La banca se endeuda para financiar la nueva burbuja
Al igual que sucedió con la burbuja inmobiliaria, alimentada por los
préstamos de una banca irresponsable y codiciosa que se endeudaba
masivamente a corto para prestar a medio y largo plazo, se reproduce el
esquema con la gran burbuja de la deuda pública. Un comportamiento
suicida que parecía irrepetible, pero como el primero les salió gratis,
porque nadie ha respondido de nada y la cuenta la paga el pueblo
español, lo repiten de nuevo. Ayer era “el precio de la vivienda nunca
puede bajar, no hay ninguna crisis”. Hoy, “el Estado no puede quebrar,
no será necesaria ninguna quita”. Y mientras todos los bancos de la
eurozona están comenzando a devolver los préstamos del Banco Central
Europeo, los españoles piden cada día más. Nada menos que el 40% del
total de los créditos concedidos, cuando nuestro PIB es solo el 13% del
grupo, la mayor parte de los cuales para financiar la gigantesca burbuja
de la deuda total, que supera el billón de euros, y que España ya no
puede devolver.
Pero, ¿quiénes hacen los cálculos en la banca española? ¿Los mismos que
en 2006 y 2007 dijeron que no existía ninguna burbuja? Como diría hace
unos meses la exbailarina y exconsejera de la CAM que se ha ido forrada,
“nadie nos dijo que había una crisis”. ¿Nadie les ha dicho a los
banqueros que un déficit público fuera de control va a superar el 10%
del PIB oficial, y no el 7% que dice Montoro? ¿Nadie les ha dicho que
los últimos indicadores muestran que la recesión está agravándose? ¿Es
consciente la oligarquía financiera de que los tres billones de deuda
privada financiados mayoritariamente por ellos jamás podrán ser
devueltos por una población cada vez más empobrecida, ni el Estado
rescatar, y de que antes o después más de la mitad de la banca tendrá
que suspender pagos?
La resolución del jueves para crear en 2014 un supervisor bancario
europeo, que dejaría “encantado” a un Rajoy que siempre permite que nos
desplumen en estas reuniones –los contribuyentes respondemos de todo–,
sienta que “los futuros rescates bancarios no serán nunca a costa de los
contribuyentes, sino que deben estructurarse en forma que los
responsables de las quiebras bancarias asuman la totalidad de la carga”.
Exactamente lo contrario de lo que ocurre en España. La oligarquía
financiera ha conseguido imponer la mayor socialización de pérdidas de
la historia de Europa, en la que los responsables del desastre están
recibiendo escandalosas compensaciones con dinero público. El nuevo
mecanismo europeo deberá poner fin a este tipo de expolios, aunque para
nosotros ya es demasiado tarde.
Rajoy aplaza el rescate e incrementa la incertidumbre
Se avecinan meses de gran incertidumbre para España, mientras Rajoy y
los tres mosqueteros –Guindos, Montoro y Nadal, ¿o es al revés?–, aparte
de apuñalarse entre ellos, continúan con su habitual indecisión e
improvisación, sentando las bases del hundimiento de la nación española.
Y el viernes Rajoy, en el colmo de la obscenidad, afirmó en Alemania
que los recortes han sido “equilibrados y equitativos”. ¿Cuántos de las
decenas de miles de asesores inútiles con sueldos medios de 60.000 euros
han sido eliminados? ¿Cuántos de los 30.000 coches oficiales, de las
200 embajadas o las 50 televisiones han sido suprimidos? ¿Cuántos de los
dos millones de empleados públicos nombrados a dedo? Se habían
comprometido a cerrar la mitad de las empresas públicas, unas 2.000, y
rebajaron el compromiso a cerrar 675 en julio. Las han reducido a solo
198, pero no las han liquidado, ¡las han fusionado! Estos son los
recortes “equilibrados” de Rajoy. “España tardará más de 20 años en
volver al nivel de vida previo a la crisis, la diferencia entre ricos y
pobres es la mayor de Europa, y en diez años el número de personas en
riesgo de exclusión social será de 18 millones, el 38% de la población,
frente a 12,7 millones, o el 27% en 2012” (1) ¿Pero cómo se puede tener
tal grado de desvergüenza y miseria moral?
La oligarquía financiera ha conseguido imponer la mayor socialización de pérdidas de la historia de Europa
Y para acabar de arreglarlo, Rajoy sigue aplazando el rescate. Ahora
dice que es porque Merkel se lo ha desaconsejado y, además, algún
miembro de la eurozona podría negarse, y es necesaria la unanimidad. De
ser cierto, Rajoy no tiene perdón de Dios. Cuando todo el mundo se lo
propuso en septiembre y las condiciones eran más que razonables, este
irresponsable dijo que no porque, para él, eran mucho más importantes
sus intereses electorales que los intereses de España. Son vergonzosas
sus lágrimas de cocodrilo por el empobrecimiento de los españoles
mientras despilfarra el dinero como si fuera escombro en mantener un
Estado y un sistema financiero inviables. Cuanto más tiempo pase, más
difícil será la situación y más incierto el resultado del inevitable
rescate, que podría convertirse en una suspensión de pagos si alguien se
niega. En todo caso, sería ahora en condiciones devastadoras para los
ciudadanos.
La decisión del Banco Central Europeo en septiembre de no dejar caer a
España, que ha reducido los tipos temporalmente, ha demostrado ser un
auténtico disparate, porque ha permitido a estos insensatos aplazar los
recortes. Los datos del Banco de España conocidos el viernes indican
que la deuda de las Administraciones Públicas sigue creciendo
vertiginosamente, un 15%, y toca máximos de hace un siglo según algunos
medios. Esta es solo la computable, que no recoge la totalidad de la
misma, que asciende a 1,03 billones y no a los 817.000 millones
publicados. Algunos titulares mediáticos, con el fin de engañar al
personal, resaltan que la deuda de las Comunidades se ha “reducido por
primera vez en cuatro años”. Nada más lejos. Es solo un camelo contable.
El Estado les ha transferido 60.000 millones y, aunque obviamente son
deuda de las Comunidades, la restan de su deuda y la pasan al Estado. El
camelo consiste en que se supone que se trata de un préstamo comercial a
corto plazo, meses, como cuando un banco adelanta 100 millones para
pagar la nómina. Pero aquí no es un préstamo a corto, porque estos
insensatos no lo van a devolver ni en 6 meses ni en 60 ni en 600.
Entonces, ¿qué clase de estafa es esta?
Siendo ya inasumibles los niveles de deuda y, sobre todo, su crecimiento
–que además van a aumentar exponencialmente en el último trimestre por
la primera parte del rescate bancario, que elevará la deuda en 40.000
millones de una tacada–, menos soportable resulta el déficit de las
Administraciones. La cifra oficial a fin del tercer trimestre y en tasa
interanual ascendió al 8,6 % del PIB, y queda el cuarto. Todos los datos
señalan que la economía está intensificando su caída y destruyendo más
empleo que hace un año, por lo que a pesar del aumento de impuestos, la
congelación de pensiones y la eliminación de la paga de Navidad a los
funcionarios, todos los expertos independientes estiman que el déficit
en 2012 no modificará sustancialmente el interanual del tercer
trimestre. Pero seamos optimistas y supongamos que baja al 8%.
A esa cifra hay añadir, porque no estaba incluida en el cómputo, no
menos de 1,1 puntos de los rescates bancarios, otros 0,3 puntos más por
las desviaciones de la Seguridad Social, donde la afiliación está
cayendo a un ritmo sin precedentes, y caerá más en meses venideros. Y
además, la mayoría de Comunidades ha dado orden de no pagar ni una sola
factura desde el fin de octubre, lo que sumará unos 0,7 puntos la deuda
real. Estimación del déficit total de 2012 –y da igual como lo
escondan–, 8 + 1,1 + 0,3 + 0,7 = 10,1 % del PIB. Pero, ¡ojo!, esto es
solo si hacemos como que nos creemos que las cifras de déficit
adelantadas por Comunidades y Ayuntamientos a septiembre son verdaderas.
En 2011, la deuda oculta de Comunidades y Ayuntamientos, que solo sería
conocida a mediados 2012, ascendía al 2,4% del PIB, ya que hay más de
5.000 entes autonómicos y locales que falsean las cuentas a voluntad. Y
como la mendacidad de estos golfos apandadores no ha disminuido, sino
que ha aumentado, súmenle entre 0 y 2,4 puntos y tendremos una horquilla
de deuda entre el 10,1 % y el 12,5 % del PIB oficial. Si lo comparamos
con el PIB real, que es al menos un 10% inferior, nos vamos a las
estrellas. El endeudamiento total en 2012, no solo el computable, es
consistente con la segunda cifra. Más de 140.000 millones.
Una vinculación letal: banca y casta política
El crecimiento de la deuda pública ya imposible de devolver: lo han
financiado casi íntegramente entidades españolas, la banca la mayor
parte, aseguradoras y fondos de pensiones. La deuda del Tesoro en manos
de la banca superará los 200.000 millones en 2.012, más de un tercio del
total, y casi la totalidad de la emitida a medio y largo plazo. La
emitida a corto, cada vez más utilizada, carece casi de riesgo, pero es
pan para hoy y hambre para mañana. Y esto es el neto. El bruto, ya que
ha habido que refinanciar todos los vencimientos, está suponiendo la
barbaridad de 4.000 millones de euros por semana, y creciendo. ¿Se dan
cuenta las oligarquías de la absoluta insostenibilidad de este
disparate? Dicen que están hartos de Rajoy porque no pide el rescate, y
son ellos, con sus compras, los que permiten que tal cosa suceda. ¡Dejen
de comprar deuda soberana, y verán si este irresponsable puede seguir
esperando y arruinando España, que es lo único que sabe hacer!
Todos los datos señalan que la economía está intensificando su caída y destruyendo más empleo que hace un año
Comentaba el viernes con mi gran amigo Carlos Sánchez, en el cóctel de
Navidad de esta casa, la inaudita irresponsabilidad del Gobierno,
felicitándose cada semana por haber endeudado a los españoles en 4.000
millones de euros adicionales. “Es como si un padre de familia volviera
cada sábado a su casa y dijera a sus hijos: "Alegraos, que he conseguido
endeudaros en otros 4.000 euros para tirarlos por la fregadera”, me
comentó Carlos en un símil genial. Es obvio que, antes de un año, los
hijos habrían arrojado al padre por la ventana. ¿Puede alguien en su
sano juicio creer que una nación que necesita endeudarse anualmente en
más de un 20% de su PIB –la mitad para devolver deuda y la mitad para
financiar el despilfarro de un modelo de Estado y un sistema financiero
inviables– puede sobrevivir?
La vinculación entre la oligarquía bancaria y la oligarquía política
está siendo absolutamente letal. Es la banca quien está manteniendo el
despilfarro y la corrupción institucional, y, a cambio, ha recibido más
de 300.000 millones de euros entre rescates y avales de uno y otro tipo.
Aparte de esto, se ha garantizado la impunidad de decenas de presuntos
delincuentes responsables del desastre financiero y de la ruina de
millones de familias, que en cualquier otro país habrían sido procesados
y encarcelados. La banca extranjera había reducido su exposición a
España en 90.000 millones hasta octubre, y la española la había
incrementado en más de 100.000 millones, siendo esta la que ha sostenido
las subastas del Tesoro ante la huida de los inversores extranjeros con
un dinero prestado a corto por el BCE con el aval del Estado. Es una
auténtica espiral diabólica.
El esquema es un puro disparate. Nadie puede prestar a medio y largo con
un dinero que ha obtenido a corto, aunque es exactamente lo mismo que
ocurrió con el ladrillo. Cuando estalle la burbuja de deuda –y
estallará, porque España ya no puede devolverla–, al Banco Central
Europeo le dará lo mismo que los bancos no puedan devolver los 350.000
millones de euros que deben. Quien responde es España, que no lo podrá
pagar. La quita será imprescindible y afectará directamente a la banca,
que esta vez ya no podrá ser rescatada porque no habrá con qué.
Entonces, ni el Estado ni ellos podrán garantizar los depósitos de los
ahorradores, que al igual que ha sucedido con bonistas, accionistas y
tenedores de preferentes, a los que advertí reiteradamente en vano, van a
perder hasta la camisa.
Feliz Navidad a todos
PD: ¿A qué espera Rajoy para aplicar la Constitución y la Ley y
suspender la autonomía a Cataluña, como hizo Tony Blair con el Ulster?
Su inacción y su cobardía patológica solo hacen más agresivos a los
secesionistas, y esto puede acabar en un desastre si no les para los
pies de inmediato.
(1) Crisis, desigualdad y pobreza; informe de Médicos sin fronteras, Unicef, Cáritas y la Compañía de Jesús.
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