Sobre abusos empresariales y sus síntomas (Opinión)
No es un secreto que el mercado laboral está atravesando horas críticas y
que a diario se destruyen 2.000 puestos de trabajo en nuestro país.
Tampoco debería serlo que esta situación les viene de perlas a las
empresas, y los derechos laborales son uno de los aspectos que más se
han devaluado con la crisis. "Hay mucha hambre" y parece que el mejor
empresario es el que dispone sacar todo el jugo a la situación. "Hoy los
derechos laborales son low cost".
"Hay que venir a trabajar en sábado", de repente la frase se corta y el
trabajador no oye nada sobre la retribución por horas extraordinarias,
ni las ve reflejadas en su nómina, ni tan siquiera en el típico sobre de
color marrón que su jefe solía darles a final de mes. Y es que con la
crisis han desaparecido incluso las retribuciones en negro. Los llamados
empresaurios prefieren exprimir o explotar a sus trabajadores, antes
que contratar a otros para satisfacer sus exigencias laborales.
Abusos empresariales los hay de todos los colores; habitualmente es el
nuevo contratado el que los sufre con mayor intensidad. "Joven y
temporal" perfectos sinónimos de abuso empresarial. A ver quién osa
quejarse de las condiciones laborales cuando el paro juvenil ha superado
el 56% -sin incluir los que trabajan en Alemania-.
En efecto, el eterno becario es el perfecto ejemplo del abuso. Conductas
abusivas del empresaurios que en ocasiones el trabajador llega a
comprender, en lo que podría denominarse un síndrome de estocolmo en el
ámbito laboral. Cuando un chaval de 20 años no ha visto otra cosa en su
corta vida laboral, después de 5 años de crisis y nefastas expectativas
para el futuro a medio plazo, parece que lo "normal" en el ámbito
laboral sea aguantarlo todo.
El perfil de este joven trabajador es muy claro; "trabaja mucho y cobra
poco". Detrás de eso existen todo tipo de "mocos legales" que intentan
explicar la conducta del empresaurio -o por lo menos eso cree él-. A
título de ejemplo; Rodríguez: Licenciado en ADE, que realiza funciones
ejecutivas y su contrato refleja la categoría profesional de "oficial
administrativo de 2ª"; obviamente el salario de Rodríguez no supera los
1.000 €, a pesar de que se come todos los marrones de la empresa.
...Vacaciones impuestas unilateralmente por el empresario, sin la
audiencia del representante de los trabajadores, atribución de tareas
para las cuales el trabajador no está suficientemente cualificado,
exceso de faena o imposición de plazos de entrega imposibles, etc.,
etc., etc...
Estamos atravesando horas bajas, y conviene ser cautelosos antes de
adoptar medidas contra estos abusos. Debe ponderarse el grado del abuso
al que nos vemos sometidos y como afecta a nuestros intereses e incluso a
nuestra salud. Al margen de todo, una vez despedidos ¿qué tenemos que
perder si hacemos valer nuestros derechos?
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