En 1974, durante la Administración Ford, el economista Arthur Laffer,
amigo de Dick Cheney y Donald Rumsfeld y futuro asesor de Ronald Reagan y
Margaret Thatcher, pasó a la posteridad por esbozar en una servilleta
lo que pasaría a conocerse como la Curva de Laffer, la gráfica (una U
invertida) que explica la relación entre los ingresos fiscales y los
impuestos, demostrando que a partir de cierto punto, subir los tributos
no sólo no genera más para las arcas públicas, sino lo contrario.
Invitado a Madrid por la Fundación Faes, Laffer aboga por un Estado
mínimo. Que cubra los servicios y bienes que el sector privado no puede
aportar (Defensa, cuidado de los que no pueden valerse por sí mismos) y
nada más. Denuncia el gasto, arremete contra los programas de estímulo,
contra Obama y contra todo el que se resista a aceptar que sólo hay una
vía para la recuperación: gastar menos y bajar los impuestos. Ya. Mucho.
Pregunta.- ¿Qué le pasa al mundo?
Respuesta.- Estamos viendo un choque extremo entre dos visiones de la
Economía. Una, la keynesiana, que cree que todo se debe a la falta de
demanda y que el Gobierno debe dar un paso al frente y crearla,
generando estímulos y teniendo déficit. Y otra que aboga por lo
contrario: ahorrar, bajar impuestos y no gastar más de lo que se tiene.
En los últimos años, sólo en EEUU, se han usado entre 3 y 3,75 billones
de dólares de los ciudadanos para estimular la economía. El balance de
la Reserva Federal ha pasado de 850.000 millones de dólares a 2,8
billones. Con ese coste y tanta retórica uno esperaría un gran boom en
la economía, ¿no? Pues para nada ha sido así.
P.- En Europa se pone a EEUU precisamente como ejemplo a seguir.
R.- ¿Bromea, verdad? ¡Para nada! Es todo lo contrario. Esa vía no
funciona y no lo hará nunca porque no tiene sentido. Déjeme enseñarle
unas cifras [lo hace]. Si comparamos la recuperación durante los años de
Obama con la de Reagan, en términos de empleo, las dos curvas van en
direcciones opuestas. Es más, la de Obama es la peor recuperación de la
historia de EEUU. La cantidad de semanas que una persona permanece en
paro ahora es el doble que en cualquier otro momento del pasado. Y lo
mismo vale para casas, para ventas.
P.- ¿Y no habría sido peor sin ello?
R.- En absoluto, es eso lo que ha causado los problemas. El Gobierno no
crea recursos, los redistribuye, y para dárselos a alguien se los tiene
que quitar a otros. Lo que hace, en realidad, es desestimular. Y los
efectos sustitutivos son mortíferos. A la persona a la que le das el
dinero encuentra un filón para obtener recursos sin esforzarse. ¿Para
qué hacerlo? Y en cambio, a la persona a la que le quitas su renta se
desincentiva porque obtiene menos de lo que debería y de lo que merece
por su esfuerzo. Y el resultado es terrible. ¿Qué esperan los políticos
si le dan recursos a los que no producen y se los quitan a los que sí?
¿De verdad no se dan cuenta de lo que va a pasar?
P.- Europa, por iniciativa francesa, apuesta ahora por un gran pacto de crecimiento.
R.- Es increíble. Basta recordar las cosas que proponía Jospin o lo que
dice Hollande de la jubilación. El gasto para estímulos es lo que ha
creado la Gran Recesión. Es la razón de que Europa esté en un estado
catastrófico. Milton Friedman ya lo advirtió hace décadas: el gasto del
Gobierno es siempre un impuesto. Y toda Europa sufre de aumentos
inaceptables de ellos. Los estados no saben crear prosperidad, aunque lo
digan.
P.- ¿Por qué tenemos una Gran Recesión y no otra Gran Depresión? ¿O la tenemos?
R.- La única diferencia entre lo ocurrido en la Gran Depresión y ahora
no es el gasto. La diferencia es que si bien Obama apostó por los
estímulos, no subió los impuestos. Al revés. Prolongó dos años las
rebajas de Bush. De los años 30, se habla mucho de política monetaria,
pero lo que pasó es que subimos el tipo marginal máximo del IRPF del 25
al 83%. Los impuestos estatales al 90%. Todo estaba tasado. ¿Se da
cuenta de la magnitud? ¡Un 83% de tipo máximo! Una locura.
P.- Lo primero que hizo Rajoy al llegar al Gobierno fue subir el IRPF...
R.- Un inmenso error. Inmenso. Que le pregunten a David Cameron si ésa
es la vía. El Tesoro británico lo intentó también. No lograron más
dinero, claro, pero sí una segunda recesión. Esa fórmula no funciona en
ningún lado y no lo hará aquí. Merkel tiene razón.
P.- ¿Se lo va a decir usted al Gobierno?
R.- Desde luego, pero no hace falta que me escuchen a mí. Mire a los
países que no han optado por los estímulos. Suiza, Suecia, Noruega... ni
se han enterado de la Gran Recesión. En los dos últimos años de Bush,
cuando los Demócratas se hicieron con el Congreso, el gasto del Gobierno
pasó del 21% del PIB al 27%, sin generar resultados ni beneficios. Y
aquí será igual. Yo ya soy mayor, pero me temo que llevaré mucho tiempo
muerto antes de que en Europa veáis la recuperación. Aprendamos del
pasado. En 1944, el gasto federal era del 48% del PIB en EEUU. En 1946
cayó al 15%. ¿Eso es un antiestímulo? Ja. Los economistas predijeron que
volveríamos a los niveles de paro de la Gran Depresión. Que habría 9 o
10 millones de parados. Pues bien, no hubo ni tres. En 1944 y 1945 la
producción se disparó. Los estándares de vida aumentaron increíblemente.
Si esas son las recesiones que se producen sin estímulo, las quiero de
nuevo.
P.- Usted fue asesor de Reagan y Thatcher, pero votó y elogia a Clinton.
R.- Durante los años de Clinton tuvimos unos resultados increíbles,
espectaculares, porque bajó impuestos. Luego llegó George W. Bush y...
Bush y Obama son lo mismo. Uno es un Demócrata malo y el otro era un
Republicano malo. Obama representa todo lo que es bueno de América, pero
todo lo que ha hecho está mal. Porque tiene la actitud de un profesor,
de quien cree que nunca se equivoca y nunca rectifica. Los profesores
son ideólogos de primera. Mire a Stiglitz o a Krugman. Los profesores
son así porque no tienen que responsabilizarse de las consecuencias.
Como los políticos. Dan discursos, se hacen ricos y firman libros, pero
nunca rectifican.
P.- La UE exige a España que suba el IVA, lo que va contra sus propios principios.
R.- Es una equivocación y una locura irse al 20%. Miren lo que ya han
conseguido con la subida anterior. ¿Les gusta el resultado? ¿Y van a
subirlo todavía más? ¡No escuchen a Bruselas! La única receta posible es
reducir los gastos del Gobierno hasta ajustarlos a los ingresos. Y
cuando lo hayan conseguido, vuélvanlos a bajar. Ambos. Si pagas a la
gente por no trabajar, no te puedes sorprender de que no trabajen.
Quitas dinero a los que producen, se lo das a los que no lo hacen ¿y
esperas que el paro baje? ¿Cómo? Seamos serios.
P.- Se puede pasar de un 8,9% de déficit a un 5,3% sin contraer la economía. ¿Cómo?
R.- Deme su Presupuesto, cinco minutos y un lápiz rojo y le digo cómo.
¿Efecto contractivo? Ya he puesto el caso de EEUU, pasando de un 48% de
gasto a un 15% en dos años, y generando un crecimiento inmenso. Los
estados que gastan demasiado convierten a sus ciudadanos en
dependientes.
P.- Más de un millón de familias españolas no tienen ingresos y el paro es casi el 25%.
R.- Lógico. ¿Y si el paro llega al 95% todavía creerán que la receta es
seguir pagando igual? ¿Más? Desde luego que hay gente a la que se le
debe ayudar. El Estado debe encargarse de ellos. Pero si eres joven,
listo y puedes trabajar, ¿por qué? Si haces pagar más impuestos a los
ricos para dárselo a los pobres, lo que haces es tener más pobres. No
hay nada malo en ser rico, pero hay algo intrínsecamente erróneo en ser
pobre. ¿Por qué quieren los gobiernos hacer pobres a los ricos? Como
decía Kennedy, el mejor Estado de Bienestar posible es un trabajo bien
pagado.
P.- Si estuviese en el poder, ¿qué haría?
R.- Lo único que necesitamos son impuestos bajos y con un tipo único.
Controlar el gasto, libre comercio, ahorros, reformas regulatorias y que
el Gobierno se quite de en medio. Eso basta. Y desde luego nada de dar
ayudas a los bancos arruinados. ¿Por qué están metiendo ustedes dinero
bueno en bancos malos? Cuanto más se inyecta, más difícil es parar.
P.- Para evitar el colapso del sistema financiero. Ustedes lo hicieron antes.
R.- Lo siento muchísimo por España y por los jóvenes. España es un país
increíble, con una tradición de excelencia, calidad, honor y dignidad.
No entiendo cómo han permitido que ocurra esto con los bancos y cómo han
permitido que en Bruselas les empujen a esto. Hay veces que los
doctores en Economía son incapaces de ver lo evidente. Cuando la gente
toma decisiones estando borracha o en estado de pánico, como fue el caso
en EEUU, las consecuencias son desastrosas. Con estos acuerdos de
Bruselas de hoy [por ayer] se ganará tiempo, quizás, pero si creen que
van a ayudar a España, están equivocados.
P- Si lo evidente es bajar impuestos, ¿por qué ningún país lo hace ahora?
R.- Porque se equivocan. Yo eliminaría todos los impuestos. Todos, con
una excepción, los de armas, alcohol o tabaco, porque su objetivo no es
recaudar sino cambiar comportamientos. Los demás, fuera: Sociedades, de
capitales o a la sucesión, aduanas. Nada. Y a cambio pondría dos
impuestos de tipo único: sobre la renta, pero con algunas deducciones, y
sobre las ventas. Una especie de IVA. Igual para todo el mundo desde el
primer euro al último. Pongamos, no sé, un 12%. Sería más simple y se
recaudaría sin tantas evasiones.
P.- ¿Un tipo único es justo?
R.- Claro que sí. Injusto es quitarle renta al que trabaja y produce
para dárselo al que no lo hace. ¿Por qué cree que es justo que Warren
Buffett no pague impuestos? Porque no lo hace. Las tasas impiden que los
pobres se hagan ricos. Los ricos ya lo son, y lo que quieren es
mantener a los pobres fuera del sistema, de sus clubs y sus barrios. Y
usan el impuesto de la renta para conseguirlo, pero lo venden al revés,
diciendo que no pagan lo suficiente. Ellos no lo pagan ni lo harán.
Tienen abogados y asesores fiscales. Pueden contratar a diputados,
senadores y hasta presidentes. Y lo hacen.
P.- ¿Por qué tiene mala fama la austeridad?
R.- ¿Austeridad? No es austeridad, por Dios. Es dar libertad. Cuando
dejas de pagar el paro a un desempleado es porque estás dejando de
quitarle lo suyo al que trabaja. ¿Es austeridad dejar que el que trabaja
conserve su renta? ¿En serio? Cuando das, quitas. Y si lo haces por
criterios que no sean el esfuerzo y el trabajo, está mal. Para mí no
hablamos de austeridad, sino de aumentar la libertad.
P.- ¿Y por qué nadie lo hace?
R.- ¿Nadie? Lo hace todo el mundo cuando maneja su empresa o el
presupuesto de su hogar. La gente es sensata en su economía privada y
estúpida en la pública, porque no es su dinero y no sufre las
consecuencias de sus actos.
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