la explicación está en el primer párrafo..
por lo que parece, los integrantes de la Policía son tan ineptos, que el título se les regala (por un convenio), para así poder seguir enchufando amiguitos en las poltronas..
evidentemente al que tenga título (uno de verdad) lo van a poner a patrullar, claro.. para aprovechar el talento.. "meritocracia" lo llaman..
disfruten lo votado..
Interior firmó un convenio con una universidad para que los jefes de la Policía se sacaran el grado en un año
El
Ministerio del Interior comenzó a verle las orejas al lobo hace casi
dos años. En concreto, en octubre de 2012, cuando el Juzgado número 9 de
lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional ordenó cesar
temporalmente al jefe superior de Policía del País Vasco, Fernando Amo,
por haber sido nombrado sin tener el título universitario. Se basaba
el tribunal en el artículo 19.2 de la Ley de Organización y
Funcionamiento de la Administración General del Estado (Lofage), que
indica que para este tipo de puestos es necesario estar en posesión de
un doctorado, una licenciatura o una ingeniería.
La Audiencia Nacional dejó sin efecto cautelarmente la designación de
Amo mientras abordaba el caso a fondo. Sin embargo, no llegó a entrar en
la cuestión nuclear. El inspector de la Policía que había recurrido el
nombramiento y forzado la resolución judicial no tenía capacidad para
acceder al puesto, ya que había que ser comisario o comisario principal
para hacerlo, por lo que el Juzgado decidió rechazar la demanda en
virtud del criterio del Tribunal Constitucional, que afirma que no basta
con la mera búsqueda de la legalidad por parte del recurrente, sino que
éste debe poder aspirar al cargo en cuestión.
La cosa quedó por lo tanto en un susto para el Ministerio del Interior.
Algunos de los altos cargos del departamento dirigido por Jorge
Fernández Díaz mostraron entonces su rechazo a que se siguiera nombrando
a personas que no cumplieran estos requisitos para cargos que los
exigieran. El recurso contra Amo se había perdido porque había sido un
inspector quien lo había puesto. No hubiera corrido la misma suerte de
haber sido un comisario, que sí podía aspirar al cargo de jefe superior
del País Vasco, planteaban los citados altos cargos.
En ese contexto, la Dirección General de la Policía comenzó a
negociar un convenio con la Universidad Rey Juan Carlos con el fin de
que los mandos que no estaban licenciados obtuvieran con cierta rapidez
un título que les evitara posibles problemas y les sirviera de escudo
ante recursos como el que casi derrumba a Amo. El acuerdo entre el
centro universitario y el departamento dirigido por Ignacio Cosidó se
concretó en un curso on line, de un año de duración, que comenzó en
septiembre de 2013 y acabó el pasado mes de junio.
La
convalidación de materias que los jefes policiales han realizado en
cursos internos a los que han asistido a lo largo de su carrera (dos
años en la Escuela de Ávila y programas de los ascensos), la asistencia virtual
a las sesiones impartidas por la Universidad Rey Juan Carlos, la
superación de un trabajo, de los exámenes y el pago de unos 3.000 euros
finalizaba en la obtención del grado en Criminología que han conseguido más de un centenar de mandos del cuerpo en el primer año en que entra en funcionamiento esta modalidad.
El jefe superior de Madrid, entre los alumnos
Entre los que han alcanzado el objetivo se encuentran el jefe superior
de Madrid, Alfonso Fernández Díez, además de otros máximos responsables
policiales de comunidad autónoma y varios comisarios provinciales e
inspectores jefes. Algunos de ellos necesitaban el título para ocupar
con todas las de la ley el puesto que actualmente desempeñan y otros
simplemente se presentaron con el fin de lograr el citado grado.
Entre los que han realizado el curso, y por lo tanto ya cuentan con la
titulación exigida para los altos puestos del Ministerio del Interior,
se encuentran precisamente algunos de los mandos que hasta el momento
ocupaban esos cargos sin el citado requisito. Otros, que también
desempeñan su trabajo en rangos superiores, sin embargo, continúan
ejerciendo su trabajo sin contar con el grado, la licenciatura o el
equivalente.
La sentencia del Juzgado número 1 de la Audiencia Nacional del pasado 16
de julio que ordena a la Secretaría de Estado de Seguridad cesar al
subdirector general de la Inspección de Personal, José María Calderón,
fue consecuencia de otro recurso que interpuso el mismo inspector que en
el 'caso Amo'. En esta ocasión, sin embargo, sí prosperó porque el
recurrente, según la ley, sí podía aspirar al cargo, que de hecho estaba
abierto a todos los funcionarios de carrera, no solo a los comisario y
comisarios principales, como ocurría en el supuesto del jefe superior
del País Vasco.
Las consecuencias de esta sentencia, sobre todo en el caso de que sea
declarada firme, son impredecibles, dado el alto número de puestos
ocupados por comisarios o inspectores jefes sin titulación y debido a la
incertidumbre de saber qué comisarios se lanzarán a recurrir. El
Ministerio del Interior, por lo tanto, tendrá que decidir si mantiene a
esos mandos en su cargo y se arriesga o les cesa en próximas
reestructuraciones. Asimismo, tendrá que resolver si continúa con la
misma política de designar jefes a dedo sin tener en cuenta los
requisitos, lo que le expone a futuras reprimendas judiciales, o por el
contrario opta por respetar la legalidad.
El futuro, por otro lado, será distinto, ya que la Ley de Personal de la
Policía y también la de la Guardia Civil, que se tramitan actualmente
ambas en el Congreso de los Diputados, establecen la condición de que
los que aspiren a entrar en el primer cuerpo como inspectores deben
estar en posesión de un grado (hasta ahora bastaba con una diplomatura) y
que a los que accedan al instituto armado como oficiales –ya sea
mediante promoción interna o mediante los estudios cursados en la
Academia General Militar– se les hará entrega de un grado universitario.
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