De Estados Unidos a España, la crisis amplía la diferencia entre ricos y pobres
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ANDY ROBINSON La clase media está desapareciendo. En el mundo occidental, en países como Estados Unidos, Reino Unido o España, se polarizan las rentas: crecen las de los ricos a la vez que aumenta el número de personas con menos recursos, lo que hace que cada vez menos gente se defina como de clase media, al revés de lo que pasaba años atrás. Las razones son diversas, pero la actual crisis y las políticas para capearla conducen a la paradoja de que, en la sociedad del consumo, muchos ya no tengan dinero para consumir.
La historia de la clase obrera se inicia en Inglaterra en donde surgió el conocido "proletario" en medio de una intensa revolución industrial. En ese contexto y bajo esas circunstancias se produjo el nacimiento de la clase obrera, esa que al parecer esté llegando al ocaso.
En el Reino Unido entre 1960 y el 2000, el porcentaje de la población que se calificaba a sí misma como de clase obrera cayó del 70% al 44%, y el de la clase media subió del 31% al 55%. Los "ni necesitados ni privilegiados" -según la frase de Philip Gould, uno de los asesores de Tony Blair- que, con salarios razonables, pensiones garantizadas, seguro médico público y optimismo respecto al futuro de sus hijos, llenarían los grandes almacenes, los centros comerciales y las urbanizaciones de chalets unifamiliares.
Ese era el guión trazado, pero algo ocurrió en el camino. La desregulación y la desindicalización del mercado de trabajo británico cambiaron el panorama, y la clase media ya no es lo que tenía que ser.
El resultado práctico es que se ha incrementado de forma drástica la diferencia entre los ingresos en un sector de servicios dividido entre empleos cada vez mejor remunerados de profesionales y ejecutivos y empleos pésimamente pagados como en hostelería, limpieza, seguridad, call centers, camareros de hamburgueserías y cajeros de Poundland. "Estos dos grupos extremos han subido, mientras que los empleos de la parte mediana en la que podías cobrar un salario medio han caído en picado", aseguraba Stewart Lansley, autor de The Cost of Inequality (el coste de la desigualdad) durante una conversación antes de una mesa redonda sobre la crisis de la clase media durante la conferencia laborista.
Debacle en Estados Unidos
En Estados Unidos, donde la clase media de enormes cocinas de formica, Chevrolet lavados y pulidos delante del chalet y películas de Douglas Sirk había sido la envidia de la posguerra mundial, el proceso ha sido aún más devastador. Según varios estudios, sólo el 1% más rico se ha beneficiado del crecimiento de los últimos 30 años (de ahí el eslogan del movimiento Occupy que habla del 1% de ricos frente al 99% de la población). "Hasta los años setenta los beneficios de crecimiento y aumentos de la productividad estaban repartidos igualmente", advierte Josh Bivens, uno de los autores del State of Working America, un estudio anual sobre las tendencias socioeconómicas que se publica el próximo mes. Pero, desde el inicio de las reaganomics (la política económica de Ronald Reagan) a principios de los años 80, "la renta de las familias de clase media y baja ha registrado crecimientos cero o negativos". añade.
Desde el inicio de esta crisis, el proceso se ha acelerado. El coeficiente Gini, que mide la desigualdad, se sitúa ya en Estados Unidos en el nivel más elevado desde los años 20 del pasado siglo. Según el nuevo censo publicado el mes pasado, la renta de la familia media estadounidense ha caído el 8,1% desde el 2007, mientras que para el 5% de familias más ricas ha subido el 5%.
Cambio en el modelo europeo
Hasta Alemania va ya por el camino anglosajón hacia el vanishing middle. En Berlín, este año, Karl Brenke, economista especializado en el mercado de trabajo, del prestigioso instituto DIW, describía un panorama en Alemania que no podía sino recordar a los años 80 en el Reino Unido.
Hasta profesionales como maestros y enfermeras encuentran problemas para llegar a fin de mes conforme se va liberalizando la jornada laboral y creando decenas de miles de trabajadores a tiempo parcial que quieren trabajar más.
España y la crisis
Desde que llegó la crisis a España se han perdido todos los logros cosechados desde los años 90. Según la oficina Eurostat, la desigualdad de rentas, medida por el coeficiente Gini, se ha disparado en España desde el inicio de la crisis, regresando a los niveles de mediados de los 90. Esta tendencia se debe principalmente al aumento disparado de paro en España y se intensificará si se va adentrando en la nueva fase del plan de ajuste.
La vivienda en propiedad –tan importante para la percepción que la clase media tiene de sí misma en España– se ha convertido en un lastre para muchos españoles. Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, se produjeron más de 46.500 desahucios sólo en el primer trimestre del 2012. El endeudamiento de las familias españolas –principalmente hipotecario– no llega a los niveles de EE.UU., pero, según explicó el economista Robert Shiller. Algunas familias de clase media hasta se han visto forzadas a recurrir a estrategias de okupas.
Desplome en Grecia
En Grecia, otro país que ya empezaba a superar un problema de desigualdad histórica hasta la crisis, los ajustes están pasando una factura aún más devastadora. Miles de trabajadores públicos, profesores, enfermeros, funcionarios, han visto desplomarse su posición en la jerarquía social.
Empiezan a darse casos similares en Portugal, extremadamente vulnerable, ya que el salario mínimo es sólo de 470 euros al mes, e Irlanda, donde el colapso de la vivienda –al igual que en España– está diezmando el patrimonio de la clase media.
La paradoja del capitalismo
La paradoja se ve plasmada en esos grandes almacenes reconvertidos ya en todo a cien.
Como advirtió Peter Wilby en el semanario laborista The New Statesman, se perfila "una catástrofe económica en el mundo occidental", ya que se han creado "sociedades de consumo en las que millones de ciudadanos son tan pobres que no pueden consumir". Ahora, la paradoja de la sociedad de consumo sin consumidor empieza a preocupar al nivel más alto.
En la pandereta desde hace ya 8 años dejaron de existir las clases medias. Lo que hubo fue una burbuja de crédito e inmobiliaria que hasta al más pobre le hicieron creerse que era rico. De ahí vienen las hipotecas a 40 y 50 años de 2% + euribor en pisitos a 60,70,80 kilos, etc (pisos que ahora valdrán 20-25 kilos).. por no olvidar que si los ingresos vienen del salario se es un asalariado, muy distinto a que vengan del patrimonio..
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