están llamando al Capitán Obvio..
Las compañías “low cost” se imponen en Europa
Según Didier Bréchemier, especialista de transporte aéreo de Roland Berger, "el low cost representa hoy del 25 al 45% del tráfico aéreo en Europa, según los países”.
La
irlandesa Ryanair, con una flota de 300 Boeing 737 (pronto serán 400),
opera en 186 aeropuertos de 30 países europeos. Ofrece más de 1.600
vuelos diarios. Su competidora británica EasyJet (con 226 Airbus A320)
opera una media 1.400 vuelos por día.
“Entre las dos, tienen el 70% del tráfico low
cost” explica Bréchemier. “Y si se añaden Air Berlin, Vueling
(española), Norwegian (noruega) y Wizz Air (húngara), ya llegamos al 90%
del mercado”.
La
fuente del éxito de estas compañías reside en haber redefinido por
completo el concepto de este tipo de negocio: el pasajero paga por lo
más básico, ser llevado de un punto al otro, el resto de los servicios
(maleta facturada, comidas, bebidas) deben pagarse aparte. Además del
contexto de crisis económica en la que ha estado inmersa Europa, el
factor precio ha cobrado más importancia que nunca.
“Su emergencia
ha sido facilitada y acelerada por internet, que ha roto el oscurantismo
de los precios”, recuerda Jean-Pierre Nadir, presidente y fundador del
sitio Easyvoyage.com.
Más
recientemente, los low cost han ganado aún más terreno, en un contexto
de crisis económica, al ingresar en el mercado de la clientela
‘business’, hasta entonces monopolio de las compañias tradicionales como
Air France, Lufthansa, Iberia o British Airways.
- Grandes compañías bajo presión -
Ejemplo de ello
fue el reciente lanzamiento por Ryanair de nuevos servicios, como los
billetes flexibles o el embarque prioritario, que acentúa aún más la
presión sobre esas compañías tradicionales, obligadas a actuar para
resistir a esta competencia.
British Airways
intentó la aventura del low cost al crear Go Fly en 1998, pero
finalmente tuvo que venderla a la propia EasyJet en 2002. La compañía
británica se hizo sin embargo con Vueling tras fusionarse con la
española Iberia.
Por su lado,
Lufthansa confió a su filial de bajo coste Germanwings los vuelos
europeos desde y hacia Alemania, salvo los que salían o tenían como
destino sus hubs de Francfort y Munich.
Air France-KLM
anunció por su lado la semana pasada su proyecto de desarrollo de su
filial de bajo coste Transavia, rechazado por sus pilotos, que están en
huelga desde el pasado lunes.
“Es lamentable
ver cómo esos pilotos están apegados a los vestigios de un mundo que ya
no existe. Es como si rehusaran ver que el modelo que conocieron, con
muros erigidos para evitarle la competencia a Air France, está
desapareciendo”, comenta Jean-Pierre Nadir.
Para Philippe
Jourdan, presidente del gabinete Promise Consulting, estos retos se
plantean a todas las grandes compañías tradicionales.
En el caso de
Air France, según él, se está produciendo el “doloroso aprendizaje de
que una empresa se administra según las expectativas del mercado y no
únicamente mediante una introspección interna, lo que ha caracterizado a
esta compañía” hasta ahora.
Los pilotos en
huelga de Air France temen que el plan de desarrollo de filial low cost
Transavia se vea acompañado de supresiones de empleos, a medida que la
compañía aumente sus bases fuera de Francia y contrate a pilotos en
otros países y con otras condiciones laborales.
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