La UDEF deriva casos a provincias, desbordada por la ola de corrupción
La Unidad central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la
Policía Nacional, dependiente de la Comisaría General de la Policía
Judicial, se encuentra en estos momentos al borde del colapso por la
enorme cantidad de casos de corrupción que están teniendo que investigar
los agentes que la integran, según revelan fuentes policiales
consultadas por este diario.
A la aparición continua de nuevos procedimientos por la oleada de
corrupción política que recorre España, se suma el rebrote de pesquisas
que ya se daban por concluidas y la extensión en el tiempo de procesos
que arrancaron hace más de cuatro años. No en vano, en estos momentos
hay más de 300 dirigentes públicos imputados por corrupción, gracias a
las investigaciones realizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado. Por la tipología de los delitos, la mayor parte de los
procedimientos pasan necesariamente por ella.
Para tratar de frenar la saturación de la unidad central de este órgano,
integrado por 300 agentes y situado en las dependencias madrileñas de
Canillas, están comenzando a derivarse a las unidades provinciales de la
Policía Judicial investigaciones que habitualmente se realizaban en las
oficinas principales de la capital, aseguran las mismas fuentes.
En estos momentos, los efectivos de la Unidad Central de la UDEF se
encuentran inmersos en la investigación del caso Gürtel, con
derivaciones en la Comunidad Valenciana y en Madrid y con más de una
treintena de imputados, entre ellos, el extesorero del Partido Popular
Luis Bárcenas; del caso Campeón, en el que se encuentra imputado el
exministro de Fomento José Blanco, con conexiones en Galicia, Cataluña,
Madrid y Andorra; y del caso Nóos, la presunta trama de corrupción
orquestada por Iñaki Urdangarín y su exsocio Diego Torres, que se
apropió ilícitamente de fondos públicos con la connivencia de cargos
políticos.
La unidad también ha tenido que intervenir recientemente para aclarar si
salió de sus dependencias un presunto informe sobre las cuentas en el
extranjero de Artur Mas y la familia Pujol. El caso, que se encontraba
aletargado a la espera de nuevos avances en la instrucción judicial, ha
terminado reactivándose por la presión de los medios de comunicación,
por lo que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido nuevos informes a la
UDEF.
Asimismo, la investigación de la trama Gürtel, que se remonta más allá
de 2008, sigue completamente vigente por las constantes apariciones de
nuevos datos que obligan a extender continuamente las pesquisas. Sin ir
más lejos, el pasado viernes, la UDEF entregó otro informe ampliatorio
al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz sobre los regalos que
presuntamente recibió uno de los imputados en la red, el exalcalde
Pozuelo Jesús Sepúlveda, y su exmujer, la ministra de Sanidad, Ana Mato.
También afectarán al caso las nuevas revelaciones sobre la supuesta
contabilidad B del Partido Popular.
Colapso material y nuevo jefe desde julio
Tanto el volumen de los procedimientos que gestiona como su número han
provocado que la UDEF afronte su mayor carga de trabajo desde su
creación en 2005. “La trascendencia de los casos, por sus grandes
connotaciones políticas, es otro añadido que hay que tener en cuenta”,
apunta otra fuente policial. “Lo delicado de los casos hace que jueces y
fiscales estén siendo especialmente meticulosos en cada salto de los
procesos y quieran contar con el mayor número posible de informes
policiales”, señala, “algo que está multiplicando la carga de trabajo”.
La misma fuente subraya también la dificultad de este tipo de
investigaciones, “en las que puede llevar meses encontrar el origen de
una sola cuenta”.
Durante los primeros meses de la instrucción del caso Gürtel, los
legajos llegaron a acumularse en los pasillos de la unidad por la
dificultad de las averiguaciones y por la cantidad de informes que
exigían los jueces. Sólo en el caso Campeón, sus efectivos han tenido
que analizar más de 1.000 escuchas telefónicas. De hecho, tuvieron que
pedir una prórroga al Tribunal Supremo para poder analizarlas todas.
Además, al mismo tiempo que avanza en los casos más mediáticos, la UDEF
también alimenta con sus pruebas otras muchas instrucciones judiciales.
En total, sus agentes gestionan en estos momentos alrededor de 400
casos.
El actual comisario jefe de la unidad es Manuel Vázquez. Hasta el pasado
verano, Vázquez ocupaba la dirección de la Brigada de Investigación
Tecnológica (BIT), uno de los equipos especializados que operan bajo el
paraguas de la UDEF. Su predecesor en el cargo fue el comisario José
Luis Olivera, que durante su etapa al frente de ella dirigió la mayor
parte de las pesquisas sobre la red Gürtel. En julio, Olivera fue
desplazado al Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO),
un organismo de coordinación policial sin capacidades operativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario