Las medidas de Rajoy nos llevan al desastre - El Disparate Econmico - Cotizalia.com
@Roberto Centeno 24/09/2012 06:00h
El viernes pasado y con grandes titulares en primera, FT presentaría a
los lectores más influyentes del mundo una perspectiva bastante certera
de la situación española. Aparte de explicar que España no es una
democracia real, sino una oligarquía (“donde los políticos no
representan al pueblo sino a un partido”) presentaba datos
trascendentes: el montante del rescate (“hasta 500.000 millones de
euros”) y algo infinitamente más importante: que sus condiciones “van a
incidir en las reformas estructurales que la economía española requiere y
no en nuevos impuestos y recortes”. La razón: “aunque los problemas más
visibles son financieros y económicos, ello enmascara la profunda
crisis del Estado español, que requiere un cambio drástico de las
estructuras establecidas durante la Transición. El verdadero drama de
España no es financiero ni económico, es político, institucional y
regional”. ¡Aleluya, al fin alguien ha comprendido nuestro problema!
De Guindos intenta cambiar la reformas del sistema autonómico y
financiero -que habría colapsado sin el rescate de los 100.000 millones-
por subidas de impuestos (tienen ya preparada una nueva subida del IVA
al 25%), la congelación de pensiones (porque los gastos crecen al 4%
mientras los ingresos caen al 2%; solo compensar la inflación costaría
11.000 millones), reducciones salariales y de las prestaciones por
desempleo… Mientras, trata de ganar tiempo para su indigno jefe
planteando utilizar parte del dinero del rescate bancario para comprar
bonos, como un auténtico trilero, algo que el portavoz económico de la
Comisión ha tenido que cortar de raíz, explicando, muy irritado, que “no
se permitirá a España redirigir el dinero de la ayuda”. Otro
responsable senior afirmó, con más sorna, que “en Madrid van por libre”.
Sin embargo, en este impasse en el que Mariano ha decidido fumarse un
puro con las necesidades inaplazables de España, poniendo como siempre
sus intereses electorales por encima de todo, parece imperativo poner
negro sobre blanco nuestra realidad en cifras, el camino hacia la
perdición que, de acuerdo a las inexorables leyes de la economía,
recorre nuestra nación, el rescate que, sin cambios estructurales, solo
nos arruinará para muchas décadas.
Hasta que se desaten todos los infiernos
Un camino empedrado por un cortoplacismo ciego, en el que se enmarca
tanto la postura dilatoria de Rajoy como la de los banqueros que piden
un rescate de urgencia, en lugar de exigir un recorte drástico del
gasto, algo solo posible con el cambio del modelo de Estado. ¿De qué le
sirve a la banca una ventana de oportunidad de unos meses en los
mercados si su negocio se hunde sin remedio con la morosidad y la fuga
de depósitos, la economía desplomándose y el paro subiendo? Y es
imperativo, porque esta calma aparente es solo un breve paréntesis antes
de que se desaten todos los infiernos, porque seguimos gastando el
doble de lo que ingresamos, porque todos los indicadores de actividad y
demanda se están desplomando, porque el crédito a familias y empresas se
hunde aceleradamente (la mayor caída en 50 años) y porque banqueros
quebrados y empresarios mega-subvencionados, como los de las renovables,
nos engañan sin límite con la ayuda de sus amigos ministros.
¿Y cuándo se desatarán todos los infiernos? Pues cuando mercados e
instituciones europeas sean plenamente conscientes de que España no
cumplirá ni de lejos sus objetivos de déficit -ni siquiera conocemos aún
el déficit 2011, que va ya por el 9,2%, y la tendencia 2012 supera esa
cifra-; cuando sepan que la deuda, tanto pública como privada, alcanza
ya el 400% del PIB y que jamás podrá ser devuelta (los 500.000 millones
del rescate menos aún) y que hay que ir a quita ya mismo; cuando sean
conscientes de que el saneamiento del sistema financiero dista mucho de
haber terminado porque el problema ya no es solo el ladrillo, ahora es
el total del crédito; o de que los PGE 2013, como los de 2012, los de
2011 y anteriores, son pura ciencia ficción, ¿cómo pueden hacerse unos
Presupuestos si los dos tercios del gasto están fuera de control?
Por último, cuando 47 millones de españoles alienados con el fútbol y la
telebasura sean conscientes del océano de mentiras y corrupción que les
rodea, viendo sus rentas recortadas, sus pensiones en el aire y el
Estado del bienestar aniquilado. Dice mi admirado Carlos Sánchez que
volveremos a los años 50… no exactamente, en los 50 cada año era mejor
que el anterior y en los 60 mucho mejor; ahora cada año es mucho peor.
Y la clave del desastre es la mendacidad y la miseria moral del PP
cuando afirma que “hemos tomado ya todas las medidas necesarias, y ahora
solo hay que dar tiempo para que funcionen”. Es exactamente lo
contrario, ya que las medidas tomadas por el Gobierno representan el
transvase de ingentes cantidades de dinero de familias y empresas al
despilfarro público, de la economía productiva a la improductiva y al
despilfarro; dichas medidas son una auténtica arma de destrucción masiva
de la riqueza de la nación. El tiempo no juega a su favor, sino en su
contra. Las medidas de Rajoy son como una gigantesca bola de nieve
deslizándose por una pendiente, cuanto más tiempo pasa mayor es su
capacidad destructiva. Y el último camelo: “la mejora del comercio
exterior será la solución”. ¿Qué supone un presunto y mísero superávit
de 8.000 millones en 2014 frente a 40.000 de intereses y 120.000 de
despilfarro? “Esto marcha”, dice la CEOE. Aquí lo único que marcha son
sus subvenciones: la aportación estimada al PIB 2012 (1,5 puntos) será
un 35% menos que en 2011 (2,3 puntos). Vamos a peor, no a mejor.
El camino hacia el abismo
Para entenderlo, lo primero que los españoles deben conocer son tres
leyes económicas esenciales, que se cumplen siempre y en todo lugar y
que Rajoy ha ignorado para mantener a toda costa una estructura de
Estado inviable.
Primera.- La elevación de los impuestos sobre el consumo, la renta de
las familias y la economía productiva produce siempre una caída de la
actividad económica, de la inversión y del empleo. La elevación de estos
impuestos pone en marcha un espiral deflacionista -menos renta
disponible, menor consumo, menor inversión, mayor caída de la economía,
más paro, y vuelta a empezar- en la que con el tiempo todo empeora
exponencialmente.
Segundo.- Una ley empírica de la economía española nos dice que por cada
puesto eliminado en el sector público se crean 2,8 puestos en la
economía privada. Adicionalmente, como se sustituyen puestos
improductivos por productivos, la situación de empleo y crecimiento
mejora exponencialmente.
Tercero.- La inversión improductiva -aeropuertos sin aviones,
universidades sin alumnos, hospitales sin enfermos, instalaciones sin
uso- o suntuaria -AVES, autovías innecesaria- desplazan (crowding out)
la inversión productiva, destruyendo crecimiento y empleo
adicionalmente.
¿Qué hace Rajoy cuando llega al poder? Sube impuestos, sube el IBI, baja
salarios y recorta prestaciones por 16.500 millones de euros “porque no
hay otra opción”. Es decir, de un gasto público total de 470.000
millones y donde 120.000 son puro despilfarro, no hay un solo sitio, ni
uno solo, para poder recortar 16.500 millones. Como no podía ser de otra
manera, la caída de la actividad económica en la segunda mitad de 2011
se acentuó en 2012 (de + ,5 %1S 2011 a -0,7% 1S 2012, según la
Contabilidad Nacional) y el paro se incrementó (de 228.000 parados más
en 1S 2011 a 430.000 en 1S 2012, según la EPA).
Dos meses después, CCAA y ayuntamientos, todos ellos quebrados, son
convocados por Montoro. En lugar de decirles que se acabó la fiesta, les
dice que el Gobierno no dejará quebrar a ninguno y anuncia la entrega a
través del ICO de 15.000 millones de euros de “adelanto de
financiación”, una ficción retórica ya que jamás devolverán esta
cantidad. A partir de ese momento, las CCAA frenan todos sus planes de
recorte, y luego se les entregan 27.000 millones más para pagar a
proveedores. Les han entregado ya 42.000 millones y ahora piden 18.000
más. Después, las tres “reformas” del sistema financiero, un festival de
improvisación e incompetencia, un robo de dimensiones históricas
(60.000 millones en efectivo y 133.000 en avales). El viernes tendremos
nuevas cifras, como siempre por detrás de la realidad, y no añadirán
certeza alguna, solo más dinero y/o avales para los españoles, un
expolio inaceptable para mantener lo inviable, es de cárcel.
¿Alguien se ha molestado en sumar las emisiones 2012 de deuda y su coste
ya absolutamente inasumible? A fin de agosto, 56.625 millones en letras
entre 3 y 18 meses, con tipos de interés (L-12m) un 142 % superiores a
los del año anterior, más 67.090 millones en bonos de 2 a 10 años, con
tipos de interés (O-10a) un 40 % superiores, un endeudamiento bruto de
123.715 millones, a lo que habrá que añadir 85.000 millones hasta fin de
año. Es decir, España necesitará en 2012 endeudarse el 20% del PIB, y
todo para que la oligarquía político-financiera pueda mantener sus
chiringuitos abiertos, cero para familias y economía productiva.
En lugar de aprovechar el aplastante poder estatal y regional otorgado
por un pueblo aterrado por la ruina económica, política y moral
infligida por el Gobierno de Zapatero-Rubalcaba, reduciendo el modelo de
Estado al tamaño de un Estado federal (1), cerrando bancos y cajas
quebradas, instaurando un democracia real con separación absoluta de
poderes y una Ley Electoral que permita a los ciudadanos elegir a sus
representantes, Rajoy ha preferido culminar el desastre iniciado en 2007
e infligir un daño irreparable a la nación española; miseria, sudor y
lágrimas para varias generaciones, lo que le llevará al deshonor para
siempre.
(1) En los Estados federales (EEUU, Alemania, Canadá o Austria) el gasto
no centralizado es del orden del 30 % del gasto público total, frente
al 66 % en el Estado marginal en que han convertido España la casta
política más irresponsable, antipatriota y corrupta de nuestra Historia.
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