Economía da un portazo a la entrada de Fortress, Cerberus y Centerbridge en el banco malo

algo huele raro en todo el asunto, pero lo que es seguro es que los 40000 millones en "activos fallidos" los va a pagar el borrego de turno..


Economía da un portazo a la entrada de Fortress, Cerberus y Centerbridge en el banco malo

El Ministerio de Economía no quiere el dinero de los fondos extranjeros para capitalizar el banco malo. En una decisión extraña, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha rechazado la propuesta de Fortress, Cerberus y Centerbridge de aportar 150 millones de euros al capital del vehículo que agrupa los activos inmobiliarios fallidos de los bancos nacionalizados.

Según han confirmado fuentes próximas a las conversaciones, la Sareb, dirigida por Belén Romana, ha respondido de forma negativa a la última propuesta presentada por Fortress, Cerberus y Centerbridge de convertirse en accionistas del banco malo. Estos tres fondos internacionales han mantenido durante más de dos meses negociaciones con el Ministerio de Economía, que estaba muy interesado en la entrada de estos inversores.

Se pretendía que su incorporación al polémico bad bank sirviese de cebo para otros fondos internacionales, como Apollo, Blackstone, TPG, Norges Bank, Paulson, Miura Global o Perry Capital, con los que distintos organismos del Ministerio de Economía se han reunido en bastantes ocasiones para explicarles las perspectivas de este vehículo de inversión. En concreto, se les prometió una rentabilidad mínima del 15% durante los quince años de vida de la Sareb.

Pero Economía ha rechazado finalmente la entrada de Fortress, Cerberus y Centerbridge, para sorpresa de sus responsables en Londres. La explicación no oficial es que varios de los accionistas del banco malo se han opuesto a las peticiones de los tres fondos, los cuales habían solicitado tener derecho preferente en el análisis las carteras de activos que la Sareb pondrá a la venta -first look en la terminología financiera- y poder gestionar las actividades de recobro sobre un porcentaje pequeño del portfolio de viviendas embargadas.

Estas justificaciones contrastan con la postura de los dos grandes accionistas del banco malo, Banco Santander y Caixabank, los cuales veían con muy buenos ojos la llegada de inversores extranjeros. Las entidades presididas por Emilio Botín e Isidro Fainé han sido las que más dinero han tenido que poner para que la Sareb pudiera arrancar con los 40.000 millones en activos fallidos procedentes de Bankia, Catalunya Bank, Banco de Valencia y Novagalicia. Una cantidad a la que ahora se sumarán los impagados de los bancos del denominado Grupo II del Memorandum of Understanding (MoU), como Liberbank, Ceiss, Caja3 y Banco Mare Nostrum (BMN).

Más capital

La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria cuenta como principales accionistas con el Banco Santander, que tiene el 16% tras invertir hasta 840 millones, y Caixabank, que cuenta con un 11,7%, al participar con hasta 606 millones, entre efectivo y deuda. Ambos, junto a Sabadell, Popular y Kutxabank, aportaron en conjunto 430 millones de euros de capital en una primera fase a la que se negó entrar el BBVA.

Completan la lista de accionistas los inversores extranjeros Deutsche Bank y Barclays Bank, otras ocho entidades nacionales de nueva incorporación -Ibercaja, Bankinter, Unicaja, Cajamar, Caja Laboral, Banca March, Cecabank y Banco Cooperativo Español-, y las aseguradoras Mapfre, Mutua Madrileña, Catalana Occidente y Axa.

De este modo, los socios privados inyectaron 524 millones de euros en el inicio del banco malo, mientras que el Estado ha contribuido con otros 491 millones. Unas cantidades que aumentarán en la segunda fase. Las entidades privadas, junto con otros inversores, han suscrito además deuda subordinada emitida por Sareb hasta un importe máximo de 3.800 millones de euros en fondos propios previstos en la primera fase.