La reducción de conselleries de Fabra aumenta los asesores y cargos y su coste en 1,2 millones
La reducción de conselleries de Fabra aumenta los asesores y cargos y su coste en 1,2 millones
El
presidente Alberto Fabra podó el organigrama de su Consell el pasado 7
de diciembre. Le quitó un par de ramas (Agricultura y Turismo, Cultura y
Deporte) con el argumento de que pretendía aligerar la carga en tiempos
de crisis. «Reducir la Administración para hacerla acorde a los tiempos
que nos ocupan», proclamó. Pero le han rebrotado más asesores y cargos
de confianza de los que existían antes del supuesto recorte. Al menos
eso revela el cómputo realizado por el portavoz adjunto del PSPV en las
Corts Rafael Rubio, responsable de Función Pública. El número de altos
cargos (desde consellers hasta directores generales), más los
subdirectores generales —nombrados a dedo entre los funcionarios jefes
de servicio—, asesores y jefes de gabinete, ascendería a 302 plazas.
Antes de los cambios que acometió Fabra, tras la dimisión de José Manuel
Vela, eran 265 los puestos de confianza en la Generalitat.
La remodelación del Consell quizás le habrá rentado políticamente al
presidente —soltó el lastre campsista— pero a las arcas públicas no les
sale a cuenta. Los cargos de la Generalitat cuestan ahora 14,89
millones, sin contar las aportaciones a la Seguridad Social, que elevan
la cifra a más de 18 millones. A esa cifra habría que sumar, además, los
complementos por vivienda que perciben los altos cargos no residentes
en Valencia. Por ejemplo, en el caso del presidente son 10.000 euros
anuales. La carga de las nóminas de los que dirigen los destinos del
Consell pesa 1,2 millones más que antes de los presuntos recortes, según
las cuentas socialistas. En cambio, si se evalúa el coste total de los
cargos políticos y los altos funcionarios, el encarecimiento de los
cuadros de mando es de 427.896 euros. La explicación es que el número de
jefes de servicio ha pasado de 409 a 389.
El aumento del número de cargos públicos se produce en pleno proceso de
reconversión del sector público valenciano, que ha de amortizar 5.000
empleos y reducir a menos de la mitad las 76 empresas y fundaciones
públicas.
Rubio: «La mentira del ahorro»
En la nueva Generalitat hay dos consellers menos (sueldos de 57.599
euros al año), lo mismo sucede con los subsecretarios (55.525) y los
secretarios generales administrativos (50.505). Pero, por contra, los
subdirectores generales pasan de 82 a 111, entre otras razones por el
incremento de directores territoriales. Es ahí donde se ha producido la
mayor inflación de cargos de confianza. Su sueldo medio es de 50.505
euros.
También ha crecido el número de asesores. Hay siete más, cuatro en
Presidencia. Y los otros tres en la conselleria del vicepresidente José
Císcar, que pasa de seis a nueve asesores. Cobran por término medio
40.000 euros. Con la remodelación del Gobierno autonómico se suprimieron
dos carteras y sus titulares fueron despedidas (Maritina Hernández y
Lola Johnson), pero los organigramas casi enteros o despiezados, se
añadieron a otras consellerias. El «paradigma», según Rubio, es
Agricultura, cuya estructura ha sido adosada casi entera al departamento
del vicepresidente Císcar. «Es el mismo puzzle con las piezas
cambiadas», apunta Rubio, quien denuncia que la «reducción de cargos
para ahorrar es mentira, una operación de maquillaje consistente en
ajustar competencias». «El ahorro en consellers, lo gastamos en
asesores», concluye.
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