El concejal del Ayuntamiento de Burgos Eduardo Villanueva confesó ayer a
través de la red social Twitter, que consumió los 207.000 euros de
móvil y reconoció que le «parece oportuno que los ciudadanos, la prensa y
la oposición quieran una explicación».
A través de diferentes tweets, y tras ser cesado al salir a la luz una
desorbitada factura de más de 200.000 euros, asegura que «su principal
error ha sido no ofrecer las explicaciones oportunas según crecía la
bola de nieve». Asimismo, indica que apoya la decisión de Javier
Lacalle, de suspenderle temporalmente, «para que se aclare lo sucedido
con independencia».
En relación a los hechos, indica que el consumo que ha hecho, «facturado
mediante una tarifa plana corriente no habría generado ningún tipo de
controversia ni polémica». Por último, lamentó mucho el daño de lo que
estima «un error de facturación», pueda causar a sus compañeros de
partido y al Ayuntamiento de Burgos.
Los concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Burgos votaron
ayer, en sesión plenaria, en contra de la petición de los grupos de la
oposición (PSOE y UPyD) para crear una comisión de investigación que
aclare el motivo por el que a través de una tarjeta telefónica municipal
se gastaron entre abril y mayo de 2011, la cantidad de 207.000 euros.
Todos los miembros de la corporación municipal del Ayuntamiento de
Burgos asistieron al Pleno que se celebró en la Casa Consistorial,
mientras en la calle medio millar de empleados públicos se concentraron
durante su media hora de descanso para pedir la dimisión del supuesto
autor de la factura, el concejal de Nuevas Tecnologías, Eduardo
Villanueva, cesado cautelarmente ayer por el propio alcalde, Javier
Lacalle.
El portavoz del Grupo socialista, Luis Escribano, exigió al alcalde que
«dé explicaciones a los ciudadanos» y que «aclare de una vez qué se hizo
con esa tarjeta», «Queremos saber qué se ha hecho con la famosa copia
de la tarjeta y quién es el culpable», aseveró el concejal socialista,
quien exigió que «se depuren inmediatamente responsabilidades» ante la
«gravedad de este asunto».
Por su parte, el portavoz del Grupo popular, Angel Ibáñez indicó que «se
dará toda la información» y apeló a la «prudencia» para que las
personas que están investigando puedan desarrollar su trabajo sin tener
que hacer caso a «juicios de valor». «Daremos explicaciones públicas
pero en este asunto no hay que precipitarse», insistió.
Dimisión
Mientras, un grupo de ciudadanos tomaba la sala al grito de «dimisión»,
en clara referencia a Villanueva, quien asistió al pleno sin mediar
palabra. El público gritó a los miembros del equipo de Gobierno en más
de una ocasión, sobre todo después de que el PP votase en contra de
iniciar una comisión investigación al respecto.
El PSOE recrimina al alcalde haber actuado «tarde y mal», puesto que
«han pasado 18 meses y la factura coincide con las pasadas elecciones».
En este sentido, Lacalle consideró que «más le gustaría saber qué pasó».
Medio millar de empleados públicos del Ayuntamiento de Burgos tomó el
edificio y las inmediaciones del mismo para pedir la dimisión del
concejal de Nuevas Tecnologías, Eduardo Villanueva, a quienes piden que
«no escurra el bulto y les señales a ellos como culpables cuando les han
rebajado el sueldo». Al grito de «Eduardito, devuelve el dinerito»
reclaman al Ayuntamiento que «tome cartas en el asunto» porque «se ha
jugado con el dinero de los ciudadanos cuando se les pide que se
aprieten el cinturón».
Famosa factura
Una tarjeta de un móvil municipal gastó entre abril y mayo de 2011 un
montante correspondiente a 207.000 euros. Una cantidad que, según afirmó
hoy el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda se rebajó a 130.000
euros que fueron pagados con el dinero del Plan Montoro, tal y como
destapaba hace unos días Diario de Burgos.
El PP se opone a investigar los 207.000 euros de teléfono del concejal de Burgos - Castilla y León - Diario de León
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