20130217

El IRPF se dispara en 1.800 millones por la inflación

Mantener un país corrupto y sin futuro tiene un precio (el dinero no llega a satisfacer las necesidades de la población, sino que se reparte y pierde mucho antes), y como en todo país corrupto se sangra más a la clase baja, precisamente la que menos posibles tiene, la que más depende del trabajo para llevarse un pan a la boca, y la que menos se puede permitir una corruptocracia institucionalizada, pues sólo le llegan las migas de lo mucho que se roba.. disfruten lo votado..


El IRPF se dispara en 1.800 millones por la inflación

Los contribuyentes siguen pagando con su bolsillo y con gran esfuerzo la reducción del déficit público. De hecho, algunos trabajadores han notado a principios de año que cobran en términos reales menos que en 2012 a pesar de que su empresa le ha actualizado el sueldo con el IPC para que no pierdan poder adquisitivo mcuhos pensionistas y trabajadores.

La subida media de los convenios ha sido del 1,3%. En el caso de los pensionistas, la subida ha sido del 1% para los jubilados que ganan más de 1.000 euros y del 2% para los que ganan menos de esa cuantía. En ambos casos los sueldos han aumentado menos que lo que se ha encarecido la cesta de la compra.

Además de subir los impuestos, el Gobierno (con la misma fórmula de la exministra Salgado desde 2009) ha decidido no actualizar la tarifa del IRPF con la inflación ni en 2012 ni en 2013 por la asfixia presupuestaria, lo que en la práctica se traduce en una subida encubierta de dicho impuesto.

Aunque es un término técnico, la palabra deflactar afecta al día a día de los trabajadores. Supone descontar a los tramos de la tarifa del IRPF la inflación prevista, para ajustar la renta al encarecimiento del nivel de vida. De esta manera, se evita castigar al contribuyente por partida doble: el IPC y el IRPF.

Si esta medida no se aplica un trabajador corre el riesgo de pasar de un tramo a otro de la tarifa y, por tanto, pagar un impuesto más elevado sin haberse beneficiado de una mejora en el poder de compra. Desde que comenzó la crisis fiscal en 2010 el sindicatos de técnicos de Hacienda (Gestha) estima que los españoles han pagado cerca de 7.000 millones adicionales por culpa de la inflación.

La pérdida de poder adquisitivo será de 1.795 millones durante este ejercicio, según los cálculos que maneja Gestha. En los dos primeros años de la legislatura de Mariano Rajoy el impacto para el bolsillo del contribuyente asciende a más de 3.289 millones de euros.

A pesar de que los precios repuntaron un 2,9% en diciembre del año pasado en términos interanuales, el Ejecutivo ha decidido mantener las tablas con la que calculaba la retención del IRPF, lo que genera un pérdida de capacidad de compra a los asalariados que se suma al recargo adicional que ya aprobó Montoro, que permitió recaudar más de 4.000 millones el año pasado. La decisión del ministro de Hacienda de no deflactar la tarifa contrasta con el discurso del Partido Popular cuando estaba en la oposición. Entonces los populares criticaron a Solbes y Salgado por no deflactar completamente el IRPF. Sin embargo, Montoro también optó por la llamada subida en frío del IRPF cuando era ministro con Aznar.

De media, cada contribuyente pagará casi 100 euros más por la no actualización de la tarifa del IRPF con la inflación. ¿Las razones? Ahora se tributa una cantidad mayor por unos ingresos nominales iguales a los del año anterior, aunque se haya perdido capacidad de compra. Y se paga aún más en el caso de que se hayan actualizado los contratos (los salarios y las rentas) con el IRPF, las pensiones por la revalorización del IPC prevista y el resto de rentas que se hayan actualizado, aunque se mantenga total o parcialmente la capacidad adquisitiva del contribuyente.

Aunque los españoles pagarán 100 euros más de media en 2013, las diferencias son abismales teniendo en cuenta los diferentes tipos de renta. Por ejemplo, un empleado que cobra entre 12.000 y 21.000 euros anuales paga 52,1 euros extra en 2013, y la factura sube a 114,7 euros anuales entre los que tienen un salario de entre 21.000 y 30.000 euros. La nómina adelgazará mucho más para los profesionales medios que cobran entre 30.000 y 60.000 euros anuales, que llegarán a pagar durante este ejercicio al Fisco 222,3 euros.

El mayor golpe al bolsillo, como consecuencia de la progresividad del impuesto, se observa más en las rentas altas. Un trabajador que gana anualmente entre 60.000 y 150.000 euros anuales pagará anualmente en 2013 por la no deflactación del IRPF 572 euros más y un contribuyente que gana entre 150.000 y 600.000 euros, 1.465 euros adicionales.

Según los técnicos, el golpe es también relevante para las clases medias y bajas, porque no se han aprobado los nuevos mínimos personales y familiares prometidos por Montoro.

Los contribuyentes pagarán de media 100 euros más por la "no deflactación" de la tarifa. La subida se suma al recargo extraodinario que aprobó el Gobierno nada más llegar a La Moncloa, que recaudó 4.100 millones adicionales el año pasado.

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