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Una deuda pública de cerca de un billón de euros (990.466 millones hasta marzo) es "imposible" de asumir y "un mecanismo utilizado para, basándose en la culpa, expropiar los recursos a las poblaciones", según una plataforma ciudadana que ve "no solo factible, sino absolutamente imprescindible" su impago.
La Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda defiende que España debería seguir el ejemplo de Ecuador o Argentina "sin miedo", ya que estos países "poco después de declararse en quiebra ya estaban recibiendo préstamos de la banca internacional".
Es la opinión que expresa, en una entrevista, Pablo Martínez, uno de los activistas de esta plataforma surgida en 2012 de colectivos vinculados al 15M, Attac o Democracia Real Ya.
Con experiencias prácticas como los observatorios ciudadanos municipales (el ámbito administrativo desde el que ven más factible "hacer presión", y que se ha puesto en marcha en ciudades como Gerona), la PACD propone que España no pague su deuda y que renuncie al mismo tiempo a la que tiene como acreedora con otros países.
"De lo contrario, cada vez estaremos más endeudados, y nuestras condiciones de vida serán peores", asegura la plataforma, que pone como ejemplo de deuda "claramente ilegítima" la generada por el rescate de 41.000 millones de euros a los bancos españoles.
"No hay posibilidad de salir de la crisis mediante las medidas que nos imponen desde Europa: privatización, desregulación y recortes en gasto", añaden.
Pero dado que "no hay ningún gobierno dispuesto a dejar de pagar la deuda si no es mediante una gran presión de sus poblaciones", esperan que esta plataforma sirva sobre todo como "espacio de formación, en el que colectivamente descubramos cómo hemos llegado a esta situación, identifiquemos a los responsables y elaboremos mecanismos para evitar que vuelva a ocurrir".
Además, frente al discurso de que la deuda que emite el Estado sirve para pagar a funcionarios, servicios públicos, etcétera, Martínez refuta que una parte importante se va en pagar deudas anteriores.
En concreto, las emisiones brutas del Tesoro en 2014 ascenderán a 242.370 millones de euros, mientras que prevé emitir 65.000 millones de euros netos -es decir excluidas las nuevas emisiones para cubrir vencimientos- en 2014.
Asimismo según los presupuestos generales del Estado, la deuda pública escalará al 99,8 % del PIB al cierre de 2014, lo que supone aproximadamente 1,05 billones de euros, en tanto que el pago de intereses podría alcanzar 36.590 millones de euros.
Martínez concluye que, dado que los mayores acreedores de deuda española son los propios bancos españoles, si en determinado momento se dejaran de pagar esas deudas "la banca caería como un castillo de naipes", lo que conllevaría su nacionalización "sin asumir sus deudas y con completa garantía de depósitos".
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