picaresca y engaño.. si estás en necesidad compras productos básicos (más asequibles) antes que hacer un banquete que no te puedes permitir..
Una familia pobre de Sada gasta un donativo en percebes e ibéricos
En el municipio de Sada se estaba escribiendo un tierno cuento de
Navidad. En solidaridad con los funcionarios del Concello, el alcalde y
los concejales del gobierno local decidieron renunciar a sus pagas
extraordinarias de diciembre. Reunieron así unos catorce mil euros y los
destinaron a aliviar las penurias de las 62 familias más necesitadas
del municipio. Las posibilidades de gasto eran muy variadas. Calzado
para menores, pago de facturas de luz y agua con amenaza de corte, algún
pago de hipoteca o alquiler. E incluso una urgencia en el odontólogo.
Pero sobre todo el montante principal se dedicó a comida, mucha comida
con productos de primera necesidad. En este caso, las familias
recibieron unos vales que podían entregar en los supermercados más
populares del municipio. Posteriormente, estos ajustarían cuentas con el
Concello entregándoles la relación de productos demandados.
Pasadas las fechas centrales de la Navidad, el departamento de Servicios
Sociales recibió los justificantes de pago. La gran mayoría de las
familias demostraban en esa lista la urgente necesidad de productos
básico como patatas, galletas, arroz, pasta... Pero los técnicos
descubrieron entonces un papel que emborronaba el dulce cuento navideño.
Una de las 62 familias había optado por destinar el dinero -al que
habían renunciado los ediles de Sada- a darse un homenaje gastronómico
propio de la alta sociedad. La factura que llegó a las dependencias
municipales fue especialmente comentada. En ella se recogía el gasto de
dos lotes de «percebes gallegos medianos», jamón ibérico, jamón de
Granada, langostinos cocidos, latas de anchoas, lomo embuchado y
productos de droguería. La compra se realizó el día de Nochebuena en un
supermercado de Sada.
Sin devolución
La nota de gastos no sentó bien en el seno del Ayuntamiento. En los
últimos días intentan averiguar cuál de las 62 familias ha destinado «de
forma inadecuada» los recursos personales de los concejales. No habrá
castigo ni obligación de devolver los dispendios navideños, pero una vez
localizada, la familia será borrada del listado de Servicios Sociales,
que tiene baremadas a las familias susceptibles de recibir ayudas.
El alcalde de Sada, el popular Ernesto Anido, no ve motivos para no
repetir la iniciativa en próximos años. Recalca que las otras 61
familias «han hecho un uso correcto» de los fondos extras recibidos.
«Ese es motivo suficiente para repetirlo. Por la mancha de una persona
no se va a perjudicar a las demás, considero que la iniciativa sigue
siendo buena -explica-, de hecho, gracias a esto hemos podido localizar
esta irregularidad y sin haber tocado el dinero de los sadenses, sino
solo del equipo de gobierno». Así que el cuento de Navidad sigue
impoluto
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