liberales en la burbuja y proteccionistas en la crisis; pues ahora a adaptarse al mercado, y a disfrutar lo inmigrado y lo votado..
el "certificado" no deja de ser una extracción de renta (para variar, la parte que lo va a notar más es la que ya paga habitualmente los desmanes de la casta), un engendro que va en la dirección contraria a la que sopla el viento, para disimular una temporada y entretener a un determinado coletvido que "lo está pasando mal" por la crisis..
Cientos de arquitectos tiran sus honorarios por los suelos ante la falta de trabajo
"Algunos compañeros están tirando los honorarios por los suelos. Hay una
competencia brutal". Almudena Gancedo, arquitecto técnico de Valencia,
está viviendo en sus propias carnes una de las consecuencias de la
crisis y el pinchazo inmobiliario: la desesperación de muchos compañeros
de profesión por trabajar y poder llegar a fin de mes.
"Cuando tengo que elaborar un presupuesto a un cliente me entran dudas
porque sé que hay arquitectos que están presentando cifras hasta tres
veces inferiores a las mías. Entiendo que uno tenga que llegar a fin de
mes, que hay que pagar la hipoteca y dar de comer a los hijos, pero lo
que están haciendo es pan para hoy y hambre para mañana. ¿Y si dentro de
unos años les toca pagar 4 o 5 veces más por un trabajo que facturaron
demasiado bajo?", se lamenta.
"En pleno boom inmobiliario, un arquitecto apenas se llevaba un 1% del
valor del inmueble. Ahora, con la crisis la situación se ha agudizado",
explica a El Confidencial José Antonio Granero, decano del Colegio de
Arquitectos de Madrid (COAM). Así, por ejemplo, para una vivienda de
3.000 euros el metro cuadrado, el arquitecto cobraba en torno a 30-35
euros el metro cuadrado frente a los 90-100 del vendedor. "El arquitecto
lleva a cabo labores de asesoramiento dos años antes incluso de
comenzar la obra sobre la compra del suelo y su gestión, del desarrollo
del producto y su gestión comercial, desarrollo del proyecto y dirección
de obra...", explica Granero. "Lo de España es un auténtico disparate.
Somos los profesionales que menos cobramos de toda Europa. "Nos estamos
acercando al peor modelo posible, aquel que solamente compite en coste,
no en calidad", lamenta.
Para Ignacio V. Sandoval, responsable de relaciones externas de la
Escuela de Arquitectura pública más joven de España, la de la
Universidad Rey Juan Carlos (URJC), y director técnico en la consultora
Irea, "son los problemas de combinar el mercado libre, que se supone que
genera competencia y por lo tanto mejora los precios de cara al usuario
final, con la realidad de un sector en crisis, donde cada individuo
sufre las consecuencias de la misma".
En España, los arquitectos tienen libertad para fijar sus honorarios. A
diferencia de Alemania, por ejemplo, ni el Estado, ni las comunidades
autónomas ni los colegios profesionales los fijan, excepto para las
inspecciones técnicas de edificios (ITE).
"Desde 1996, los honorarios están liberalizados, y no por seguir la
estela de Europa. En Alemania, por ejemplo, los honorarios de los
arquitectos alemanes, sólo alemanes, están tabulados por los colegios.
Ahora hay alguna corriente con ánimo de lograr volver a este aspecto. Lo
veo difícil de alcanzar, pero altamente deseable", comenta Sandoval.
"Cada uno está en su derecho a valorar su trabajo como crea conveniente,
pero es cierto que hemos alcanzado cotas en las que no se cubren los
gastos mínimos y se deteriora el sistema de garantías que establece la
LOE, por la propia incapacidad de los agentes que participan en la misma
de responder ante posibles defectos de proyecto u obra. Es un debate
que tenemos abierto en la URJC y en el COAM, pero las regulaciones
europeas dejan poco margen."
¿Libertad o libertinaje?
Para Almudena Gancedo, sin embargo, "no debemos confundir libertad con
libertinaje. Los arquitectos tenemos una responsabilidad civil tanto por
las obras que están en marcha como por las que ya se han terminado. Si
surge cualquier problema somos responsables. Y para eso está el seguro.
Si este no lo cubre puedo perder mi casa o incluso ir a la cárcel, en el
caso de que exista responsabilidad penal. Y yo quiero dormir
tranquila".
El seguro de responsabilidad civil para aparejadores, arquitectos
técnicos e ingenieros de edificación cubre las reclamaciones
interpuestas al asegurado durante la vigencia de la póliza por los daños
causados a terceros por negligencia o errores en el desarrollo de su
actividad profesional. El alcance de la cobertura por siniestro se sitúa
en un mínimo de 120.000 euros.
Para estos profesionales, el principal lastre para los arquitectos es,
precisamente, la responsabilidad civil que asumen ellos y no la empresa
para la que trabajan. Una situación que, como la de los falsos
autónomos, no es ni mucho menos nueva.
"Conozco a varios compañeros de profesión que en pleno boom trabajaban
para constructoras y promotoras y que ellos, y no sus empresas,
asumieron toda la responsabilidad civil de un volumen ingente de obras.
Ahora, esas empresas han desaparecido, ellos no tienen trabajo y se
enfrentan a pagos del seguro de unos 2.000 euros mensuales".
Esta joven arquitecto de 36 años explica algunos de los gastos que se
deben repercutir al cliente. "Evidentemente, aparte de un beneficio
económico, nuestros honorarios incluyen una serie de gastos como son los
propios de un trabajador: autónomos o mutua, colegiación,
infraestructura, gastos del despacho, luz, agua… Pero también un
concepto que merece mención aparte y que es la responsabilidad civil que
asumimos por lo que hacemos, por la que respondemos y que, por tanto,
hay que repercutir a cada obra. ¿Cómo medimos la responsabilidad civil y
cómo se la repercutimos al cliente? No hay una tabla de honorarios
profesionales de los arquitectos. Si existiera, se podría garantizar un
mínimo de calidad de la profesión y supondría un auténtico ejercicio de
transparencia".
"Se han producido movimientos por parte de la Administración que
prometían mucho, como las ITE y las actuales certificaciones
ambientales", apunta Sandoval. "Pero el problema es que se han llegado a
hacer por precios que no cubren ni siquiera el gasto, pero que sirven
para que las grandes empresas cubran sus mínimos de plantilla o para que
la gente recién titulada se ahorque a sí misma pensando que a través de
firmar ITE se pueden conseguir trabajos futuros", lamenta y añade que
el problema de los honorarios también radica en la falta de formación
vinculada al arquitecto. "No hemos sido capaces de comprender
estructuras básicas de ingresos versus gasto y beneficio posterior.
Pertenecemos a una profesión capaz de hacer trabajos por dos duros, por
amor al propio trabajo".
De hecho, entre los que están 'tirando los precios' hay muchos jóvenes
arquitectos, tal y como reconoce José Antonio Granero. "No se dan cuenta
de los riesgos que están asumiendo. Están infraasegurados".
Los certificados energéticos, en el punto de mira
Precisamente, la certificación energética de viviendas y edificios se
presenta como una nueva fuente de ingresos para muchos de estos
profesionales. Sin embargo, desde hace meses, desde el Colegio de
Arquitectos de Madrid (COAM) advierten del peligro de que se produzcan
bajadas de precios alarmantes.
Las tarifas son libres, aunque comienzan a conocerse importes de
presupuestos y certificaciones ya realizadas. En la plataforma
Certicalia.com, el precio medio de los certificados contratados para
pisos es 207 euros, mientras que para la certificación de viviendas
unifamiliares el precio medio asciende a 440 euros. Sin embargo, en
portales como Groupon o Groupalia se ofrecen importantes descuentos, de
hasta el 70% y por debajo de los 100 euros, como si de una habitación de
hotel o una cena romántica se tratase. "No deja de ser una acción
comercial, pero da poca seriedad a la profesión", lamenta Almudena
Gancedo.
Tanto Almudena como Ignacio son conscientes de que, tras los excesos
inmobiliarios, el volumen de trabajo ha caído en picado. Y ambos
consideran que todavía hay mucho que hacer en España: licencias
ambientales, comunicaciones ambientales, informes periciales,
tasaciones, rehabilitación de fachadas, reformas, certificación
energética… "Vamos, que hay vida más allá de la obra nueva, y somos
técnicos competentes para esto", apunta Almudena Gancedo.
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