Pero no moverán un dedo por la corrupción, el enchufismo, el despilfarro, el latrocinio.. no van a mover un dedo contra una casta que se ha hinchado los bolsillos durante décadas.. por eso el país está en la miseria.. disfruten lo votado..
Una veintena de aficionados le da una paliza al árbitro de un partido de primera provincial
El colegiado Juan D. D. A. sufrió una brutal paliza en el partido entre el Marchena Balompié y Los Molares
disputado este domingo, y que fue suspendido en el minuto 72, cuando el
conjunto local perdía por 0-1, a causa de los incidentes que se
produjeron tras la expulsión del entrenador marchenero.
El público comenzó a increpar al árbitro, que solicitó la presencia
policial en el campo, que no llegó a aparecer. El juego estuvo detenido
casi media hora.
El árbitro había expulsado anteriormente a dos jugadores locales, por lo que en el momento en que expulsó al entrenador y detuvo el encuentro, el Marchena jugaba sólo con nueve futbolistas. Pasada casi media hora con el encuentro detenido, la tensión entre el público fue aumentando, por lo que la directiva local intentó convencer al trío arbitral para que abandonase el terreno de juego mientras se esperaba la llegada de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Fue en ese momento cuando un aficionado, primero, se abalanzó sobre uno de los auxiliares y le propinó un par de golpes sin mayores consecuencias. El colegiado decidió entonces regresar al centro del terreno de juego. Y fue entonces cuando estalló una verdadera batalla campal, cuando una veintena de aficionados saltaron al campo y acorralaron en el interior de una de las porterías al colegiado del encuentro, al que le propinaron algunos golpes. El periódico local La Voz de Marchena relata que fueron los propios futbolistas del conjunto local, pese a considerarse perjudicado por el arbitraje del encuentro, quienes protegieron al colegiado de los golpes y lo escoltaron hasta el vestuario.
El Marchena Balompié se encuentra clasificado en el último puesto de la Primera División Provincial, lo que lo deja en posición de descenso a falta de 14 encuentros para la conclusión de la Liga. El conjunto marchenero se siente muy perjudicado por las decisiones arbitrales, hasta el punto de que, según sus cuentas, éstas le han hecho perder hasta 17 puntos, tantos como suma en estos momentos, en los que tiene la salvación a cuatro puntos. En esta circunstancia explican, que no justifican, el clima de tensión del partido.
El árbitro había expulsado anteriormente a dos jugadores locales, por lo que en el momento en que expulsó al entrenador y detuvo el encuentro, el Marchena jugaba sólo con nueve futbolistas. Pasada casi media hora con el encuentro detenido, la tensión entre el público fue aumentando, por lo que la directiva local intentó convencer al trío arbitral para que abandonase el terreno de juego mientras se esperaba la llegada de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Fue en ese momento cuando un aficionado, primero, se abalanzó sobre uno de los auxiliares y le propinó un par de golpes sin mayores consecuencias. El colegiado decidió entonces regresar al centro del terreno de juego. Y fue entonces cuando estalló una verdadera batalla campal, cuando una veintena de aficionados saltaron al campo y acorralaron en el interior de una de las porterías al colegiado del encuentro, al que le propinaron algunos golpes. El periódico local La Voz de Marchena relata que fueron los propios futbolistas del conjunto local, pese a considerarse perjudicado por el arbitraje del encuentro, quienes protegieron al colegiado de los golpes y lo escoltaron hasta el vestuario.
El Marchena Balompié se encuentra clasificado en el último puesto de la Primera División Provincial, lo que lo deja en posición de descenso a falta de 14 encuentros para la conclusión de la Liga. El conjunto marchenero se siente muy perjudicado por las decisiones arbitrales, hasta el punto de que, según sus cuentas, éstas le han hecho perder hasta 17 puntos, tantos como suma en estos momentos, en los que tiene la salvación a cuatro puntos. En esta circunstancia explican, que no justifican, el clima de tensión del partido.
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