La imputación decidida por la Audiencia Nacional a
instancias de UPyD de Rato y los consejeros de Bankia por la comisión de
varios delitos no debería haberse dado de esta forma, sino que la misma
debería haberse realizado de oficio por medio de la Fiscalía
Anticorrupción.
Ha tenido que ser la formación de Rosa Díez quien la impulsara, pero lo
cierto es que esa inacción demuestra el pacto de silencio acordado por
Rato, Rajoy y Esperanza Aguirre y que fue desvelado en exclusiva por
nuestro diario el pasado 31 de mayo.
En
cualquier país serio, los consejeros habrían tenido que declarar al día
siguiente a producirse la intervención, pero lo cierto y verdad es que
el Partido Popular se ha negado sistemáticamente.
En la Asamblea de Madrid y a propuesta de UPyD, Esperanza Aguirre no
quiso permitir que se abriera una comisión de investigación ni que se
citara a declarar ante la cámara madrileña a nadie.
En el Congreso de los Diputados, el resultado fue idénticamente el
mismo, cuando lo pidieron la mayoría de los partidos de la oposición. El
análisis de la lista de imputados deja a las claras que la mayoría de
estos son o miembros del PP o personas muy cercanas a ellos, aunque
también hay una pequeña parte que forman parte del PSOE, o de Izquierda
Unida.
Fuera de las imputaciones quedan
cinco consejeros, nombrados posteriormente a la salida a bolsa, entre
los que destaca el primo de Esperanza Aguirre, Claudio Aguirre, ejemplo
de las familias políticas colocadas enteras a costa del erario público.
En este caso del erario público que se evaporó, para dar lugar a una
entidad privada, que vale menos que nada, gracias a la gestión realizada
por estos individuos. Otros de los no imputados son el socialista
Virgilio Zapatero, el activista popular valenciano Juan Martín Queralt, o
el Conde de Adanero, Alvaro Ulloa.
Las investigaciones
deben aclarar dónde ha ido a parar el dinero de las cajas que
conformaron Bankia, quien se ha lucrado y especialmente qué se ha
financiado, comenzando por los partidos políticos, y las obras
megalómanas de algunas comunidades autónomas, comenzando por Madrid y
Valencia, que se han pagado con esos dineros.
En Diario El Aguijón hemos defendido que el problema de Bankia y del
resto de las cajas, está en la financiación de las autonomías y de los
proyectos políticos con los que los líderes y lideresas se hacen las fotografías con las que ganan las elecciones. Unas
fotos muy caras, porque las pagan con el dinero de todos los ciudadanos
y no con el suyo propio, y que ha puesto en solfa la credibilidad de
toda una nación y de nuestro sistema financiero.
De esos polvos vienen los lodos de la intervención de la banca, de la
falta de credibilidad que dispara la prima de riesgo y del rescate total
de España que se ya se ha puesto en marcha desde Frankfurt y Bruselas.
Si España quiere volver a la senda de la credibilidad debe aplicar la
máxima transparencia y que marche caminito de Soto del Real todo el que
meta la mano en la caja o despilfarre o haga mal uso del dinero público.
Ayer Diario El Aguijón publicada la creación de la Liga
Anticorrupción, conformada por importantes personalidades del mundo del
derecho o la universidad y a cuyo frente se ha puesto uno de los
sobrinos de Adolfo Suárez.
Mucho trabajo les auguramos, puesto que la corrupción generalizada, el
despilfarro y el mal uso del dinero de todos los españoles es ya
estructural, y no hechos aislados. Sin comenzar a demostrar al mundo que
somos una nación seria, y que nadie está por encima de la ley, no
saldremos de este atolladero en el que nos ha metido la clase política.
En cualquier país serio ya estarían en la trena preventivamente | Diario El Aguijón
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