20121117

Bonastre, Director General de la Generalitat, directivo del ICS, referente electoral de CDC y antes condenado a prisión por malversación

Bonastre, Director General de la Generalitat, directivo del ICS, referente electoral de CDC y antes condenado a prisión por malversación

Desde hace días, y en relación a los diversos casos de corrupción que afectan a CiU, los responsables de la campaña de Mas estaban preocupados por el pasado de Ramon Bonastre Bertran, de 56 años, director general de Relaciones Laborales y Calidad en el Trabajo de la consejería de Empresa y Ocupación. Con la aparición de graves acusaciones contra Mas y Pujol esta preocupación aumentará. En todo caso, este artículo se empezó a redactar antes de las informaciones de 'El Mundo'. Se necesitaron cuatro días para precisar algunos datos.

Bonastre fue condenado, el 30 de abril de 1991, por sentencia convertida en definitivamente firme, al agotar todos los niveles procesales, a la pena de un año de prisión y a la inhabilitación absoluta durante seis años y un día, en concepto de autor de un "delito continuido de malversación de capitales públicos". Fue cometido por Bonastre en el ejercicio de su función, cien por cien pública, de "secretario interventor habilitado" del Ayuntamiento de Ascó (Ribera d'Ebre). La sentencia, de la cual reproduciré las partes más relevantes fue de una gran dureza.

Mas lo nombró sabiéndolo todo

A pesar de que este hecho era público, no solamente Mas lo designó para el cargo mencionado sino que posteriormente lo ha hecho miembro del consejo de administración del Institut Català de la Salut (ICS), la empresa pública mayor de Catalunya, que gestiona toda la sanidad pública. En el seno de CDC, desde 2008, Ramon Bonastre es presidente de la sectorial de Trabajo y Relaciones Laborales. Como tal, organiza los encuentros específicos de campaña que se celebran en la sede central de CDC.

No parece que hable a los empresarios del delito continuado de malversación de capitales públicos, dado que su condena no figura en su biografía oficial. Tampoco nunca ningún diario de Barcelona ha escrito nada. Por supuesto, faltaría más, tampoco han hablado de ello TV3 o RAC-1.

"Camiones egipcios": dos bomberos muertos

Hay otro aspecto criticable de Bonastre que se ha enterrado. En 2002, fue nombrado director General de Emergencias de la Generalitat con Jordi Pujol. Durante su gestión se produjo el escándalo de los camiones de bomberos llamados "egipcios", porque habían sido concebidos y fabricados para circular sólo por los desiertos egipcios.

Por lo tanto, tenían el centro de gravedad demasiado alto y sencillamente tendían a volcar. Como sabe un niño que haya estudiado Física en la enseñanza secundaria (o haya jugado en la playa con determinadas figuras hinchables) el centro de gravedad siempre tiende a estar en el lugar más bajo posible.

Aquel impresentable error causó vuelcos y la muerte de dos bomberos. Los camiones continuaron en servicio, pero sólo podían ser usados a una velocidad de bicicleta –ciertamente impropia de una emergencia– y para incendios muy cercanos a su cuartel. Todavía hoy hay bomberos que recuerdan la incapacidad de Bonastre. Todavía no les cabe en la cabeza cómo y por qué se compraron aquellos camiones. Costaría mucho argumentar que fuera en interés y beneficio de la Generalitat. Aun así, alguien pudo quedar contento. No los bomberos ni sus familiares.

A punto de ser director general de la policía

Pero Mas continuó confiando en Bonastre. Nada raro, dado que Mas siempre ha evitado pronunciamientos claros contra la corrupción, por las razones que sea. Así, en enero de 2011, al llegar Mas a la Generalitat, dos diarios muy prócimos a CDC publicaron que Ramon Bonastre sería nombrado inmediatamente Director General de Policía en la consejería que se acaba de confiar a Felip Puig. Fue entonces cuando recibí información del personaje y publiqué dos artículos en el 'Diari de Girona'. En los diarios de Barcelona, nada de nada, y esto ha sido así hasta hoy. Por usar el título de un libro del gran poeta, ensayista y periodista J.V. Foix, Bonastre es un apartado más de "Allò que no diu 'La Vanguardia'" (Edicions Proa, Barcelona, 1970).

Sentencia de gran dureza verbal


La sentencia condenatoria de la Audiencia de Tarragona fue de una gran dureza verbal. Afirma: "La contabilidad del Ayuntamiento se llevaba de forma anárquica, rayando en lo caótico, pues no existía concordancia entre los ingresos liquidados y los ingresos correspondientes, quedando al final del ejercico restos por cobrar y pagar, sin los debidos soportes documentales".

Un elemento clave de aquel delito, objeto de un sentencia condenatoria cien por cien firme, es lo que la decisión judicial final dictamina que era una "cuenta (bancaria) bisagra".

La propia sentencia alude a este tema delicado y clave. "Tanto el secretario interventor (es decir, el hoy director general Ramon Bonastre) –escriben y firman los magistrados– como el Depositario (que fue condenado a una pena mucho menor) dieron viabilidad con sus firmas, necesarias para realizar las transferencias, a sabiendas que los fondos públicos iban a una cuenta (bancaria) que ellos no podían intervenir ni vigilar, desentendiéndose por completo del destino que dichos fondos pudieran tener ni de quienes han sido sus receptores".

¿Quién pudo quedar impune?


Esta frase final de la sentencia deja claro que un punto clave no se pudo aclarar. En efecto, no se supo a quién fue a parar el dinero. Si alguien lo sabía, no lo dijo. Este hipotético personaje tendría que merecer el agradecimiento por parte de quién acabó quedando impune. Como los jueces no lo pudieron precisar, tampoco lo puedo hacer yo, ni insinuarlo. En cuanto a presunciones, que todo el mundo piense en las suyas propias.

En cambio, hay otro dato objetivo. Consiste en que entonces un nuevo ayuntamiento de Ascó se constituyó en acusador particular, pidiendo que Bonastre fuera condenado a la pena de ocho años y un día de prisión mayor. El fiscal, elemento del proceso penal sometido a una estructura jerarquizada, pidió sólo la misma pena que acordó el tribunal.

El 20 de junio de 1997, la ministra de justicia del primer gobierno Aznar, apoyada por CiU, Margarita Mariscal de Gante firmó, de manera acorde con el Derecho, un indulto beneficiando a Bonastre. Se habían cumplido los plazos de las penas. Hay que destacar que un indulto acredita no la inocencia, sino precisamente la total firmeza, es decir el agotamiento de todos los niveles procesales, de la sentencia condenatoria antes impuesta.

Malas referencias politicoadministrativas

En cuanto a la tarea administrativa y política de Bonastre, sólo he podido conseguir malas referencias. El comité de empresa de Derby quedó sorprendido de su poca competencia profesional. Una abogado que llevaba un tema sanitario quedó boquiabierta al ver que le indicaba que le podía poner una querella. Fácil y rápidamente le hizo bajar velas, indicándole que quizás ella seria querellante y no querellada.

Varias veces ha comparecido para dar, en nombre de la Generalitat, datos respecto al grado de seguimiento de huelgas –en concreto, de la general acabada de llevar a cabo– que no tenían nada que ver con las facilitadas por los sindicatos ni por fuentes independientes.

Las relaciones con empresarios, grandes financiadores de CDC, son para este partido un tema clave. Esto es lo que puede explicar la gran preeminencia política de Germà Gordó, antes gerente de CDC y ahora el hombre más poderoso de la Generalitat, después de Mas. Que Bonastre esté en este ámbito puede ser de interés. Las explicaciones públicas sobre problemas laborales suelen corresponder a acciones también publicas de los sindicatos. El papel de las relaciones con los empresarios es, muy justamente, también importante, pero efectuado discretamente.

Las delicadas relaciones con empresarios

Costaría de creer que el PP no lo supiera. En todo caso, un reciente cambio legislativo español ha hecho que actualmente los ERE no necesiten la aprobación previa de la Generalitat, sino que puedan ir directamente al ámbito judicial social. Aquella aprobación previa fortalecía la relación entre CDC y los empresarios, que siempre hay que situar en un terreno interesante y opaco. El mismo hecho de que Bonastre fuera dado, al inicio de 2011, como inminente Director General de la Policía, por dos diarios afines a CDC, muestra que es una persona a quien Mas le puede confiar cuestiones delicadas.

Fuentes periodísticas también lo retratan como incompetente, de expresión a menudo ininteligible. Quizás por eso le han encargado que lleve a cabo actas sectoriales de campaña. La política laboral y de calidad del trabajo (¿bomberos incluidos, o excluidos?) de CDC puede aspirar a pasar mejor cuando peor se explica y menos se entiende.

Un poder fáctico, musical

Hay un dato todavía más singular. Ramón Bonastre es hermano del musicólogo Francesc d'Assis Bonastre, profesor de la Universidad Autónoma. Una fuente afirma que Mas cree que este musicólogo disfruta de un poder fáctico en este campo, debido en parte a un importantearchivo histórico musical. La búsqueda del control social indirecto es básica en la concepción del poder por parte de Mas. Es la cruda realidad de su estatismo, de su "transición nacional" y de la consecución de instrumentos de Estado. No parece que le preocupe que esto pueda afectar, en el terreno cultural, a la libertad de creación ni, en los otros campos, al Estado del Bienestar o a la racionalidad económica, donde hoy la competitividad internacional es determinante. En el terreno de la sanidad aquel afán de control social es el elemento capital. Por eso Mas potencia clanes privados de poder sanitario, cómo he escrito a menudo.

Mena, fracasado como consejero

Si Mas vuelve a ser presidente, está muy claro que el consejero Francesc Xavier Mena no estará. Ha logrado el gran reto de ser pésimo –pero no mala persona, como Boi Ruiz– en un gobierno que habrá sido cualquier cosa menos "el de los mejores".

Ahora bien, no tengo nada claro que Bonastre hermano no obtenga una canongia. La afirmación judicial firme según la cual asumió una gestión "anárquica, rayando en lo caótico" está perfectamente asumida. Mas sólo reclama que se berree "Estado", "Estado" y "Independencia", "Independencia". El resto no lo tiene cuenta. Es una postura que obviamente, visto el caso Palau, el caso ITV y otras informaciones policiales más recientes, asume como aquel que nada. Su hígado es grande, tan grande como un Estado territorialmente inmenso, como Rusia, donde fue –como por todas partes, y en particular en Bruselas– muy mal recibido. Todo lleva a creer que ahora estaría todavía más despreciado.

Alfons Quintà

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