equivalente a dos puntos de PIB. Es decir,
justamente el doble de lo que había anticipado el ministro Montoro hace
un trimestre al presentar los Presupuestos Generales del Estado para
2013.
Los otros siete puntos, lógicamente, provienen de la diferencia entre
ingresos y gastos en términos de Contabilidad Nacional, que incluye no
sólo lo que se paga e ingresa, sino también los compromisos adquiridos.
Ambas cifras son sustancialmente distintas a las remitidas en octubre
por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a Bruselas. En esa
notificación oficial se precisaba que 2012 se cerraría con un
desequilibrio fiscal equivalente al 6,3% del PIB -límite pactado con la
Unión Europea- más un punto porcentual correspondiente a la
reestructuración del sistema financiero. Ese documento es ahora ‘papel
mojado’.
El déficit del 2012 será, por lo tanto, sólo algo inferior al registrado
en 2011 -9,4% del PIB -por las ayudas a la banca. La parte ‘positiva’,
se asegura, es que se trata de una operación no recurrente, lo que
significa que para 2013 el déficit bajará de forma brusca, toda vez que
esas ayudas ya se han contabilizado. En todo caso, de confirmarse los
datos, eso significaría que España apenas habría avanzado en la
reducción del déficit entre 2009 y 2012. Aquel año, el desequilibrio
alcanzó el 11,2%, y hoy se está hablando de cerrar el ejercicio en cerca
del 9%. Aunque las ayudas para el saneamiento de la banca superarán los
40.000 millones, buena parte de este dinero se contabiliza en términos
de deuda pública y no de déficit.
El nuevo desfase tiene que ver con el coste adicional de operaciones
como el saneamiento de Bankia o el Banco de Valencia, además del resto
de entidades nacionalizadas, aunque también con la factura de las
participaciones preferentes para el sector público, toda vez que quienes
las compraron no asumirán todo el coste.
El incumplimiento del objetivo de déficit, en todo caso, no conllevará
ninguna sanción extra para España. El comisario de Finanzas, Olli Rhen,
ya adelantó hace algunas semanas una especie de ‘aprobado general’ para
los países incumplidores. La Unión Europea admitía, de esta forma, la
imposibilidad de cumplir lo pactado en un contexto recesivo como el
actual, que tiene un doble efecto: reduce la recaudación y aumenta los
gastos sociales, en particular el desempleo. Quiere decir esto que a la
Unión Europea le preocupa más lo que técnicamente se denomina déficit
estructural (el desequilibrio fiscal sin tener en cuenta el componente
cíclico) que el meramente nominal en relación al PIB.
Incumplimiento fiscal
El problema, como sostiene la fuente, es medir ese componente cíclico, y
aunque Eurostat utiliza desde hace tiempo métodos muy contrastados,
siempre es un factor polémico en muchos países. Hay que tener en cuenta
que tan sólo en el caso de la Seguridad Social se estima un
desequilibrio de 10.500 millones, cifra que contrasta con el déficit
cero que se envió a Bruselas en primavera en el marco del Programa de
Estabilidad del Reino de España. A esto hay que añadir la situación de
algunas comunidades autónomas como Cataluña, que ya ha adelantado que no
está en condiciones de cumplir el escenario de reducción del déficit
acordado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
En su última comparecencia ante la prensa, la secretaria de Estado de
Presupuestos, Marta Fernández Currás, reconoció que el Gobierno no
estaba en condiciones de garantizar que se cumpliría el objetivo del
6,3%, aunque sí dijo que en todo caso estaría por debajo del 7%.
La causa de esta incertidumbre tiene que ver con la evolución de las
cuentas de las comunidades autónomas (objetivo del 1,5% del PIB para
todo el año) y de la Seguridad Social, cuya tesorería está seriamente
deteriorada por la pérdida de empleo. Servicios de estudios,como el de
Bankia ya han estimado que “es probable que el déficit de las
Administraciones Públicas en 2012 se sitúe ligeramente por encima del 7%
del PIB, superando el objetivo del 6,3%”.
En el último informe de recaudación, la Agencia Tributaria identificaba
los tres hitos del año en términos presupuestarios. En primer lugar, la
subida de impuestos, que han proporcionado hasta el momento unos
ingresos de 7.050 millones de euros. En segundo lugar, la debilidad de
las bases imponibles, cuya caída se estima en un 3,6% (lo mismo que se
reducirían los ingresos de no existir las medidas de consolidación); y,
por último, la recaudación procedente de aplazamientos de periodos
anteriores y de las actividades de control, que aporta unos 1.600
millones más que en 2011.
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