Artur Mas pide un crédito urgente de 500 millones a La Caixa para poder pagar las nóminas - elConfidencial.com
Las finanzas de la Generalitat se encuentran bajo mínimos. Tanto que
Artur Mas ha tenido que recurrir esta semana a un crédito para poder
pagar las nóminas. Según diversas fuentes consultadas por este diario,
el Gobierno catalán pidió a La Caixa 500 millones de euros “a una semana
vista” ante los problemas de tesorería que afronta. De acuerdo con las
citadas fuentes, “se trata de problemas puntuales, de lo que denominamos
punta de tesorería”. Otros interlocutores gubernamentales hablan de
“tensiones de tesorería” derivadas de la falta de ingresos.
Según las fuentes, el crédito se está negociando todavía, aunque se da
por hecho que no habrá muchos problemas para cerrarlo. “El Gobierno
necesita liquidez inmediata para hacer frente a unos compromisos y se
retornaría enseguida”, añaden. Lo que no quiere el Ejecutivo autonómico
es recurrir de nuevo a la emisión de deuda, ya que las cargas
financieras que soporta en la actualidad son enormes: cada año paga
1.000 millones de euros sólo en intereses por el servicio de la deuda.
La realidad es que el bajón de los ingresos y la falta de transferencias
de la Administración central han abocado a la administración pública
catalana a tener que recurrir a la ayuda de la entidad financiera
emblemática de la comunidad para poder solventar el bache. Uno de los
argumentos ofrecidos es que se debe a la falta de liquidez ante el pago
de la extraordinaria de junio, aunque otras fuentes apuntan también a
problemas con el sistema informático que provocó fallos en las
transferencias de las nóminas a las cuentas particulares de los
empleados públicos.
Lo cierto es que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, no ha
tenido más remedio que poner en marcha esa solución de emergencia ante
el colapso de las finanzas. Y eso porque las nóminas de la Generalitat
representan un pico: aproximadamente, más de 300 millones de euros
mensuales, si tenemos en cuenta los salarios que dependen directamente
de las consejerías y de los principales organismos autónomos que
dependen del Gobierno, como el Instituto Catalán de la Salud (ICS) o el
Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC).
Fuentes del Gobierno catalán consultadas por El Confidencial señalaron a
este diario que el problema de las finanzas de la Administración
autonómica se han visto agravadas en los últimos meses a causa del
incumplimiento de los compromisos de pago del Gobierno central, una
acusación que han reiterado en los últimos días tanto el consejero de
economía como Artur Mas.
Lo que debe Rajoy
El presidente de la Generalitat aludió al tema en el pleno parlamentario
del pasado miércoles, en el que desveló que el Gobierno de Mariano
Rajoy debe a Cataluña 759 millones en infraestructuras del año 2011 y
otros 211 millones de euros del año 2012. En total, pues, 970 millones
de euros que la comunidad catalana ya ha gastado y que tendría que haber
cobrado.
Pero además, las fuentes consultadas añaden otras partidas pendientes de
cobro. El Ejecutivo central, por ejemplo, tampoco abonó el Fondo de
Competitividad del año 2011, lo que representa unos 1.450 millones de
euros más. Y, por si fuera poco, existe otro capítulo relativo a los
servicios del Estado que presta la Generalitat y que tampoco ha
recibido, a pesar de no ser competencia suya, lo que subiría la cifra a
varios cientos de millones más. El total del dinero que reclama Cataluña
sobrepasaría con creces los 3.000 millones de euros.
“De la Ley de Dependencia, nosotros hemos pagado el año pasado un total
de 728 millones de euros, mientras que el Gobierno central aportó sólo
258 millones. De esa partida, a nosotros nos correspondía pagar 493
millones, por lo que hemos abonado 253 millones de euros que tendría que
haber puesto Madrid. En otras palabras, según la ley,Cataluña y el
Estado deberían sufragar la Ley de Dependencia al 50%, pero nosotros
hemos puesto el 67% y ellos menos del 24%. Eso nos representa un
esfuerzo adicional considerable en estos momentos de crisis”, señalan
las fuentes consultadas.
Ése es sólo un ejemplo, ya que hay varios servicios en situación
parecida. ”En el tema delas infraestructuras, que corresponden a la
disposición adicional tercera del Estatuto, hay un incumplimiento
flagrante. El Gobierno central tenía la lista de sus compromisos y había
firmado convenios que, al final, se han quedado en agua de borrajas”.
En cuanto a los servicios del Estado prestados por la Generalitat , “lo
que ha habido es una deslealtad institucional. Estamos hablando de
normativas estatales que afectan al funcionamiento de la comunidad
autónoma”.
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