Ante el suicidio de Ángela Jaen, afectada de Hipersensibilidad Electromagnética
Desde la ASOCIACIÓN DE ELECTROSENSIBLES POR EL DERECHO A LA SALUD, nos vemos en la triste situación de comenzar nuestra andadura con la muerte de una persona afectada por Electrohipersensibilidad.
Ángela Martin se quitó ayer la vida al no poder ni querer vivir con el gran sufrimiento que produce este padecimiento.
Tras un año de constante búsqueda de un lugar limpio de contaminación electromagnética por parte de su familia, Ángela no pudo soportar en los últimos días una nueva inmisión de este tipo de radiaciones en la vivienda en la que se había refugiado. Los síntomas reaparecieron con fuerza con efectos devastadores para su sistema nervioso y Ángela no tuvo la fuerza de resistirlo.
Denunciamos la impasividad y la desatención de autoridades competentes que vivió Ángela que se vio obligada a huir de su casa con altísimos niveles de radiación afectada por una antena de telefonía situada a 50 metros de la misma. Ante todo esto, las autoridades de Pinto, donde residía, no le dieron ninguna respuesta, pese a sus peticiones y las de su familia. Además sufrió una atención inadecuada de los responsables de salud por la no aceptación del origen de su sintomatología, tratando el problema como psiquiátrico, que vino a agravar su situación y padecimiento. Este caso es representativo del sufrimiento que actualmente estamos experimentando todas las personas afectadas que no encontramos tratamiento sanitario adecuado ni ningún apoyo institucional ante el aumento descontrolado de este tipo de radiaciones que nos enferman.
Desde la asociación de reciente creación Electrosensibles por el derecho a la salud, mostramos nuestra consternación ante estos hechos y lanzamos una llamada de atención a la opinión pública, autoridades políticas y sanitarias de la grave situación en que nos encontramos las personas con Electrohipersensibilidad.
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