Angela Merkel no quiere ningún supervisor bancario dibujándose en el horizonte. Por eso ha forzado a sus socios europeos a aceptar la realidad: que dicha institución se formará, como pronto, en 2014. ¿Por qué este empeño de la canciller en retrasar este mecanismo de control? Uno de los motivos podría ser la cifra que barajan algunas voces del mercado consultadas por EL BOLETÍN: los landesbank (el equivalente a las cajas de ahorro en España) tienen un agujero negro valorado en, como mínimo, 250.000 millones de euros.
Las fuentes consultadas aseguran que ese es precisamente el principal problema del país. "De momento este es el elefante dentro de la tienda de chinos al que nadie parece prestar atención porque mantienen su liquidez, aunque habrá que ver por cuánto tiempo hasta que se les exija cumplir con ciertos requisitos de capital". "¿Cuánto capital necesitarían? Las primeras estimaciones hablan de 250.000 millones de euros, y eso sólo parece una fracción del total".
Sin embargo, no sólo en estas entidades financieras de circunscripción regional hay nubes de tormenta. El problema va más allá. "Durante cuatro años los bancos alemanes han acumulado activos periféricos del sur y el este de Europa en un esfuerzo realizado para mejorar sus márgenes y beneficios", han asegurado estas personas, que han puesto de ejemplo el caso del Hypo Real Estate.
Otro caso que se comenta en parqués y oficinas de operaciones es el del Commerzbank, el segundo mayor banco del país por el volumen de sus activos, que "ha sido nacionalizado parcialmente por la República Federal alemana a través de una participación del 23,99% que se ha vendido como una inversión en títulos". Esta entidad es "uno de los bancos sistémicos del país que caerá bajo el escrutinio de ese regulador único". En cuanto empiece a funcionar, claro.
No obstante, en Alemania parecen estar contentos. A pesar de que su crecimiento económico se puede ver severamente afectado por la crisis de sus socios europeos (debido a un descenso de sus exportaciones en la zona del euro), el hecho de que la crisis haya convertido al país en un valor refugio para los inversores que apuestan por deuda soberana ha conseguido que sus costes de financiación se hayan abaratado notablemente en los últimos años.
Los bonos a diez años de Alemania, que es la principal referencia en los mercados de deuda, cotizan a un interés que se encuentra entre el 1,5% y el 1,7%. Y ha llegado a subastar estos papeles por un 1,42%. Mientras tanto, España sufre unos costes de financiación que se traducen en un 5,5% de rentabilidad ofrecida, y eso sólo en los últimos días, con las aguas en calma. Hace varias semanas esta cifra superaba el 6%.
Fuente: El agujero de las 'cajas' alemanas asciende hasta los 250.000 millones de euros / Internacional / Elboletin.com
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