Y ahora las constructoras también se encargan de nuestra salud - madrilonia | blog de noticias sobre madrid
Las
mismas constructoras que se enriquecieron en el boom inmobiliario
construyen y gestionan servicios no sanitarios de siete hospitales de
Madrid. ¿Nunca tienen suficiente? Las constructoras no son tontas,
como hemos podido ver (tienen beneficios hasta en época de crisis), así
que es obvio que si están gestionando los hospitales será porque es un
buen negocio, es decir, esperan tener sustanciosos beneficios. Y así lo
expuso el entonces consejero de sanidad, Juan José Güemes,[1] al
presentar el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2007-2011, en el hotel
Ritz (!), a un auditorio de empresarios y aseguradoras, que habían
pagado 1.200€ el cubierto, con el lema «Aproveche las oportunidades de
negocio».
¿Nos costarán menos los hospitales construidos y gestionados por las constructoras? La respuesta es no y lo cierto es que nos costarán más.
Hasta ahora, la administración pública sacaba a concurso la
construcción de un hospital y acabada la obra, se encargaba de su
gestión. Ahora, se saca a concurso una concesión de obra pública, por el
que la empresa construye el hospital, gestiona servicios no clínicos y
explota las zonas comerciales (que incluyen el parking, la cafetería y
demás tiendas) y la Administración le paga una cuota o canon anual
durante 30 años. Si sumamos el canon que pagamos durante los 30 años
resulta una cantidad mucho mayor de lo que hubiera costado construirlo y
gestionarlo por la forma tradicional. Por ejemplo, la construcción y
equipamiento básico de los ocho nuevos hospitales de propiedad privada,
costó alrededor de 840 millones de euros, por lo que con los pagos
realizados durante estos cinco años, las empresas han recuperado ya el
92 % de lo invertido. Los contratos vencen en 2037 (aunque pueden ser
prorrogados otros 30 años más), por lo que la inversión es inmejorable para los accionistas y un negocio nefasto para los contribuyentes.
Hasta 2011 habremos pagado 776 millones de euros, cantidad con la que
se podrían haber construido siete de los nuevos hospitales (Vallecas,
Parla, Coslada, San Sebastián de los Reyes, Arganda, Aranjuez y Puerta
de Hierro-Majadahonda supusieron unos 770 millones), que ahora serían
centros completamente públicos, como denuncia CAS-Madrid.[2] También Ana
González, secretaria de Política Social de CCOO señala este
diferencial: la construcción de siete de los nuevos hospitales ha
costado 650 millones de euros y la Comunidad habrá pagado al final de
los 30 años de concesión 3.750 millones, unas seis veces más.[3]
Las empresas alegan que tienen que gestionar también los servicios no
sanitarios (limpieza, mantenimiento…) pero, ¡oh, sorpresa! las propias
constructoras tienen ramas de empresas de servicios que pueden
desempeñar esas funciones. Y además, al llevarse los beneficios del
parking,[4] cafetería y tiendas están ganando un canon extra encubierto.
No salen las cuentas.
La financiación privada de las inversiones evita la aparición de deuda
pública, ya que se traslada a otro capítulo de gasto, pero no se traduce
en ventaja para los contribuyentes. Lo que ofrece este modelo no es más
que un conjunto de mecanismos que altera el tiempo de los pagos y los
flujos de beneficios. El hecho de que el sector privado adelante la
financiación no ofrece a la administración «dinero nuevo». Recurrir a
ella es una decisión política que poco tiene que ver con el gasto
público, con el control del mismo o con sus límites, si no con la
voluntad de hacer mayoritaria la gestión privada de la sanidad, convertir
la sanidad en un negocio. Los que, de hecho, salen ganando son los
directivos, los asesores financieros, los consultores, los abogados, los
grandes bancos y las empresas que están compitiendo entre sí por
llevarse los recursos públicos. Se garantiza a compañías privadas,
muy afectadas por el hundimiento de los sectores más especulativos,
rentabilidades superiores a la media del mercado durante muchos años. Por
no hablar de la corrupción potencial, como se está viendo en la
investigación en relación con las tramas de corrupción vinculadas al PP
de la CAM: Hispánica S.A., que forma parte de la UTE a la que se
adjudica la construcción del hospital de Aranjuez,[5] y Begar
Construcciones y Contratas, que forma parte de la UTE a la que se
adjudica el hospital de Vallecas.[6]
¿Podría ser peor que pagar más de lo necesario mientras hablan de recortes? Sí, que se deje de invertir en los hospitales públicos para pagar estos cánones inflados, justo lo que está haciendo la CAM. Sí, que la subcontratación de esas empresas de menos personal de limpieza aumente las infecciones hospitalarias. Todavía hay algo peor que enriquecer a las constructoras a costa de los contribuyentes. Poner en riesgo nuestra salud, deteriorando la calidad del sistema sanitario.
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