Marx, Engels y Lenin vuelven a las bibliotecas turcas - ABC.es
Ankara levanta la prohibición de medio centenar de títulos censurados desde 1949
Aunque la Guerra Fría terminó hace casi dos décadas, las cosas de
palacio van despacio. No ha sido hasta esta semana que las autoridades
turcas han decidido que ya era hora de levantar la prohibición que
pesaba, desde 1949, contra un total de 453 libros considerados
“subversivos” o “antipatrióticos”. Entre ellos se encontraban obras como
el “Manifiesto Comunista” de Karl Marx y Friedrich Engels, y “El estado
y la revolución”, de Lenin, así como 645 periódicos, folletos y
pósters.
“Levantar la prohibición hará borrón y cuenta nueva en la sociedad. Si
no podemos explicarle a cualquiera que la libertad de expresión es un
pack completo compuesto de muchas libertades diferentes, no importará
que sepamos que el emperador está desnudo”, ha declarado el jefe de la
Oficina Pública del Fiscal de Ankara, Kürsat Kayral, de forma florida y
algo críptica.
El fiscal, que ha sido el responsable de revisar la lista de
publicaciones prohibidas en Turquía, asegura que esta decisión pretende
ajustarse a “los estándares de libertad de pensamiento y expresión”
asumidos en el tercer paquete de reformas que la judicatura turca
afronta estos días.
También ha sido levantada la prohibición sobre las “Obras Completas” de
Nazim Hikmet, uno de los grandes poetas turcos contemporáneos, a quien
le pasó factura su filiación comunista. Lo mismo cabe decir del escritor
satírico de orientación socialista Aziz Nesin, uno de cuyos títulos
permanecía prohibido, y de los “Artículos Escogidos” de Mahir Çayan, el
líder del Frente/Partido de Liberación de los Pueblos de Turquía
(THKP-C), un grupo armado de los años 70 cuyas diferentes escisiones son
consideradas organizaciones terroristas por Ankara.
Además de los trabajos de estos escritores izquierdistas, se ha
permitido también la “Historia de Vida” de Said Nursi, un teólogo
musulmán moderado cuya obra es la inspiración de importantes sectores
del actual gobierno turco liderado por Recep Tayyip Erdogán. Otro de los
beneficiarios es el cómic “Tommiks”, un western de los años 60
proveniente de Italia (donde es conocido como “Capitan Miki”), que por
algún motivo ofendió la sensibilidad de los censores.
La intolerancia del pensamiento oficialista
La historia de estas prohibiciones es en gran medida la de la
intolerancia del pensamiento oficialista en Turquía: Nursi y Hikmet se
vieron obligados a exiliarse en diferentes momentos de su vida (el poeta
comunista murió en Moscú, en cuyo cementerio puede visitarse su tumba).
Nesin tuvo más suerte y llegó a gozar de cierto éxito en vida, aunque
en 1993 escapó por poco de un mortífero ataque ultranacionalista contra
una convención de escritores disidentes, en lo que hoy se conoce como
“la masacre de Sivas”. Çayan murió en 1972 en un enfrentamiento armado
con el ejército.
Lo cierto es que la mayoría de estos libros podían encontrarse ya más o
menos libremente en las librerías turcas, puesto que nadie se ocupaba de
hacer cumplir la prohibición. Sin embargo, la desaparición de este veto
facilitará que estas obras puedan encontrarse en las librerías públicas
de Turquía, y que las editoriales las impriman, ya sin temor al exceso
de celo de algún fiscal despistado.
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